Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

miércoles, 31 de mayo de 2023

La Virgen María recibe a su prima en su Corazón

Extractos de las visiones de Maria Valtorta:

En contraste, extrañamente con su evidente vejez, su embarazo es bastante visible, a pesar de su ropa holgada. Ella observa, tapándose los ojos con la mano. Apenas reconoce a María, levanta los brazos al cielo con un “¡Oh! sorprendida y alegre y corre lo más rápido que puede hacia María. También María, que siempre caminaba tan tranquila, ahora corre, ágil como un cervatillo, y llega al pie de la escalera al mismo tiempo que Isabel. Con cálidas efusiones recibe a su prima, que llora de alegría al verla.

Se quedan un momento abrazadas, luego Isabel se separa y suelta un grito, mezcla de dolor y alegría y se lleva la mano sobre el vientre crecido. Inclina la cabeza, palidece y se sonroja alternativamente. María y el siervo extienden sus manos para sostenerla, porque ella se tambalea como si se sintiera mal.

Pero después de permanecer un minuto como si se contemplara a sí misma, Isabel alza el rostro tan radiante que parece rejuvenecida, contempla a María, sonriendo con veneración como si viera un ángel, luego se inclina en un profundo saludo, diciendo: "Bendita tú entre ¡todas las mujeres! ¡Bendito el fruto de tu vientre! » (…)

Dos lágrimas brotan como perlas de los ojos risueños de María hacia sus labios que también sonríen. Con el rostro vuelto hacia el cielo y los brazos en alto –en la actitud que tantas veces tomará su Hijo Jesús– exclama: "Mi alma engrandece al Señor" y continúa su himno tal como ha sido transmitido. Al final, cuando pronuncia el versículo: “Él levanta a Israel su siervo”, etc., junta las manos sobre su Corazón y se arrodilla, postrada en tierra, adorando a Dios.

Extracto de las visiones de Maria Valtorta (21.5)
 

 


San José

El príncipe de este mundo busca el protagonismo y ser el centro de atención, piensa únicamente en sí mismo y su propio interés. Sólo le importan el poder, la imagen y la vanagloria. Tiene como séquito a una multitud que ha vendido su alma al diablo, a quienes instruye en sus malas artes de la mentira. Lucifer brilla, pero no da calor humano.

En contraposición, tenemos a san José: en la sombra, anónimo bienhechor preocupado de servir a los demás, entregado y negándose a sí mismo. Sus seguidores son de Cristo, y sus hechos hablan más que sus palabras. Es un instrumento del amor.
Cuanto más veo los telediarios y escucho las noticias, más me reafirmo en la confianza sólo en Dios, frente a los engaños de este mundo.
Centrémonos en la oración, sin distracciones, y no caigamos en las trampas del enemigo de las almas.
 
 

 

martes, 30 de mayo de 2023

Desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno… y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna


Para los cuales, sin embargo, si siguen los preceptos de Cristo, resultará poco la amistad y se unirán por el amor fraterno. Pues verán y comprenderán que todos los hombres han sido creados por el mismo Dios, Padre común; que todos tienden al mismo fin, que es el mismo Dios, el único que puede dar la felicidad perfecta y absoluta a los hombres y a los ángeles; que, además, todos han sido igualmente redimidos por el beneficio de Jesucristo y elevados a la dignidad de hijos de Dios, de modo que se sientan unidos, por parentesco fraternal, tanto entre sí como con Cristo, «primogénito entre muchos hermanos» (Rm 8,29). De igual manera que los bienes naturales, los dones de la gracia divina pertenecen en común y generalmente a todo el linaje humano, y nadie, a no ser que se haga indigno, será desheredado de los bienes celestiales: «Si hijos, pues, también herederos; herederos ciertamente de Dios y coherederos de Cristo» (Rom8,17).

 

 León XIII (1810-1903)
papa 1878-1903
Carta encíclica «Rerum novarum», 20 - Copyright © Libreria Editrice Vaticana

lunes, 29 de mayo de 2023

María, modelo y Madre de la Iglesia


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
y glorificarte como es debido
en esta celebración de la Virgen María.
Ella, al aceptar tu Palabra con su corazón inmaculado,
mereció concebirla en su seno virginal
y, al dar a luz a su propio Creador,
preparó el nacimiento de la Iglesia.
Ella, aceptando junto a la cruz el testamento del amor divino,
adoptó como hijos
a todos los hombres nacidos a la vida sobrenatural
por la muerte de Cristo.
Ella, unida a los Apóstoles
en espera del Espíritu Santo prometido,
asoció su oración a la de los discípulos
y se convirtió en modelo de la Iglesia orante.
Elevada a la gloria de los cielos,
acompaña a la Iglesia peregrina con amor maternal,
y con bondad protege sus pasos hacia la patria del cielo,
hasta que llegue el día glorioso del Señor.
 
