"...Encaminaos, pues, desde ahora, hacia la casa de la Madre de Cristo y Madre nuestra, para meditar, bajo su mirada amorosa, sobre el tema de la VI Jornada: "Habéis recibido un espíritu de hijos..." (Rm 8, 15).
¿Dónde se puede aprender mejor qué cosa significa ser hijos de Dios sino a los pies de la Madre de Dios? María es la mejor Maestra. A Ella ha sido confiado un papel fundamental en la historia de la salvación: "Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva" (Ga4, 4).
¿Dónde,
sino en su corazón maternal, se puede guardar mejor la herencia
de los hijos de Dios prometida por el Padre? Llevamos este don
en vasijas de barro. Nuestra peregrinación será, pues, para cada
uno de nosotros, un gran acto de entrega confiada a María.
Iremos a un santuario que, para el pueblo polaco, tiene un
significado muy particular, como lugar de evangelización y de
conversión, hacia el cual confluyen miles de peregrinos
provenientes de todas las partes del país y del mundo. Desde
hace más de 600 años, en el monasterio de Jasna Góra en
Czestochowa, María es venerada en su icono milagroso de la
Virgen Negra. En los momentos más difíciles de su historia, el
pueblo polaco ha encontrado allí, en la casa de la Madre, la
fuerza de la fe y la esperanza, la propia dignidad y la herencia
de los hijos de Dios.
Para todos,
jóvenes del Este y del Oeste, del Norte y del Sur, la
peregrinación a Czestochowa será un testimonio de fe ante
el mundo entero. Será una peregrinación de libertad a través de
las fronteras de las naciones que se abren cada vez más a
Cristo, Redentor del hombre.
Con este
mensaje quiero iniciar el camino de preparación espiritual ya
sea a la VI Jornada mundial de la juventud, ya sea a la
peregrinación a Czestochowa. Estas reflexiones quieren
servir para iniciar este camino que es, sobre todo, de fe, de
conversión y de vuelta a lo esencial en nuestra vida.
A vosotros,
jóvenes de los países del Este europeo, dirijo una palabra de
especial aliento. No faltéis a esta cita que se prevé, desde
ahora, como un encuentro memorable entre las jóvenes Iglesias
del Este y del Oeste. Vuestra presencia en Czestochowa
constituirá un testimonio de fe de enorme significado.
Y vosotros,
queridísimos jóvenes de mi amada Polonia, estáis llamados esta
vez a dar hospitalidad a vuestros amigos que llegarán de todas
las partes del mundo. Para vosotros y para la Iglesia de
Polonia, este encuentro, al cual yo también acudiré, constituirá
un don espiritual extraordinario en este momento histórico que
estáis viviendo, tan lleno de esperanzas para el futuro.
Espiritualmente arrodillado ante la imagen de la Virgen Negra
de Czestochowa, confío a su amorosa protección el entero
desarrollo de la VI Jornada mundial de la juventud."
SAN JUAN PABLO II
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma