Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

miércoles, 31 de agosto de 2011

Naturaleza de los Sacramentos


Son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina.
Como el amor es algo que no es fácil de demostrar, ya que es invisible e interior, como invisible es Dios, se necesita descubrirlo por medio de signos, que son realidades que el hombre puede entender y ver. Por ejemplo, no basta con sentir o pensar que se ama a alguien, hay que demostrarlo con palabras y gestos para que el otro se sienta amado.

En el sentido etimológico, la palabra latina “sacramentum” es un sustantivo que se deriva del adjetivo “sacer” - “sacra” - “sacrum” que significa algo que santifica (“res sacrans”) y equivale en griego a la voz “misterio” (cosa oculta, sacra, o secreta). En ellos se realiza la acción oculta de Dios que se revela en cada acto donde existe un compromiso del hombre frente a Dios. En un principio, el Plan de Dios para los hombres era algo oculto, es en Cristo donde se logra su total manifestación. La obra de Cristo es sacramental porque el misterio de salvación se hace presente bajo la acción del Espíritu Santo.

Por ello, Jesucristo instituye los sacramentos que “son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina” (Cat. n.1131). Ellos son un puente entre Dios y el hombre, donde se obtiene plena comunicación. Son signos sensibles de una realidad sagrada, espiritual, invisible - no se puede palpar la gracia - y trascendente. Mediante ellos, los fieles se unen a Dios y participan - de manera misteriosa y real - de la vida divina. Poseen una “eficacia” sobrenatural que hace posible que la gracia se produzca, no son algo que significa la gracia, sino que la producen.

Al haber sido confiados los sacramentos a la Iglesia, ellos son de la Iglesia Cat. n.1118. La Iglesia es considerada como sacramento de la acción de Cristo - que actúa en ella por medio del Espíritu Santo- y por ser signo e instrumento de la unión con Dios y de la unidad de todo el género humano. (Cfr. Vaticano II, Const. Lumen gentium, n.1). Por lo tanto, los sacramentos existen “por ella” y “para ella” porque son los que constituyen la Iglesia.

Todo lo que Cristo hacía y decía en su vida oculta y en su vida pública - aunque a veces resultara incomprensible - tenía un sentido de salvación. Era la preparación que se necesitaba para cuando llegara el momento de entregar a la Iglesia todos estos misterios.

Lo que Cristo da en los sacramentos, por medio de la Iglesia y sus ministros, tiene su fundamento en los misterios de la vida de Cristo. Los sacramentos son las obras maestras de Dios.

La Iglesia - sacramento universal de salvación - es el signo visible de la presencia de Cristo presente entre los hombres. Cristo le da a su Iglesia los sacramentos - “maravillas de Dios” - y estos hacen que Ella cumpla con la misión de santificar, distribuyéndolos a los fieles, como camino hacia la santificación.


Autor: Cristina Cendoya de Danel 
Fuente:Catholic.net

La oración de Doña Lena


Recientemente escuché una oración de las más sentidas que he oído en mi vida. Como comenté hace unas semanas, estoy construyendo una ermita con sentido de reparación al Sagrado Corazón de Jesús. Al hacer el muro de contención quise poner en él una imagen de la Virgen de Guadalupe, en lugar de dejar el muro vacío. De esa manera, la imagen de la Virgen ayudará a las campesinos a recordarla mientras van por el camino.
virgen_guadalupe
La mostré a Doña Lena, una ancianita que fue a saludarme y a llevarme unas tortillas. Cuando vio la imagen de la Virgen de Guadalupe, de alegría tiró la bolsa de plástico que llevaba en la mano y comenzó a dialogar con la Virgen María con una naturalidad y una autenticidad parecidas a las de Juan Diego.
magdalenaDoña Lena ha alcanzado una familiaridad con María como no había visto antes. Le pregunté sobre su relación con la Virgen y me dijo: “Ella es mi Madre, me conoce mejor que nadie, cuida mi camino, sabe lo que me aprovecha y me conviene, la tengo siempre en la memoria, estoy todo el tiempo en su presencia. Le confío toda mi vida y todas mis cosas. La quiero mucho y le platico por donde quiera que vaya.”
Esta buena mujer no sabe siquiera leer, no sigue fórmulas especiales al elevar su alma a Dios y a la Virgen, pero al escucharla dialogar con María pude ver sin lugar a dudas que estaba llena del Espíritu Santo. (Cf. Ef 5,18) Oraciones así son las más poderosas.
El poder de una oración reside en el espíritu con que sea dicha. 
Esta noche me propongo rezar las Completas con particular sentido de adoración y gratitud a Dios.

Fuente: la-oracion.com

martes, 30 de agosto de 2011

Espiritismo.

Matar el error, amar al que yerra


 
El espiritismo es pecado, y la Iglesia Católica lo prohíbe.