 
Misal Romano
Prefacio de la Santísima Virgen María V

 


sábado, 27 de mayo de 2023

Cuando el Espíritu Santo reconoce a María en un alma, ¡vuela hacia ella!

Cuando María ha echado sus raíces en un alma, produce en ella maravillas de gracia, que solo Ella puede producir, porque solo Ella es la Virgen fecunda que nunca ha tenido ni tendrá igual en pureza y fecundidad.


María ha producido, con el Espíritu Santo, lo más grande que ha sido y será, que es un Dios-Hombre y, en consecuencia, producirá las cosas más grandes que habrá en los últimos tiempos. A Él está reservada la formación y educación de los grandes santos que habrá en el fin del mundo, porque solo esta Virgen singular y milagrosa puede producir, en unión con el Espíritu Santo, cosas singulares y extraordinarias.

Cuando el Espíritu Santo, su Esposo, la reconoce en un alma, vuela hacia ella, entra en ella de lleno, se comunica con esta alma abundantemente, pues María le da un lugar a su Esposo; y una de las grandes razones por las que el Espíritu Santo no obra ahora maravillas sorprendentes en las almas, es porque no encuentra en ellas una unión suficientemente estrecha, fiel e indisoluble, con su Esposa.


San Luis María Grignion de Montfort

Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, números 35 y 36.
 
 

 

Jesús le respondió: “Tú sígueme”

(Jn 21,22)
 
[“Levántate, amada mía, y ven hermosa mía. Paloma mía” (cf. Ct 2,13-14)]. La naturaleza divina lleva al alma humana a participar de ella y la trasciende por su altura en el bien. El alma crece siempre en su participación a lo trascendente y no cesa nunca de ampliarse. Pero el bien divino del que participa, permanece el mismo, manifestándose trascendente al alma que participa cada vez más.
 
Vemos así al Verbo guiar a la Esposa hacia las cimas, con ascensiones en la virtud, como en la subida de una escalera. El Verbo le envía primero un rayo de luz por la apertura de los profetas y la trama de los mandamientos de la Ley. Le pide aproximarse a la luz y devenir bella, tomando en la luz la forma de una paloma. Luego, cuando ella ya tuvo parte de sus bienes en toda la medida de su capacidad, como si todavía no hubiera participado de sus bienes, la atrae de nuevo para la participación de la belleza trascendente. En la medida que progresa hacia lo que surge delante de ella, su deseo aumenta. El exceso de bienes trascendentes que se manifiestan, le hace creer que está al comienzo de su ascensión.
 
Por eso el Verbo dice de nuevo “Levántate” a la que ya se levantó y “Ven” a la que ya vino (cf. Ct 2,13). El que se levanta así, no terminará nunca de levantarse. El que corre hacia el Señor no se agotará nunca en recorrer el espacio de la carrera divina. Siempre hay que levantarse y nunca dejar su carrera, cada vez que el Verbo dice “Levántate” y “Ven”, él nos da la fuerza para subir más alto.
 
 
San Gregorio de Nisa (c. 335-395)
monje, obispo
Homilía sobre el Cantar de los Cantares (La Colombe et la Ténèbre, Cerf, 1992), trad. sc©evangelizo.org
 

viernes, 26 de mayo de 2023

¿Me amas más que a éstos?

 – Apacienta mis corderos.” (Jn 21,15)

¡Imitemos a los apóstoles en sus virtudes y no nos quedaremos atrás! En efecto, no son sus milagros que los constituyeron en apóstoles, sino la santidad de su vida. En ella se reconoce al discípulo de Cristo. El Señor mismo nos ha señalado con este signo. Cuando quiso hacer el retrato de sus discípulos y revelar el signo que los distinguiría, dijo: “En esto reconocerán que sois mis discípulos”. ¿Sería por los prodigios que obraban, por los muertos que resucitaban? De ninguna manera. Entonces ¿por qué? “Por el amor que os tengáis los unos a los otros reconocerán todos que sois discípulos míos” (Jn 13,35).
 
Ahora bien, el amor no es cuestión de milagros sino simplemente de virtud: “El amor cumple todo la ley ...” (Rm 13,10).Tened amor unos a los otros y así os pareceréis a los apóstoles, estaréis en el primer puesto. “Si tú me amas, dice Jesús a Pedro, apacienta mis corderos”. Aquí, prestad atención, se valora la virtud, el celo, la compasión, el trabajo de guiar, el olvido de los propios intereses, la preocupación por cumplir con la tarea de la carga pastoral; todo esto es fruto de la virtud, del amor, no de los milagros y prodigios sino del amor.
 
