Mateo 10:1-7
Reflexión sobre los medallones de bronce dorado
Jesús eligió cuidadosamente a sus doce apóstoles. A veces tenemos la impresión de que a menudo discutían, luchaban por el poder, no entendían algunas enseñanzas, etc... y, sin embargo, son precisamente estas personas las que Jesús eligió para realizar su obra. De hecho, confiaba tanto en ellos que les dio un gran poder, como podemos leer en el Evangelio de hoy. Utilizó a individuos débiles y defectuosos que llegaron a ser grandes, poderosos y las personas más maravillosas. Así como en la lectura de hoy se menciona a cada apóstol por su nombre, también a nosotros se nos llama a cada uno por su nombre.
A lo largo de la historia, los cristianos han expresado y fortalecido su fe a través de rituales públicos, como la celebración de la Eucaristía, pero, por supuesto, la oración y la devoción también tenían lugar en el hogar. Por eso, a lo largo de los siglos, los artistas y artesanos también crearon pequeñas piezas devocionales para el ámbito doméstico. Los doce medallones que contemplamos hoy son un buen ejemplo de ello. Reflejo de la riqueza y el rango del individuo, este tipo de objetos se producían en todos los soportes, desde la vitela al oro, desde el marfil a la plata, ... Tener este tipo de objetos en la casa habría ayudado a la vida de oración de los propietarios.
Cada uno de los apóstoles está representado con un atributo: Andrés con la cruz diagonal, Bartolomé con un cuchillo, Santiago Hijo de Zebedeo con un bastón de peregrino, Santiago Hijo de Alfeo con una sierra, Juan con una serpiente en el cáliz, Pedro con las llaves, Tomás con una regla cuadrada, etc... Cada apóstol individual con un atributo individual, un talento individual, ... cada uno sirviendo a Dios a su manera única.
El número doce era significativo: recordaba a las doce tribus de Israel. Este grupo de doce simbolizaría el Israel renovado que Jesús estaba formando. El número doce aparece en 187 lugares de la Biblia. Sólo en el Apocalipsis aparece 22 veces. El significado del 12, que se considera un número perfecto, es que simboliza el poder y la autoridad de Dios. Por ejemplo, Jacob (Israel) tuvo doce hijos, cada uno de los cuales representaba una tribu iniciada por un príncipe, es decir, 12 en total. Ismael, que nació de Abraham a través de Agar, también tuvo doce príncipes. Otro ejemplo, Dios especificó que se colocaran doce tortas de pan sin levadura cada semana en el templo con incienso junto a cada uno de los dos montones que debían hacerse. A los sacerdotes se les ordenó cambiar el pan cada día de reposo (Levítico 24).
by Padre Patrick van der Vorst
Conjunto de medallones de bronce en relieve de los Doce Apóstoles,
Mediados del siglo XVII, italiano del norte,
Cada medallón está enmarcado en una voluta perforada,
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