El juego de la copa es pecado hacerlo, porque uno quiere saber cosas que no es necesario saberlas, y así se expone a los engaños de los demonios, ya que los espíritus invocados en estas sesiones de espiritismo no son almas de difuntos, sino demonios. Y sabemos que el demonio es mentiroso desde el principio, porque la verdad no está en él. Entonces no participemos ni siquiera por curiosidad en estos “juegos”, ya que nos exponemos a fuerzas más astutas y poderosas que nosotros, los hombres. Y ya sabemos que quien ama el peligro, perecerá en él.
El mundo está infestado de demonios, y aunque no los vemos y no se hable de ello -porque ese es uno de los grandes logros del Infierno, hacer creer que ellos no existen y que son pocos-, actúan muy fuertemente en la vida de los hombres y son causa de todo el sufrimiento que existe en la humanidad.
Porque Dios no puede querer ningún mal, y Él es Bueno. Si Dios es Bueno y en Él no hay ninguna mal, entonces ¿de dónde viene todo el mal que hay en el mundo? De Satanás y sus demonios. Ellos son la causa de todo el mal de los hombres.
No participemos de estas sesiones de espiritismo y desaconsejemos a nuestros parientes y amigos de que participen, porque el participar ya es pecado grave o mortal.
Seamos cautos porque desde el principio del tiempo se combate una guerra entre la Luz y las tinieblas, entre Dios y Satanás, y nosotros los hombres estamos en medio.
Recordemos que la curiosidad fue lo que perdió a Eva, que andaba merodeando el árbol del conocimiento del Bien y del Mal, y fue tentada por el demonio. También nosotros, cuando queremos saber más de la cuenta, caemos en las manos del Maligno.



Entrenamiento en el sufrimiento

¿A dónde va una sociedad que rehúye estos entrenamientos?
 
Entrenamiento en el sufrimiento
Entrenamiento en el sufrimiento
Para muchos empieza un curso más: hay que ir a las listas para comprobar qué amigos estarán en el mismo salón y para cerciorarse de que el titular será, efectivamente, aquel profesor tan temido por todos.

Pero para otros, los más pequeños, es su primer día en un mundo nuevo y desconocido. ¡Vaya primer día! Rostros desconsolados y manos desesperadas contra las paredes del salón. Lágrimas, gritos, golpes a la puerta de puños aún muy frágiles. Todo el sufrimiento que puede albergar el corazón de un niño de dos o tres años, al rojo vivo. Qué dolor. Es una separación cruel. Durante toda una larga mañana. Lejos de su mayor seguridad: mamá. Esa mamá que no hace mucho tiempo le había cobijado dentro de ella durante nueve meses, día y noche; ahí donde no se temía ni al día ni a la noche ni al frío ni al viento, donde se estaba a salvo del mundo exterior y de los colegios y de las profesoras que en nada se parecen a mamá. Es un corazón confundido que sólo constata un hecho: “mi mamá es todo, ahora ella me trajo aquí y me metieron a esta habitación llena de extraños adultos y niños desconocidos y no puedo salir y ella se fue...”

Sí dolor. Sí sufrimiento. Sí tragedia. Pero, al fin y al cabo, dolor necesario, sufrimiento necesario, tragedia necesaria. Porque el hombre no está llamado a vivir eternamente a las faldas de mamá. El niño no es mamá. Es otro. Tiene que hacer su propio camino, tiene que ser él, tiene que dejar a mamá, cortar de nuevo el cordón umbilical, esa cicatriz que dura hasta la muerte, mudo testigo de la primera gran separación.

Es quizá uno de los días más importantes en la vida de estos pequeños. Es empezar a ser libre. Porque, a veces, ser libre cuesta, cuesta lágrimas. En un primer momento no siempre se entiende todo. Para el niño, este día puede representar un sano empujón de mamá hacia la aventura de la libertad. Si se le diera a escoger, jamás decidiría meterse en un extraño colegio lejos de mamá. Aprender a ser libre duele. Requiere entrenamiento. Ir a la escuela por primera vez es uno de los primeros entrenamientos de sufrimiento. Y los entrenamientos o se hacen con frecuencia y constancia o no sirven de mucho. Hay que entrenarse para estar en forma a la hora de afrontar los sufrimientos que inevitablemente se cruzarán en el camino. Sufrimientos que, bien vividos, a la larga pueden llevarle a uno a ser mejor persona.

Pero, ¿a dónde va una sociedad que rehúye estos entrenamientos? “No te prives de nada, nunca; no cuides a un enfermo, puede darte depresión; no intentes dar de comer al hambriento, puedes traumatizarte; no afrontes el sufrimiento, mejor recurre a la eutanasia, para que ya no sufras ni sufran; no superes una desavenencia con tu pareja cediendo un poco quizá, mejor solicita el divorcio inmediato; no tengas hijos porque es caro, porque sufres; no te saques nunca el pan de la boca; no abras la puerta a quien te pide ayuda; no prestes atención a las necesidades de aquella persona con quien diariamente te cruzas por los pasillos...”

Al final, el sufrimiento sigue siendo un misterio. Unos tratan de entenderlo como si se tratase de un dos-más-dos-son-cuatro; y mientras se esfuerzan por comprenderlo, huyen desesperadamente de él; y curiosamente no logran escapársele; tarde o temprano el dolor toca a su puerta y entra, pese a que no se le haya querido abrir.

