Miremos en san José, no solo el amor a Dios, sino también el amor al prójimo.
Si es una misma la caridad con que amamos a Dios que con la que amamos al prójimo, claro está que había de ser inmenso nuestro amor al prójimo como debe serlo el amor a Dios.
Amar al prójimo es aconsejarle bien. San José era el pacificador en todas las contiendas, dando consejos de paz.
Amar al prójimo es socorrerle. Mira cómo san José le da aún de lo necesario, y nadie se vuelve sin una limosnita de felicidad de la presencia del Santo.
Amar al prójimo es sufrirle. ¡Oh!, no hallarás otro Santo que más haya sufrido que san José del prójimo. ¡Y con qué paciencia y mansedumbre!
Amar al prójimo es perdonarle. Mira cómo san José perdona de corazón a todos sus perseguidores, y ora por ellos.
Amar al prójimo es edificarle con nuestras palabras, y sobre todo con nuestros buenos ejemplos. Mira al carpintero de Nazaret, modelo de todas las virtudes, y cómo las gentes acudían en tropel a verle trabajar con su Niño Jesús para admirar su modestia, su humildad, su mansedumbre, su caridad.
Fuerte:
http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2021/03/san-jose-maestro-y-modelo-de-caridad-15.html?m=1
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