Amado
Dios, la noche de navidad ya ha pasado, el alba ha llegado y los
primeros rayos de sol anuncian el inicio de un nuevo día. Gracias por
regalarme la dicha de abrir mis ojos, levantar mis brazos y decirte
lleno de alegría: Gracias Dios por el hermoso don de la vida.
Padre,
mi mejor regalo de navidad es mi familia y en tus manos pongo nuestras
vidas, porque estoy convencido de tu infinita bondad. Por favor ayúdanos
a vivir un día lleno de bendiciones, protege nuestros caminos y permite
que todo nos salga bien. Te suplico que nunca nos desampares, pues cada
día que pasa necesitamos más de tu presencia en nuestras vidas.
Gracias
Señor porque tu presencia fortalece mi espíritu, llena mi vida de calma
y tranquilidad pero sobre todo aumenta mi fe. Este día saldré a
afrontarlo lleno de esperanza y optimismo, porque confío plenamente en
Ti y en tu infinita misericordia y sé que serás Tú guiando cada uno de
mis pasos y mis acciones, para que de este modo hoy sea un día de éxito y
victoria.
Y si por algún motivo tuviese que enfrentar una prueba
o mi fe se diezmara, recuérdame que tus planes son perfectos y que bajo
tu amparo todo ha de salir bien. Por mi parte, intentaré ser fuerte y
seguir adelante, pues confío en tus promesas y sé que pronto he de
recibir aquel milagro por el cual he luchado tanto.
Amado Dios,
yo no te pido riquezas ni grandes lujos, lo único que te pido es que
cuides mi hogar, a las personas que amo, que nos des salud, bienestar,
fortaleza y tu bendición para seguir avanzando con dicha por el hermoso
camino de la vida e ir alcanzando en tu nombre cada uno de nuestros
propósitos. Porque tu amor es inagotable y porque Tú siempre escuchas y
respondes a mi oración, yo te amo Señor,
Amén.
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