Otros simplemente lo viven y hasta lo agradecen porque con frecuencia se dan cuenta de que aquel sufrimiento era ladrillo necesario para ser mejores personas...

Alguien decía que si al ser humano se le enseña a no asumir el sufrimiento, a no darle un sentido, a no amar, se le está enseñando a no ser “ser” humano.

A nadie le viene mal reemprender con constancia los entrenamientos de auténtica libertad: esa que cuesta y que duele y que hace feliz.
 
Fuente: Catholic.net 
Autor: P. Arturo Guerra

domingo, 28 de agosto de 2011

Hasta el extremo.

Exhortación apostólica "Sacramentum Caritatis" -  Benedicto XVI

En efecto, Jesús «los amó hasta el extremo» (Jn 13,1). Con esta expresión, el evangelista presenta el gesto de infinita humildad de Jesús: antes de morir por nosotros en la cruz, ciñéndose una toalla, lava los pies a sus discípulos. Del mismo modo, en el Sacramento eucarístico Jesús sigue amándonos «hasta el extremo», hasta el don de su cuerpo y de su sangre.
(Exhortación apostólica “Sacramentum Caritatis” – Benedicto XVI) 

Comentario: 

Con esta expresión “hasta el extremo”, se quiere indicar y dejar bien en claro que Dios, Jesús, no podía ir más allá del amor que nos tuvo. Por eso la Eucaristía es el Milagro más grande que pudo realizar Dios, y que esto nos dé una idea de lo grandioso de la Eucaristía.
Si pensamos que en la Hostia consagrada está el mismo Dios, la Santísima Trinidad, el mismo Cielo, y que también en la Misa se renueva el misterio de la Redención, del Sacrificio de Jesús en la Cruz, entonces comprenderemos cómo no puede haber mayor milagro que la Eucaristía, porque en ella está condensado todo, absolutamente TODO.
¿Tomamos conciencia de lo que recibimos al comulgar? ¿A Quién recibimos y qué es lo que recibimos? ¿Vamos con las debidas disposiciones de fe, esperanza, caridad, en gracia de Dios, con una hora de ayuno y con actos de piedad y adoración?
Es tiempo de que revisemos, a la luz de estas verdades, cómo son nuestras comuniones. Porque siempre será verdad que una sola comunión nos haría santos. Si no nos hace santos, es señal de que no comulgamos como debemos.
Por supuesto que no podemos pretender prepararnos perfectamente a comulgar, porque nunca será suficiente ninguna preparación. Y si nos ponemos a pensar bien, no nos atreveríamos a acercarnos a comulgar. Pero no es eso lo que quiere Jesús, sino que hagamos lo que buenamente podemos, nos preparemos de la mejor manera posible, y vayamos a comulgar muy frecuentemente, con amor y respeto, porque es mucho lo que recibimos en cada comunión bien hecha.

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.




sábado, 27 de agosto de 2011

Enciende una vela


Cuando Satanás cuestione tu fe,

Enciende una vela en tu alma

Sin temer a la pérfida cuchilla
Que su odio afila para ti…

Cuando tu corazón sienta el frío
Que la asalta y tema un drama.
Cuando Satanás cuestione tu fe
¡Enciende una vela en tu alma!

Hermano, si tiemblas de pavor
Reanima siempre tu llama
en la llama de Nuestra Señora.
Mira tu, es lo que yo he hecho
Cuando Satanás cuestiona mi Fe! 


Edmée Bourron
Citado en el Compendio mariano n° 11 del Hermano Albert Pfleger, marista
Fuente Un minuto con María  




Salvados del Mal.



"¡Oh Madre! Quiero Consagrarme a Ti.
Virgen María hoy Consagro mi vida a Ti.
Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida,
para que me protejas, me guíes y me consueles.
Sé que en Ti mi alma encontrará reposo
y la angustia en mí no entrará,
mi derrota se convertirá en victoria,
mi fatiga en Ti fortaleza es".

Amén.





A todos mis hijos que se Consagren a vuestra Madre, os digo: Mi corazón recibe gozoso esa entrega, ese amor que ofrecéis porque son almas que se salvan de las garras del mal mereciendo la Gloria Eterna, la Gloria del Señor. Amén. Amén.
Dadlo a conocer.
Que esto sea meditado, quiera Dios iluminar vuestros espíritus para que lleguen a comprender el valor de la Consagración.


