No te detengas en el camino, no importa cuántas
veces hayas caído, sino cuántas veces te has levantado!
Lleva en tu mente la certeza de que, cuando una puerta
se te ha cerrado, ¡otra más grande te espera abierta
al final del camino!.
Cuando sientas que las fuerzas te abandonan,
recuerda otras veces, que sí estuviste sin ellas,
y milagrosamente las cosas se solucionaron,
y todo esto porque actuaste bien y con la conciencia
limpia, pero sobretodo... ¡Porque Dios estaba contigo!.
Redobla tu fe y con ella alienta tu esperanza
en la seguridad de que el mañana será mucho mejor.
¡Arriba ese ánimo! sigue adelante con la vista al frente
y el paso firme, que nada te detenga. No combatas
con nadie, pues tu mejor triunfo será aquel que logres
sin combatir.
Sigue a Dios por todas partes y no tendrás temor
en tu vida, ni correrás ningún peligro.
¡Con disciplina vencerás! ¡Con sinceridad triunfarás!
¡Con coraje te salvarás! Camina resuelto, con el paso
firme como el tren que retumba por las vías,
como el relámpago que relumbra antes de avisarte.
Lucha por cambiar a tu enemigo, y conviértelo en tu amigo.
Ayuda a tus amigos a luchar, sin hacer ver que tú eres
el maestro, sino aumentándoles su propia iniciativa.
No desmerezcas al que no es inteligente, préstale atención
y ayúdale a incrementar sus propias fuerzas.
Practica el arte del amor, avasallando la fuerza
de tus enemigos. Frente al amor perderán su odio,
y la victoria sobrevendrá sola porque tú no has peleado.
El odio es vencido siempre por el amor. Si mantienes
la fuerza de tu corazón, podrás luchar cuantas veces
sea necesario. Si sientes que disminuye, entonces
mantente en guardia, pues el más pequeño fallo
te traería malas consecuencias.
Trata de mantenerte al abrigo de Dios, y evita en lo posible
Un enfrentamiento. Triunfan aquellos que saben cuándo luchar
y cuándo no, que saben discernir y que son visionarios.
Si tus sentimientos, tu fuerza, y tu valor son mejores cada día
y te conoces a ti mismo, conocerás a los demás.
No discutas con aquellos que se esconden en la profundidad
de las sombras y son expertos en el arte de la envidia.
Tu vuela por elevadas cumbres de los cielos y cuando tengas
que combatirlos, actúa como el águila, planea primero y luego
caes en picada, con la velocidad del rayo, que destruye
la ignominia.
No tengas miedo en reconocer que eres bueno y talentoso...,
Eres hijo de Dios, recuérdalo. Él no está solamente en algunas
personas, habita en todos y cada uno de nosotros. Haz que tu luz
se irradie y verás que ayudas a que otras personas hagan lo mismo.
Si brindas amor a aquellos que te odian, comprobarás que ese amor
Te fortalece. Recuerda que todos dejarán una huella inconfundible
en tu corazón. Descubre que hay suficiente bondad para creer
en un mundo de paz. Una palabra generosa, un abrazo y una sonrisa
serán tuyos, todos los días de tu vida.
Verás que el dolor que has vivido y los problemas que has
experimentado, te siguen dando el poder de caminar por la vida.
Y no olvides que habrá seres cuyo amor y comprensión siempre
Estarán contigo.
¡Ánimo!, ¡Sigue adelante! ¡Que aprenderás,
de cada vez que te levantes!.
celebrandolavida.org
Con la fuerza del Espíritu Santo!
ResponderEliminar