 
San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia evangelizo.org
 



miércoles, 24 de mayo de 2023

Espíritu Santo

 


Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre,
pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
 

María Auxiliadora

 

Madre, auxílianos

en el dolor y la tristeza.

Que a nadie le falte tu amor

y tu consuelo.

Ruega por nosotros

y por todos los que sufren.

Gracias, Madre buena

 

F.Negrete

martes, 23 de mayo de 2023

Espíritu Santo



llamado Paráclito, 

don de Dios altísimo, 

fuente viva, fuego, 

caridad y espiritual 

unción.

lunes, 22 de mayo de 2023

Santa de lo Imposible.



Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tanta compasión y amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier cosa que le pidas.
A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para la más grande gloria de Dios, por la divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:


(Mencione ahora su petición) 
 
Obtén para nosotros nuestra petición

Por los singulares méritos de tu infancia,
Por la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada,
Por el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo,
Por el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por tu milagrosa entrada al Convento,
Por las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador Crucificado;
Por el amor divino que consumió tu corazón,
Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro años, Por la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino Esposo,
Por el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida.


Oremos
Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su súplica lo que es imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compasionado amor y firme confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socórrenos en nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Ruega por nosotros, O Sagrada Santa Rita, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 

domingo, 21 de mayo de 2023

Solemnidad de la Ascensión del Señor

"Cristo, el Ungido, sube al cielo,

deja al mundo en su paz, su cercanía,
en cuerpo y sangre está en la Eucaristía
y es el sustento del piadoso anhelo.
 
Arrastra con la estela de su vuelo
la esclavitud y la melancolía,
recuperan los seres la alegría,
convierte en esperanza el desconsuelo.
 
Por milagro de amor se da cautivo
en el pan y en el vino consagrados;
es el legado de su despedida.
 
Por su entrega total bajo el olivo
enraíza en desiertos rescatados
y es el Camino, la Verdad, la Vida.
 
Asciende victorioso el Sembrador,
su deidad ha quedado esclarecida,
es el Mesías Bienaventurado.
 
Es el Hijo alabado, el Redentor
del alma esclavizada, envilecida
en el abatimiento del pecado.
 
Nació Jesús del barro desahuciado
con energía resucitadora,
fue rocío engendrado en alta aurora,
es príncipe en el árbol venerado.
 
Sobre montes y mares se ha elevado
dejando la Señal libertadora,
en el Sagrario es Vida ensalzadora,
y a la diestra de Dios está sentado.
 
Es justicia en la bóveda celeste,
vestido de poder y majestad,
y su nombre supera todo nombre.
 
Es Rey de Norte a Sur, de Oeste a Este,
espléndido derrama caridad
y reza alegre el corazón del hombre."
 
 
Poema: Emma-Margarita R. A.-Valdés
Cuadro: John Singleton Copley, La Ascensión, 1775, óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes de Boston © Wikimedia.
 

 

“El trono de María es la Cruz”

 Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano -no hay dolor como su dolor-, llena de fortaleza. -Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz. (Camino, 508)


El trono de María, como el de su hijo, es la Cruz. Y durante el resto de su existencia, hasta que subió en cuerpo y alma a los Cielos, es su callada presencia lo que nos impresiona. San Lucas, que la conocía bien, anota que está junto a los primeros discípulos, en oración. Así termina sus días terrenos, la que habría de ser alabada por las criaturas hasta la eternidad.

¡Cómo contrasta la esperanza de Nuestra Señora con nuestra impaciencia! Con frecuencia reclamamos a Dios que nos pague enseguida el poco bien que hemos efectuado. Apenas aflora la primera dificultad, nos quejamos. Somos, muchas veces, incapaces de sostener el esfuerzo, de mantener la esperanza. Porque nos falta fe: ¡bienaventurada tú, que has creído! Porque se cumplirán las cosas que se te han declarado de parte del Señor (Lc I, 45.). (Amigos de Dios, 286) 
San Josemaría
 


 

sábado, 20 de mayo de 2023

Sábado de María

 Perdón María porque sola te dejamos, porque no queremos nuestro pequeño calvario, perdón por preferir sólo vivir para mí, lleno de egoísmos y de vacíos, perdón por decir que mi cruz es pesada, si tú por mí haz sido también clavada...