Salvados del Mal. 
7-9-84                     275
 
El Corazón de María en San Nicolás 
www.inmaculadocorazon.santisimavirgen.com.ar

viernes, 26 de agosto de 2011


Los Padres de la Iglesia nos iluminan

Que nadie se avergüence de los símbolos sagrados de nuestra salvación, de la suma de todos los bienes, de aquello a que debemos la vida y el ser; llevemos más bien por todas partes, como una corona, la cruz de Cristo. Todo, en efecto, se consuma entre nosotros por la cruz. Cuando hemos de regenerarnos [en el bautismo], allí está presente la cruz; cuando nos alimentamos de la mística comida; cuando se nos consagra ministros del altar; cuando quiera se cumple otro misterio alguno, allí está siempre este símbolo de victoria. De  ahí el fervor con que lo inscribimos y dibujamos sobre nuestras casas, sobre las paredes, sobre las ventanas, sobre nuestra frente y sobre el corazón. Porque éste es el signo de nuestra salvación, el signo de la libertad del género humano, el signo de la bondad del Señor para con nosotros: Porque como oveja fue llevado al matadero (Is 53,7; Hech 8,32). Cuando te signes,  pues, considera todo el misterio de la cruz y apaga en ti la ira y todas las demás pasiones. Cuando te signes, llena tu frente de grande confianza, haz libre tu alma. Sabes muy bien qué es lo que nos procura la libertad. De ahí que Pablo, para llevarnos a ello, quiero decir, a la libertad que a nosotros conviene, nos llevó por el recuerdo de la cruz y de la sangre del Señor: Por gran precio -dice- fueron comprados. No se hagan esclavos de los hombres” (ver. 1 Co 7,23)
P. Max Alexander
 
Hno. Fernando  Fortunato
Monasterio Benedictino Santa María de los Toldos.
 

 

jueves, 25 de agosto de 2011

La Iglesia es santa.

Rayos de Fe


La Iglesia Católica, fundada por Cristo, es sociedad perfecta, divina y humana, porque la dirige y guía el Espíritu Santo que habita en Ella, y también está formada por hombres, que actúan como instrumentos de Dios para extender el Reino de Dios sobre la tierra.
Pero sabemos que allí donde está el hombre, allí mismo también está Satanás, y por eso en la Iglesia se verifican debilidad y pecados en los hombres que forman la Iglesia.
Pero esto no nos debe hacer perder la fe en la Iglesia Católica, sino ser conscientes de que en su parte humana la Iglesia también es santa y pecadora.
Esto ya Jesús nos lo ha dejado entrever en su mismo colegio apostólico, puesto que uno de los mismos apóstoles, Judas, fue el traidor, y era ladrón; en definitiva era un demonio.
Entonces esto ya nos debe servir para no escandalizarnos al ver que en la Iglesia hay miembros que traicionan a Cristo y a la Iglesia. Y esto es así especialmente porque el demonio no se preocupa tanto de tentar a los que están afuera de la Iglesia, sino más bien que pone su blanco en los hombres de Iglesia, pues sabe muy bien que haciendo caer a uno de ellos, arrastra también a muchas almas con su caída.
Debemos creer firmemente en la Iglesia Católica y no dudar de que es la verdadera Iglesia, Santa, fundada por Jesús, que es Dios, y amarla con todo nuestro ser y dar la vida por Ella, sin dejarnos desalentar por los escándalos que se pueden verificar en su parte humana.
Nunca debemos criticar a la Iglesia, porque un buen hijo no critica a su madre, y nosotros somos todos hijos de la Iglesia que es nuestra Madre, ya que nos ha dado a luz en el Bautismo. Entonces sigamos sus enseñanzas, que el Papa, y los Obispos y sacerdotes unidos al Papa, difunden por la tierra.
Recordemos la parábola del trigo y la cizaña, que estarán juntos hasta la siega, es decir, hasta el Juicio Final, y esto también se verifica en la Iglesia Católica, donde los buenos y los malos también conviven juntos hasta la separación definitiva.

__._,_.___

ORACIÓN A DIOS


Dios, dame el día de hoy fe para seguir adelante,
Dame grandeza de espíritu para perdonar
Dame paciencia para comprender y esperar
Dame voluntad para no caer
Dame fuerza para levantarme si caído estoy
Dame amor para dar
Dame lo que necesito y no lo que quiero
Dame elocuencia para decir lo que debo decir
Haz que yo sea el mejor ejemplo para mis hijos
Haz que yo sea el mejor amigo de mis amigos
Haz de mi un instrumento de tu voluntad
Hazme fuerte para recibir los golpes que me da la vida
Déjame saber que es lo que tu quieres de mi
Déjame tu paz para que la comparta con quien no la tenga
Por último, anda conmigo y déjame saber que así es.
Amén 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Oraciones De La Mañana

Al despertar cada día, Dios te regala una aventura sin estrenar. Pide ayuda a Dios para vivirla bien. Levantate con prontitud venciendo la pereza. Saluda al Señor y ofrécele el nuevo día que ha llegado. Es también una buena ocasión para saludar y ofrecer tu día a Nuestra Señora, la Virgen María, que es tu Madre del cielo.
Para hacerlo con cariño y respeto, debes ponerte de rodillas mirando al crufijo que tienes junto a tu cama. 
 
OFRECIMIENTO DE OBRAS
 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Te doy gracias, Díos mío, por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado la vida. Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día. No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar. Haz que crezca mi amor hacia Ti ya hacia los demás.

