Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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lunes, 14 de mayo de 2012

¿Qué es la muerte?


Muchos nos preguntamos en varias ocasiones, a lo largo de nuestra vida: ¿Qué es la muerte? Y es que es un enigma que queremos resolver, aunque a veces por el camino incorrecto y hasta peligroso. Muchos quieren tratar de saber de ellos mediante el espiritismo, etc. No saben el gran peligro que trae como consecuencia abrir esas puertas del maligno.

Todos hemos perdido seres queridos, y cuantas veces hemos pensando, donde estarán, como estarán, podrán vernos, oírnos...
Algunos quedan inquietos, espantados, y piensan “que eso le toque a otro”. Otros, tomamos la muerte como algo natural, como el paso final de nuestro peregrinar en esta tierra. Ese es el misterio. Los "muertos" no están muertos. ¿Qué contradicción verdad? Los muertos están vivos.

Los muertos han alcanzado ya la vida eterna; los vivos necesitamos ganarnos esa vida eterna, mediante la Fe y las buenas obras, para llegar a la auténtica vida donde veremos a Dios tal cual es, sin ningún velo. Cara a cara. Así lo ven nuestros familiares y amigos que gozan de su presencia, y ante Él pueden interceder por nosotros.

A veces nos volvemos irresponsables (por temor) cuando no queremos hablar del tema ni pensar en él. Entonces, ocultando la verdad de nuestra vida eterna, podemos caer en muchos vicios (drogas, mal uso del sexo, alcohol, etc.). Esta actitud nos lleva a desperdiciar el tiempo de nuestra vida y a cometer bastantes imprudencias. Se nos olvida que hemos sido creados por Dios y que a Él debemos llegar el día de nuestra muerte. 

No queremos infierno, no debe ser ese nuestro destino eterno. Fuimos creados para el cielo, para la unión eterna con el Tres veces Santo. Estamos de paso, nadie se quedará, ni ricos ni pobres... Todo saldremos igual que cuando entramos, vacíos, sin nada "excepto" la gracia que Dios ha dispuesto en nosotros en los Sacramentos, y nuestras obras de amor.

Los cristianos, debemos pensar que la muerte es el misterio que impregna nuestra vida. La muerte es el mayor engaño que ha podido confundir al hombre. Pues es la senda, la vía por la que ascendemos hasta Dios, y entonces comienza nuestra "vida eterna" la verdadera vida. 

Dios quiso también nacer y morir como nosotros para darnos ejemplo. Cristo con su muerte, nos enseñó a no temerla pues es el paso definitivo a la felicidad del cielo y de la compañía eterna de Dios uno y trino, de la Santísima Virgen, de los ángeles y santos del cielo. 

No la teme aquel que vive en la gracia y presencia de Dios, con su mirada puesta en la patria celeste antes que en este mundo, que pasará. Solo así podremos afirmar como San Pablo "Para mí, la vida es Cristo y morir una ganancia" (Flp 1 21).

Cristo resucitado, vencedor del pecado y de la muerte nos dio nueva vida, y el cristiano mira el enigma de la muerte con gran esperanza. Sin embargo, una cosa no quita la otra. Sufrimos cuando vemos que nos dejan los seres que más amamos, o sentimos miedo cuando vemos que llega la hora de la enfermedad y de la muerte. 

Pero también, en medio del dolor y del sufrimiento, el cristiano puede levantar los ojos y contemplar a Cristo, que dio su vida por nosotros, que murió a nuestro lado, un Dios infinito y Eterno, que enamorado de su criatura llegó a morir, y no "entre algodones" sino una muerte de cruz. ¿ Alguien reflexiona sobre esa locura de amor? Nos rescató con su Resurrección y nos espera con los brazos abiertos en la vida eterna.

Él es el camino, la verdad y la vida (Jn 15). No podemos llegar hasta Él si no dejamos la vida terrenal. Es solo un paso. Depende de ti y de mí ganarnos con nuestro esfuerzo y trabajo el cielo, o bien desperdiciar el tiempo y perder una vida que es "eterna". Vida sin fin.

Al principio de esta reflexión preguntaba ¿Qué es la muerte?
¡Cristo resucitado es la respuesta a la vida y a la muerte!

Dios nos siga bendiciendo.

Alejandro María 

1 comentario:

  1. La muerte es tan sólo un paso a la verdadera Vida. Ni siquiera es una puerta, es tan sólo un paso, porque la Puerta y la Vida a la que lleva es el mismo Jesucristo. Él es el Camino y la Verdad también. En Él existimos, nos movemos y somos no sólo en la vida después de ésta, sino ya también en ésta aunque no de forma plena. La muerte no tiene aguijón ya frente al Amor, frente a la Vida que ha acabado con el temor y la desazón que pueda producir en prójimos y en nosotros mismos. Donde hay confianza en Dios no puede haber temor ni desasosiego o angustia. Sólo hay temor a la muerte si no hemos hecho las paces con los hermanos y con el buen Dios que nos acogerá en su paz un día. Si nunca nos merecimos esta vida tan maravillosa, ¿cómo vamos a merecer la eterna de dicha y felicidad para siempre? Dios siempre nos ama primero y mucho más.

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