Apenas ayer llegué tarde a casa del trabajo y mis hijos estaban ya dormidos. Mientras comía algo me di cuenta de que mi hija menor giraba una y otra vez en su cama y parecía tener una pesadilla. Fuí entonces a la habitación y puse mi mano en su cabeza, entonces ella abrió sus ojos, me sonrió y abrazó. Me dijo entonces "creí que no estabas" y entonces cerró sus ojos y con mi brazo sujetado, se durmió.
Me puse a pensar entonces en todas las ocasiones en que no podemos dormir, angustiados por los problemas, un odio, o una situación mas grande que nosotros. Y como todo sería diferente si tan solo antes de acostarnos lo hiciéramos doblando nuestras rodillas, y abrazando el brazo de Jesús.
Ciertamente hay cientos de cosas y situaciones mucho mas grandes que nosotros, sin embargo, debemos recordar que ninguna de esas situaciones será mas grande que Jesús.
Si has estado "durmiendo" pensando que estas en soledad, te aseguro que no es así, y que al lado de tu cama se encuentra Jesús quien vigila cada paso que das, y acaricia tu cabeza diciendote que te ama.
"Vengan a mi los que están cansados, fatigados, agobiados. Yo los haré descansar" dice el Señor. Así que déjate abrazar por Jesús y recibe su paz, su amor y su cariño en este día.
Nota,del Facebook de Rosseta Contreras
Nota,del Facebook de Rosseta Contreras
Que lindas palabras Magda. Una belleza de escrito.
ResponderEliminarBello leerte. Diego.
Preciosa historia. Me encantó la moraleja. Verdadera.
ResponderEliminarUn abrazo mi querida Magda y que tengas un Feliz fin de semana.