ó puedes elegir estás otras:

- Todos los pensamientos, palabras y obras de este día, te los ofrezco, Señor, y el alma mía.
- Yo te adoro, Señor y Padre mío,y te amo con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano y por el nuevo día que me regalas. Te ofrezco las acciones de este día: haz que sean según tu voluntad y para mayor gloria tuya. Líbrame del pecado y de todo mal. Que tu gracia esté siempre conmigo y con todos los que yo quiero. Amén. (Rezo del Padrenuestro y Tres Avemarías)
 
A LA SANTÍSIMA VIRGEN
 
¡Oh, Señora Mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a Vos; y en prueba de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad, guardarme y defenderme como cosa y posesión vuestra. Amén

AL ÁNGEL DE LA GUARDA
 
Ángel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor con amorosa piedad, a mí que soy vuestro encomendado, alumbradme hoy, guardarme, regidme y gobernadme. Amén.

Oración de los Esposos


Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para el otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de nosotros. Protégenos y concédenos que nuestro amor sea entrega y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Ilumínanos y fortalécenos en la tarea de la formación de nuestros hijos, para que sean auténticos cristianos y constructores esforzados de la ciudad terrena. Haz que vivamos juntos largo tiempo, en alegría y paz, para que nuestros corazones puedan elevar siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo, la alabanza y la acción de gracias. Amén.



Oración en el aniversario del Matrimonio

 
Oh Dios, Señor del universo, que al principio creaste al hombre y a la mujer e instituiste el vínculo conyugal; bendice y confirma nuestro amor, para que expresemos siempre en nuestra vida el sacramento que celebramos en la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


martes, 23 de agosto de 2011

La vida es un combate

La vida es un combate: ¿no lo sabes ya? Si es necesario renunciarse, tomar la cruz, seguir a Jesús al Calvario, ¿hay de extrañarse de que haga falta luchar, sufrir, sangrar, llorar?

Tus dificultades vienen de tu entorno, de tu empleo, de tus propias miserias físicas y morales; de las tres cosas a la vez, quizás. En cuanto a la actitud de tu alma respecto a ellas, trázate de una vez por todas una decidida línea de conducta ante Dios. Y en los momentos de encuentro con esas miserias, actúa en conformidad con la línea trazada. Los monólogos alarmistas no sirven para nada. Haz lo que puedas; abandona el resto a la misericordia de Dios. «Dios lo sabe todo. Lo puede todo, y me ama»: He aquí lo que justifica el abandono.

Vive al calor de la luz del Salmo XXII: «El Señor es mi pastor; nada me falta».Cada noche, te dormirás murmurando: «Ten confianza: ¡no te ocurrirá nada malo!».


Gentileza de DICHOSA VENTURA
Fuente: www.iglesia.org

Parabola de la ESPERANZA - Mensajes para el Alma

QUE NÚNCA, NÚNCA SE APAGUE TU LUCECITA DE LA ESPERANZA!

BENDICIONES!!!

domingo, 21 de agosto de 2011

CRISTO CORONA A SU MADRE

Celebramos el 22 de agosto la fiesta litúrgica de SANTA MARÍA REINA. Este título de la Virgen manifiesta la conexión que existe entre la realeza de María y su Asunción al Cielo. La doctrina de la Iglesia dice que si María subió en Cuerpo y Alma al Cielo fue para ser allí coronada por Su Hijo, Jesús, como Reina y Señora de Cielo y de la tierra. La realeza de María es un tema tradicional en la Iglesia, proclamada por toda la tradición oriental y 
occidental


.
 


Señor, en tu fuerza Ella se regocija y tu socorro le produce una gran alegría. Tú le acordaste el deseo de su Corazón y no defraudaste sus ruegos porque la colmaste de muchas bendiciones. Sobre su cabeza colocaste una corona de piedras preciosas.
Su corona es Cristo, según la palabra del sabio: «Un hijo dotado de sabiduría es la corona de su madre»

Y es una corona de piedra porque en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, Cristo figura bajo el nombre de piedra: piedra por su poder, y piedra preciosa por su gloria. El salmista reúne esos dos aspectos cuando dice: «El Señor de los ejércitos, es piedra preciosa, porque es Rey de gloria.» No hay nada más fuerte que esta piedra, ni nada más precioso que esta gloria.

San Bernardo de Claraval - Ocho Homilías Marianas 

Fuente:mariamediadora.com

Oración a los Catequistas, hoy en su día


Señor haz que yo sea tu testigo,
para comunicar tu enseñanza y amor.
 
Concédeme poder cumplir la misión de catequista
con humildad y profunda confianza.
 
Que mi catequesis sea un servicio a los demás,
una entrega gozosa y viva de tu evangelio.
 
Recuérdame continuamente que la fe que deseo irradiar
la he recibido de Ti para los que me confías.
 
Hazme verdadero educador de la fe
atento a la voz de tu Palabra,
Amigo sincero de los demás, especialmente,
de mis hermanos catequistas.
 
Que sea el Espíritu Santo quien conduzca mi vida
para que no deje de buscarte y quererte,
para quer no me venza la pereza y el egoísmo,
para combatir la tristeza.
 
Señor: unido a Ti y a la Iglesia y a tu Madre María,
sepa yo guardar, como ella, tu Palabra y ponerla
al servicio del mundo.
 
Amén.
 
