San José María Escrivá de Balaguer prefería rezar ante imágenes en las que Cristo Crucificado tuviera los ojos abiertos, para contemplar la belleza serena e insuperable de su entrega sin límites.
En esta preciosa talla, Jesús mira hacia abajo (a nosotros), antes de elevar su cabeza al Padre y culminar la Redención. Nuestra respuesta debe ser devolverle ese amor con agradecimiento y cariño, en la medida de nuestras pequeñas posibilidades.
Él nunca nos retira su rostro, aunque nosotros le giremos la cara y demos la espalda, continuamente, porque Dios es siempre fiel.
"Quiero que podamos mirar a esa imagen de Cristo vivo que sufre lleno de paz, por ti, por mí, por todos, para conseguir nuestra redención y nuestro amor.
Al verlo cara a cara, que nos decidamos a reaccionar con una entrega total y sin regateos, aunque tengamos que dejar la vida."
Amén.
viernes, 26 de agosto de 2022
Todos los viernes son Viernes Santo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma