Mensaje espiritual
Nuestra vida en la tierra debe ser un continuo tender a la santidad y evitar el pecado; tratar de alcanzar el Paraíso y evitar el Infierno. Y Dios y la Virgen no nos han escatimado ayudas para que logremos, si queremos, este objetivo. Una de esas ayudas es el Escapulario del Carmen.
La Virgen ha prometido que quien muera llevando el Escapulario no se condenará.
No es pequeña la promesa, pues toda nuestra vida debe ser un evitar el mal, hacer el bien, para no ir al Infierno. Pero los vaivenes de la vida y del mundo son tan grandes, y el futuro es tan incierto, que en verdad no estamos seguros si seremos capaces de perseverar en el bien hasta el final. ¿Quién sabe si en el último momento de nuestra vida, cuando nos llegue la hora de la muerte, estaremos en gracia de Dios para salvarnos? Por eso la Virgen, sabiendo que lo más importante para un hombre es su salvación eterna, ha querido hacernos esta solemne promesa para los que llevan piadosamente el Escapulario y mueren con él.
El Escapulario son dos pedazos de tela unidos por un cordón que se coloca al cuello, cayendo un pedazo en la espalda y otro en el pecho. También, por justos motivos, puede ser reemplazado por la medalla escapulario, que tiene de un lado al Sagrado Corazón de Jesús, y del reverso a la Virgen del Carmen.
Es en el mes de julio, y especialmente el día dieciséis de ese mes, memoria de Nuestra Señora del Carmen, cuando conviene hacerse imponer el Escapulario por un sacerdote.
Aprovechemos esta promesa de la Santísima Virgen y decidámonos a vestir el santo Escapulario del Carmen para asegurarnos una buena muerte y la protección de la Virgen durante toda nuestra vida.
Visite: www.santisimavirgen.com.ar
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