S.S. Juan Pablo II
 
Dedicado a todos los Catequistas de mi Parroquia  San Baltazar.
muy especialmente a, Carmen, Lorena y Cecilio
 

Las apariciones silenciosas de María en Knock


21 de agosto - Irlanda. N.S. de Knock (1879) - Bélgica. Beauraing. La Virgen del Corazón de Oro

El jueves 21 de agosto de 1879, hacia las 7 de la noche, en Knock (Irlanda) Mary McLoughlin, de 45 años de edad, y Mary Byrne de 29, vieron unas “imagen luminosa” en la fachada de la iglesia parroquial. Sorprendidas las dos mujeres se quedan viendo: se trata, efectivamente, se dicen, de una aparición de la Virgen. Previenen a sus allegados. 16 personas llegan y todas ven a la Virgen durante 2 horas aproximadamente. La lluvia fortísima les impide a algunos quedarse hasta el final. Otras se van, luego regresan y constatan la misma visión.

La Virgen se mueve a unos 30 o 60 centímetros del suelo. Su estatura es la de una persona mediana. Está vestida de blanco y lleva una corona de oro. Parece estar orando. La acompañan san José y san Juan el Evangelista. «San Juan va vestido como un obispo. Tiene una pequeña mitra sobre la cabeza», precisa Patrick Hill quien también ha visto unos ángeles. Los testigos ven además un “cordero” sobre un “altar”, detrás del cual está enclavada una cruz. Ningún mensaje acompaña la aparición silenciosa, pero se dan varias curaciones corporales para sorpresa de muchos.

En 1879, el arzobispo diocesano constituye una comisión de encuesta que concluye positivamente el año siguiente. El prelado anima la peregrinación naciente sin pronunciarse sobre el origen sobrenatural de la aparición. En 1936, Mons. Gilmartin, arzobispo de Tuam, abre una sección de pruebas medicales para estudiar científicamente las curaciones alegadas pues se ha creado una nueva comisión de encuesta que ha vuelto sobre las conclusiones positivas de 1880.

Knock, la “Lourdes irlandesa”, no ha dejado de atraer a miles de peregrinos. En 1976, una nueva iglesia fue construida y consagrada por el cardenal primado de Irlanda, Mons. Conway. Y en 1979, Juan Pablo II en uno de sus primeros viajes, vino a Knock


Diccionario de las Apariciones
Abad René Laurentin, ediciones Fayard, París, 2007


Fuente:mariedenazareth.com

viernes, 19 de agosto de 2011

Los corazones unidos


El Corazón del Padre está unido al de María, como el Corazón de todo padre está unido a su hija más querida.


El Corazón del Hijo al de María, como el Corazón de todo hijo al de la madre más digna.

El Corazón del Espíritu Santo a María, como el Corazón del más divino de los esposos a la más querida de las esposas.

Recíprocamente, el Corazón de María al Padre, como el Corazón de la mejor de las hijas al padre más querido.

El Corazón de María al del Hijo de Dios, como el Corazón de una madre inigualable al del Hijo sin par. 


Finalmente, el Corazón de María es al Espíritu Santo como el Corazón de una esposa, hoguera del amor más ardiente, va a la Esposa que es Amor esencial, Amor-Dios, infinito, inmenso y eterno.

Así, según el Cantar de los Cantares: «El Bien-Amado de María es todo para ella, y María es toda para su Bien-Amado.» 


San Juan Eudes (1601-1580)

Fuente:Un minuto con María

jueves, 18 de agosto de 2011

Testigos luminosos del Maestro


Gracias a ellos, sigue vivo el fermento bueno en el mundo, pervive la presencia de la gracia entre los hombres.

Testigos luminosos del Maestro


Los grupos, las sociedades, los pueblos, pueden corromperse y pueden regenerarse.

La corrupción llega, en ocasiones, poco a poco, desde cosas pequeñas. Luego pasa a lo grande: matrimonios rotos, adolescentes descarriados, jóvenes sin ilusiones y esclavizados por las drogas, adultos prisioneros por la avaricia y por el afán desmedido de un bienestar insolidario.

Hay pueblos y naciones que han dado las espaldas al Evangelio. Llegan a vivir una “apostasía silenciosa”, como recordaba el beato Juan Pablo II. Aceptan los criterios del mundo. Se someten al señor de las tinieblas y se alejan de la luz (cf. Ef 4,18). Por eso buscan la oscuridad, intentan que sus obras no queden al descubierto. Olvidan que nada puede esconderse a la mirada de Dios: “No se le ocultan sus iniquidades, todos sus pecados están ante el Señor” (Si 17,20).

En la historia humana, sin embargo, hay personas y núcleos que resisten al contagio del mal. No lo hacen con un extraño deseo de distinguirse, de ser diferentes. Quieren, simplemente, conservar un tesoro inmenso, magnífico, que les llega de Dios y les lleva a Dios.

Estas personas buscan ser auténticos creyentes. Leen y viven el Evangelio. Participan con fe profunda en la Eucaristía. Recurren al gran regalo de la misericordia en la confesión. Intentan, respetuosamente, tender la mano a quienes les piden razones de su esperanza. Prefieren sufrir por hacer el bien que por hacer el mal (cf. 1Pe 3,14-17). Perdonan, aman, ayudan incluso a sus enemigos.

