Matar el error, amar al que yerra
El espiritismo es pecado, y la Iglesia Católica lo prohíbe.
El juego de la copa es pecado hacerlo, porque uno quiere saber cosas que no es necesario saberlas, y así se expone a los engaños de los demonios, ya que los espíritus invocados en estas sesiones de espiritismo no son almas de difuntos, sino demonios. Y sabemos que el demonio es mentiroso desde el principio, porque la verdad no está en él. Entonces no participemos ni siquiera por curiosidad en estos “juegos”, ya que nos exponemos a fuerzas más astutas y poderosas que nosotros, los hombres. Y ya sabemos que quien ama el peligro, perecerá en él.
El mundo está infestado de demonios, y aunque no los vemos y no se hable de ello -porque ese es uno de los grandes logros del Infierno, hacer creer que ellos no existen y que son pocos-, actúan muy fuertemente en la vida de los hombres y son causa de todo el sufrimiento que existe en la humanidad.
Porque Dios no puede querer ningún mal, y Él es Bueno. Si Dios es Bueno y en Él no hay ninguna mal, entonces ¿de dónde viene todo el mal que hay en el mundo? De Satanás y sus demonios. Ellos son la causa de todo el mal de los hombres.
No participemos de estas sesiones de espiritismo y desaconsejemos a nuestros parientes y amigos de que participen, porque el participar ya es pecado grave o mortal.
Seamos cautos porque desde el principio del tiempo se combate una guerra entre la Luz y las tinieblas, entre Dios y Satanás, y nosotros los hombres estamos en medio.
Recordemos que la curiosidad fue lo que perdió a Eva, que andaba merodeando el árbol del conocimiento del Bien y del Mal, y fue tentada por el demonio. También nosotros, cuando queremos saber más de la cuenta, caemos en las manos del Maligno.
Buenos días Magda. Haces muy bien en recordarnos estas cosas.Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Nip... Bendiciones!
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