Eres establecido sobre la roca de la fe en la resurrección.
“Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos… Se apareció a Pedro y después a los Doce” (1 Cor 15,20.4). Si no crees en el testimonio único, he aquí doce testigos. Si no tienes fe en los doce, cree en los quinientos: “Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo” (1 Cor 15,6). (…)
Existen muchos testigos de la resurrección del Salvador. La luz de la luna llena, sexta noche de plena luna; la roca de la tumba que lo recibe (…); la piedra que corrieron que ha visto directamente al Señor, testigo directo de la resurrección y yace ahí hasta hoy. También los ángeles de Dios por su presencia son testigos de la resurrección del Hijo único.
Pedro, Juan y Tomás y todos los apóstoles. Los primeros porque corrieron al sepulcro y vieron los lienzos que lo habían envuelto en su sepultura, yacer en el suelo después de la resurrección. Los otros, porque palparon sus manos y pies, contemplaron el lugar de los clavos y todos juntos beneficiaron del soplo del Salvador y recibieron la fuerza del Espíritu Santo con el poder y honor de perdonar los pecados.
Otros testigos: las mujeres que se tomaron de sus pies y contemplaron la importancia del temblor de tierra, el esplendor del ángel y los lienzos que Cristo resucitado se había quitado y había dejado ahí. (…) Testigo también fue Pedro, que sin dudas había renegado tres veces pero al que tras la triple declaración, le fue propuesto apacentar a las ovejas místicas. (…)
Entonces, tienes cantidad de testigos
San Cirilo de Jerusalén (313-350)
obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal n°14 (Les catéchèses, coll. Les Pères dans la foi n° 53-54, Migne, 1993), trad.sc©evangelizo.org
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