Son hombres y mujeres que brillan, porque reciben la luz de Cristo. Abandonaron un día las tinieblas y acogieron una vida que viene de lo alto. Son capaces de regenerar el mundo que les rodea.

Sus nombres pueden quedan ocultos, incluso ridiculizados, en aquellos ambientes en los que domina el odio hacia lo que viene de Cristo. Pero esos nombres están escritos en el cielo (cf. Lc 10,20).

Gracias a ellos, sigue vivo el fermento bueno en el mundo, pervive la presencia de la gracia entre los hombres.

Dios ofrece, desde la vida de esos testigos, una señal de esperanza, sobre todo para quienes han sido atrapados por las fuerzas oscuras del mal.

Para Él todo es posible. Desde Su Amor, y con ayuda de testigos luminosos del Maestro, hasta el más miserable puede dejar el pecado para introducirse en el mundo maravilloso de la gracia.


Autor: P. Fernando Pascual
Fuente: Catholic.net

miércoles, 17 de agosto de 2011

Disponerse para escuchar es determinante en la vida de oración

Si Dios habla enviando Su Palabra es porque espera que haya alguien dispuesto a escuchar. Hablar al vacío no tendría ningún sentido. Dios me habla porque espera que yo le escuche.
Podemos disponernos para la escucha avivando el deseo de Dios, afirmando con humildad nuestra condición de creaturas y de pecadores, buscando el silencio y la soledad, cultivando la vida de gracia, suplicando a Dios con insistencia: ¡Dame, Señor, un corazón que escucha!

Busco tu rostro, Señor; quiero verte.

Tengo sed, quiero encontrarte.
A veces me quejo por tus largos silencios.
Tu silencio guarda tu misterio.
Eres todo bien y belleza; no soy capaz de abarcarte.
No es que calles permaneciendo indiferente a mi súplica.
Hablas de modo diferente y no siempre percibo tu voz ni te comprendo.
Que te acepte como eres y así te siga.
Que así te entienda, que así te ame.
Quiero aprender a escucharte.
Tú eres la Palabra, me hablas del amor del Padre.
Tú eres el Camino, me muestras siempre Tu Voluntad.
Tú eres la Luz del mundo, iluminas las cañadas más oscuras de la historia.
Tú eres el Buen Pastor, estás siempre a mi lado.
Que mi corazón esté siempre preparado para acogerte, como María.
¡Muéstrame tu rostro!
¡Dame, Señor, un corazón que escucha!

AMÉN!

De: Necesito silencio y soledad  
Fuente.la-oración.com

martes, 16 de agosto de 2011

Cuando una sonrisa serena el alma

Más allá de todo lo que pase, con una sonrisa sencilla, amable, buena, podré ver las cosas y las personas con más ilusión y esperanza.
 
Cuando una sonrisa serena el alma

Asuntos serios han de ser tratados seriamente: con atención hacia los argumentos, con el deseo sincero de encontrar soluciones.

A veces, el argumento presenta escondites complejos. No resulta fácil encontrar salidas. El corazón y la mente se sienten presionados, inquietos. ¿Qué hacer? ¿Cómo salir adelante ante un problema grave, ante un asunto complejo?

De repente, una sonrisa oportuna puede no sólo regalarnos unos instantes de paz, sino devolver energías para ver las cosas de manera diferente. No es una sonrisa irónica que parece más un insulto de desprecio que un gesto de distensión, sino una sonrisa auténtica que descansa y que ayuda a descansar, que nace de la simpatía y genera simpatías.

Demasiada seriedad agota. La sonrisa sana no sólo genera hormonas gratificantes (según dicen algunos especialistas), sino sobre todo un espíritu distendido y una mente más abierta.

El corazón descansa brevemente. Los ojos miran con nuevo fulgor asuntos difíciles. Surgen incluso palabras más amables, que suplantan las que antes dirigíamos con dureza hacia otras personas.

Sigo de camino en este día luminoso u oscuro, que promete lluvia o que inquieta a todos con vientos oscurecidos por el polvo. Pequeñas o grandes situaciones enturbian mi alma: la tensión por no encontrar dónde estacionar el coche, las prisas para llegar a tiempo al trabajo, la inquietud ante los apagones intermitentes de la luz...

Más allá de todo lo que pase, con una sonrisa sencilla, amable, buena, podré ver las cosas y las personas con más ilusión y esperanza; lo cual es especialmente urgente en un mundo como el nuestro, lleno de prisas y de angustias, y hambriento de corazones positivos y de rostros sonrientes, que transmiten esa verdadera alegría que viene de Dios y que nos conduce suavemente hacia Él. 
 
Autor: P. Fernando Pascual

domingo, 14 de agosto de 2011

LA ASUNCIÓN


Un hijo bienamado desea la presencia de su madre y la madre, por su parte, aspira a vivir con su hijo. Por eso era justo que subierais hacia vuestro Hijo, Vos, cuyo corazón ardía de amor por Dios, el fruto de tus entrañas. Es justo que Dios en su afecto filial os llame a su lado, y ahí vivir para siempre en su intimidad.

