1 Así como hay un mal celo de amargura que separa de Dios y lleva al infierno, 2 hay también un celo bueno que separa de los vicios y conduce a Dios y a la vida eterna. 3 Practiquen los monjes este celo con la más ardiente caridad.
4 Es decir, "adelántense para honrarse unos a otros" (Rm 12,10).
5 Tolérense con suma paciencia las debilidades de otros, tanto corporales como espirituales.
6 Obedézcanse unos a otros con perseverancia.
7 Nadie busque lo que le parece útil para sí, sino más bien para el otro.
8 Practiquen castamente la caridad fraterna.
9 Teman a Dios inspirados por el amor;
10 Amen a su abad con una caridad sincera y humilde.
11 No prefieran absolutamente nada a Cristo,
12 que se dignará llevarnos a todos juntos a la vida eterna.
San Benito de Nursia (480-547)
abad, copatron de Europa
Del buen celo que han de tener los monjes, LXXII (La règle des moines, Maredsous, 1962), trad. sc©evangelizo.org
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