Por Navidad, Señor, por Navidad,
quisiste aparecer en el seno de un hogar.
Como distintivo, no la cantidad, sino la unión.
Como riqueza, no el dinero, y sí el ejemplo de
José y de María.
Tu felicidad, Señor, no vino reflejada por la
apariencia,
el oro, las perlas o la plata: fue el amor de tu
familia nazarena.
En ella, en fracaso aparente y desprovisto de
todo,
apareciste ante la gran indiferencia del pueblo.
En ella, en las horas de fracaso y soledad,
encontraste el amor sin tregua ni farsa.
En ella, en tus triunfos mesiánicos,
supiste ser ovacionado desde el silencio y la
sencillez.
¡Lo hiciste en familia, Señor!
¿De dónde aprendiste el nombre de “Abba” “Padre”?
¿Quién te enseñó a distinguir entre el bien y el
mal?
¿En quienes descubriste el don de la fe y el valor
de la entrega?
¡En la familia, Señor!
¿No aprendiste todo ello en tu familia nazarena?
Hoy, en el colmado corazón de la Navidad,
nuestros ojos contemplan, el “tres en uno”,
Sí, Señor, tres personas unidas por un mismo amor.
Tres personas teñidas con el color de la pobreza.
Tres personas agasajadas por los que no tienen
riqueza alguna.
Tres personas que, bajo el umbral del portal,
siguen siendo referencia y ejemplo de santidad y
de fe.
Naciste, Señor, y lo hiciste en una familia;
pobre, pero amorosa y rendida a tu causa.
Sencilla, pero repleta de lo más importante: DIOS.
Temerosa, pero valiente en sus decisiones y
riesgos.
Indiferente para muchos, pero única ante los ojos
del Señor.
¡En familia, Señor! ¡Quisiste nacer en una
familia!
P. Javier Leoz
celebrandolavida.org
Gracias, por este comaprtir, que la famila de Nazaret, sea siempre su modelo, feliz navidad y año de gracias y PAZ, feliz año nuevo un gran abrazo fraterno.
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