Así emigraste hacia esos tabernáculos eternos, donde Dios ha hecho su morada y de hoy en adelante, Oh, Madre de Dios, no dejarás jamás su dulce compañía. Vos has sido la casa de carne donde Él se reposó, y El, a su vez, Virgen gloriosa, deviene el lugar de vuestro reposo en esa carne, que recibió de Vos.

Él os atrajo hacia Él, exenta de toda corrupción, deseando, si yo puedo expresarme así, teneros cerca de sus labios y de su corazón. Por eso todo lo que le pedís para vuestros desdichados hijos El os lo concede y pone su virtud divina al servicio de vuestras oraciones. 

San Germán de Constantinopla Fuente:Un minuto con María

FÁCIL Y DIFÍCIL

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...

Fácil es juzgar los errores de otros
Difícil es reconocer nuestros propios errores.

Fácil es hablar sin pensar
Difícil es frenar la lengua.

Fácil es herir a quien nos ama.
Difícil es curar esa herida...
Fácil es perdonar a otros
Difícil es pedir perdón.

Fácil es dictar reglas.
Difícil es seguirlas...

Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño...

Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad...

Fácil es admirar una luna llena.
Difícil es ver su otra cara...

Fácil es tropezar en una piedra.
Difícil es levantarte...

Fácil es disfrutar la vida todos los días.
Difícil es darle el verdadero valor...

Fácil es orar todas las noches.
Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...

Fácil es prometerle algo a alguien.
Difícil es cumplirle esa promesa...

Fácil es decir que amamos.
Difícil es demostrarlo todos los días...

Fácil es criticar a los demás.
Difícil es mejorar uno mismo...

Fácil es cometer errores.
Difícil es aprender de ellos...

Fácil es llorar por el amor perdido.
Difícil es cuidarlo para no perderlo...

Fácil es pensar en mejorar.
Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...

Fácil es pensar mal de otros
Difícil es darles el beneficio de la duda...

Fácil es recibir
Difícil es dar.

Pídele al Señor que de estas cosas que se te hacen difíciles, se conviertan en fáciles.

Fuente:webcatólicodejavier.org

sábado, 13 de agosto de 2011

Jesús, enséñame a orar.


Quince minutos con Jesús Misericordioso


Jesús Misericordioso enséñame a rezar. No es que yo no sepa rezar, porque sé muy bien las oraciones, pero lo que deseo es que me enseñes a tener confianza en ti cuando rezo, para que obtenga todo lo que necesito para mi salvación y la salvación de mis seres queridos. Y sobre todo hazme perseverante en la oración, porque sé muy bien que sin la santa perseverancia no llegaré muy lejos en la vida espiritual.
A veces me desanimo y cuando sobreviene la tribulación y el sufrimiento, dejo la oración, siendo que en esos momentos es cuando yo debería rezar con más insistencia, al igual que tú lo hacías en el huerto.
Jesús, tú que no necesitabas de la oración, pero quisiste darnos el ejemplo para que oráramos sin desfallecer, enséñame a rezar bien, con confianza en el Padre eterno, con abandono y humildad, para que por medio de la oración yo obtenga todos los medios necesarios para mi salvación y adelanto espiritual, y por ella obtenga gracias para mis prójimos necesitados.

¡Te amo, Jesús Misericordioso, y me entrego a ti para que tú me hagas un modelo perfecto de hombre orante!

viernes, 12 de agosto de 2011

¡Ave María, Mujer humilde,





¡Ave María, Mujer humilde,
bendecida por el Altísimo!
Virgen de la esperanza, profecía de tiempos nuevos,
nosotros nos unimos a tu cántico de alabanza
para celebrar las misericordias del Señor,
para anunciar la venida del Reino
y la plena liberación del hombre.
¡Ave María, humilde Sierva del Señor,
gloriosa Madre de Cristo!
Virgen fiel, morada santa del Verbo,
enséñanos a perseverar en la escucha de la Palabra,
a ser dóciles a la voz del Espíritu Santo,
atentos a sus llamados en la intimidad de la conciencia
y a sus manifestaciones en los acontecimientos de la historia.
¡Ave María, Mujer de dolor,
Madre de los vivientes!
Virgen Esposa ante la Cruz, Eva nueva,
sed nuestra guía por los caminos del mundo,
enséñanos a vivir y a difundir el Amor de Cristo,
a detenernos contigo ante las innumerables cruces
en las que tu Hijo aún está crucificado.
¡Ave María, Mujer de fe,
primera entre los discípulos!
Virgen Madre de la Iglesia, ayúdanos a dar siempre
razón de la esperanza que habita en nosotros,
confiando en la bondad del hombre y en el Amor del Padre.
Enséñanos a construir el mundo desde adentro:
en la profundidad del silencio y de la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la Cruz.
Santa María, Madre de los creyentes,
Nuestra Señora de Lourdes,
ruega por nosotros.
Oración del Beato Juan Pablo II al finalizar el rezo del Santo Rosario. 14.agosto.2004
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