Si Adán pudo llamar a Eva al ser ella sacada de su costilla: "hueso de mis huesos y carne de mi carne" (Gen. 2, 23), ¿no puede la Virgen María aún con mayor derecho llamar a Jesús "Carne de mi carne y Sangre de mi sangre"?
Tomado de la "Virgen intacta", la Carne de Jesús es la carne maternal de María; la Sangre de Jesús es la sangre maternal de María. Así pues, no será nunca posible el separar a Jesús de María.
- Santo Tomás de Aquino
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