Tupãsy Kaa'kupé
CÓMO HACER LA NOVENA
1) Concentrarse en oración en casa o en una iglesia.
2) Poner intenciones, pedidos, agradecimientos.
3) Durante la novena se:
a) reza la oración de cada día.
b) se hace la buena obra de cada día, que puede ser substituida por otra obra de misericordia.
4) Cerrar la novena con la oración a Nuestra Señora de Caacupé.
3er DÍA: 1 DE DICIEMBRE
"El Señor hizo en mi grandes cosas" (Lc 1,46)
Nuestra Señora de Caacupé, amada y favorecida por Dios, con tus grandes
gracias, ayúdanos a reconocer Sus gracias, y todas las bendiciones que
de Dios recibimos. Enséñanos a contemplar la acción de Dios en nosotros,
en nuestros hermanos y en la historia.
Danos un corazón, en nuestros hermanos y en la historia. Danos un
corazón capaz de decir: Señor, haz en nosotros maravillas. Tu nombre es
santo.
Amén.
Se reza: Padre Nuestro - Ave María y Gloria.
Práctica: Ver los acontecimientos lindos de nuestra vida y agradecerlos.
ORACIÓN
"Santísima Madre de Dios y madre nuestra,
desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector a vuestros devotos y a todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia
y alcazad luz a los magistrados para que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos,
alcanzadnos también la gracia mayor de preservar en nuestra Fe y en vuestro Amor, para así merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor Jesucristo nos hiciera cuando dijo:
"El que persevere hasta el fin se Salvará."
A Vos pues, Madre querida, clamamos para que nos obtengáis tan singular favor.
Amén."
desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector a vuestros devotos y a todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia
y alcazad luz a los magistrados para que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos,
alcanzadnos también la gracia mayor de preservar en nuestra Fe y en vuestro Amor, para así merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor Jesucristo nos hiciera cuando dijo:
"El que persevere hasta el fin se Salvará."
A Vos pues, Madre querida, clamamos para que nos obtengáis tan singular favor.
Amén."
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