 https://twitter.com/DivineMercyEsp


La oración es la fuente de nuestra felicidad


Mis hermanos, nada más consolador para nosotros que las promesas que Jesucristo nos hace en el Evangelio: todo lo que pediremos al Padre en su Nombre, nos lo acordará (cf. Jn 16,23). No sólo nos permite de pedirle lo que deseamos, sino que nos lo manda, nos lo ruega. Dijo a sus discípulos “Ya hace tres años que estoy con ustedes y no me piden nada. Pídanme, para que su alegría sea perfecta” (cf. Jn 16,24). Esto nos muestra que la oración es la fuente de todos los bienes y toda la felicidad que podemos esperar sobre la tierra.
Según esto, hermanos, si somos tan pobres, tan faltos de luz y de los bienes de la gracia, es porque no rezamos o rezamos mal. (…) No nos asombremos que el demonio haga todo lo posible para que no realicemos nuestras oraciones o para inducirnos a que las realicemos mal. Él comprende cuanto el infierno teme a la oración y, también, que es imposible para Dios rechazar lo que le pedimos en la oración. ¡Cuántos pecadores saldrían del pecado si tuvieran la felicidad de recurrir a la oración! (…) Una oración bien hecha es un aceite perfumado que se difunde en toda nuestra alma y ella ya puede sentir la felicidad que gozan los bienaventurados en el cielo.

San Juan María Vianney (1786-1859)
presbítero, párroco de Ars
Sermón para el 5º Domingo de Pascua (Sermons de Saint Jean Baptiste Marie Vianney, Curé d'Ars, II, Ste Jeanne d'Arc, 1982), trad. sc©evangelizo.org

 

viernes, 19 de mayo de 2023

Esa tristeza se convertirá en alegría

(Jn 16,20)

[Santa Hildegar de presenta una visión en la que vicios y virtudes dialogan]
 
-Tristeza: “¡Qué pena! ¿Por qué fui creada, por qué estoy en vida? ¿Quién me ayudará? ¿Quién me liberará? Si Dios me conociese, yo no correría tantos peligros. Me fié de Dios pero no me ha dado la felicidad. Aunque me regocije con él, no aleja de nosotros las penas…Si es mi Dios, ¿por qué me priva de su gracia? Si me diera un bien, lo sabría. Mas no sé lo que soy. Creada en la desgracia, nacida en la desgracia, vivo sin consuelo. ¿Para qué sirve una vida sin alegría?”
 
-Alegría celestial: “Dios creó al hombre pleno de luz… ¡Considera qué prosperidad dio Dios al hombre! ¿Quién te da lo que tienes si no Dios? Cuando la salvación está acá por ti, dices que es una maldición y cuando todo va bien, dices que todo va mal. Alabo todas las obras de Dios, ellas son para ti fuente de pena. Mientras tú estás triste en todas tus acciones, yo confío a Dios mis tristezas. En cierta tristeza, hay alegría; cierta alegría, no beneficia…
 
(…) Sin el soplo espiritual todas las fuerzas vivas se secan. Un alma triste recibe todo con tristeza y no desea encontrar ninguna alegría. No llama a un amigo con alegría, no calma al enemigo, se esconde en el agujero de las penas porque tiene miedo de todos los que pasan. Está como muerta, porque no aspira al cielo.

 Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179)
abadesa benedictina y doctora de la Iglesia
El Libro de las Obras Divinas, 6 (in “Hildegarde de Bingen, Prophète et docteur pour le troisième millénaire”, Béatitudes, 2012), trad. sc©evangelizo.org

jueves, 18 de mayo de 2023

Cuando Jesús vuelva

Jesús no revela plenamente el Espíritu Santo hasta que él mismo no ha sido glorificado por su Muerte y su Resurrección. Sin embargo, lo sugiere poco a poco (…). A sus discípulos les habla de él abiertamente a propósito de la oración (cf. Lc 11, 13) y del testimonio que tendrán que dar (cf. Mt 10, 19-20).

Solamente cuando ha llegado la hora en que va a ser glorificado Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres: El Espíritu de Verdad, el otro Paráclito, será dado por el Padre en virtud de la oración de Jesús; será enviado por el Padre en nombre de Jesús; Jesús lo enviará de junto al Padre porque él ha salido del Padre. El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, permanecerá con nosotros; nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de Él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo. En cuanto al mundo, lo acusará en materia de pecado, de justicia y de juicio.
 
