Ser santos
¿Ser santo es complicado? No. Ser santo es la cosa más simple, porque se trata de imitar a Dios que es simple.
Si somos simples entonces no tendremos rebuscamientos y seremos agradables a Dios, y Él nos revelará los secretos del Evangelio y las verdades eternas, que solo revela a los sencillos de corazón.
A veces nos parece que no tenemos grandes conocimientos de la Sagrada Escritura, que no somos teólogos ni estudiosos, y creemos con ello que estamos excluidos de la Sabiduría de Dios. Pero bien sabemos que la Sabiduría se concede a los pequeños y humildes, y en cambio de los soberbios y orgullosos escapa. La Virgen cantó en su Magníficat que Dios colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. ¿Y quiénes son estos ricos sino los orgullosos que creen saberlo todo y con su ciencia se creen superiores a los demás?
No. Para conocer a Dios y llegar a la santidad, no es necesario ser eruditos y peritos en la Sagrada Escritura ni en Teología o Filosofía, sino que hay que ser humildes y sencillos, como los pastores que fueron a Belén.
¡A cuantas personas incultas veremos en el Paraíso muy cerca de Dios! ¡Y cuántos sabios en la tierra, estarán más abajo, o quizás en el Infierno, porque su ciencia no les sirvió para hacerse buenos y servidores de los hermanos y de Dios!
No está mal estudiar la Verdad, hacer cursos bíblicos, pero siempre tenemos que conservar la sencillez y la frescura de los pequeños, de los sencillos, entonces Dios nos revelará las cosas escondidas que solo a los pequeños se les revela. Y lo que aprendamos no nos debe llevar a considerarnos superiores a los demás, sino que debe llevarnos a ser más buenos, más perfectos, porque a quien más se le dio, tanto mas se le pedirá.
Siempre la humildad, la sencillez, si queremos ser santos.
Mil gracias por este compartir hermoso creo que ser santo es aquel que cae pero sabe levantarse constantemente ser santo es aquel que sabe morir a si mismo en cada momento del Dia muy unidas en oración y un abrazo
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