 
Catecismo de la Iglesia Católica
§ 728-729 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana)

martes, 16 de mayo de 2023

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA DE SAN EFRÉN DE SIRIA


 
Mi santísima Señora, Madre de Dios, llena de gracia, 
tú eres la gloria de nuestra naturaleza, 
el canal de todos los bienes, 
la reina de todas las cosas después de la Trinidad..., 
la mediadora del mundo después del Mediador; 
tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo, 
la llave que nos abre las puertas del paraíso, 
nuestra abogada, nuestra mediadora. 
Mira mi fe, 
mira mis piadosos anhelos y acuérdate de tu misericordia y de tu poder. 
Madre de Aquel que es el único misericordioso y bueno, 
acoge mi alma en mi miseria y, por tu mediación, 
hazla digna de estar un día a la diestra de tu único Hijo.
 

domingo, 14 de mayo de 2023

Yo pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad


“Dios es espíritu” dice el Señor a la Samaritana…; puesto que Dios es invisible, incomprensible e infinito, no está ni sobre un monte, ni en el templo en que Dios debe ser adorado (Jn 4, 21-24). “Dios es espíritu” y un espíritu no se puede circunscribir ni tener al alcance de la mano; por la misma fuerza de su poder, está en todas partes y no está ausente de ningún lugar; por sí mismo sobreabunda en todas las cosas. Por ello es preciso adorar en el Espíritu Santo al Dios que es espíritu…
 
El apóstol Pablo no quiere decir otra cosa cuando escribe: “El Señor es espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, hay libertad” (2C 3,17)… Que se acaben pues los argumentos de los que rechazan al Espíritu. El Espíritu Santo es uno, derramado por todas partes, iluminando a todos los patriarcas, los profetas y a todo el coro de aquellos que han participado en la redacción de la Ley. Fue él quien inspiró a Juan el Bautista ya desde el seno de su madre; fue, en fin, derramado sobre los apóstoles y todos los creyentes para que conozcan la verdad que les es dada gratuitamente.
 
¿Cuál es la acción del Espíritu en nosotros? Escuchemos las palabras del mismo Señor: “Tengo todavía muchas cosas por deciros, pero ahora no las podríais soportar. Os conviene que yo me vaya, porque si me voy os enviaré un defensor…, el Espíritu de la verdad que os hará conocer la verdad entera” (Jn 16,7-13)… En estas palabras se nos revelan tanto la voluntad del dador, como la naturaleza y el papel a desempeñar de aquel que nos va a dar. Porque nuestra flaqueza no nos permite conocer ni al Padre ni al Hijo; el misterio de la encarnación de Dios es difícil de comprender. El don del Espíritu Santo, que por su intercesión se hace nuestro aliado, nos ilumina…
 
Ahora bien, este don único que está en Cristo se nos ofrece a todos en plenitud. No falta en ninguna parte, pero se da a cada uno según la medida del deseo del que lo quiere recibir. Este Espíritu Santo permanece en nosotros hasta la consumación de los siglos, es nuestra consolación en la espera, nos es garantía de los bienes de la esperanza que ha de venir, es la luz de nuestros espíritus y el esplendor de nuestras almas.
 
 
San Hilario (c. 315-367)
obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia
La Trinidad, 2, 31-35 evangelizo.org

 


 

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos...

En el Evangelio de Hoy, Jesucristo nos habla con mucha intimidad y claridad. Amar al Señor significa cumplir sus mandamientos, pues el amor auténtico se manifiesta en las obras.

El Señor conoce nuestras debilidades humanas y por eso nos vivifica y ayuda con el don del Espíritu Santo. Quienes aman a Dios tienen la gracia de reconocer sus manifestaciones de amor en la sencillez y simplicidad de la vida cotidiana.
 
La misión del Espíritu Santo consiste en generar armonía y obrar la paz en situaciones diversas y entre individuos diferentes. 
 
En la Iglesia de Jesús necesitamos urgentemente una calidad nueva en nuestra relación con él. Necesitamos comunidades cristianas marcadas por la experiencia viva de Jesús.
Todos podemos contribuir a que en la Iglesia se sienta y se viva a Jesús de manera nueva. Podemos hacer que sea más de Jesús, que viva más unida a él. ¿Cómo? Jesús habla de una experiencia nueva que hasta ahora no han conocido sus discípulos mientras lo seguían por los caminos de Galilea: “Sabréis que yo estoy con mi Padre y vosotros conmigo”. 
 
Esta es la experiencia básica que sostiene nuestra fe. En el fondo de nuestro corazón cristiano sabemos que Jesús está con el Padre y nosotros estamos con él. Esto lo cambia todo.


https://www.javerianos.org/.../766-si-me-amais-guardareis...

Imagen: @FanoPatxi
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