Son tantos los deseos por el alma acumulados,
son tantos los sueños que ha albergado,
que basta un silencio en el que Dios habla
para que todo quede en la nada.
Porque más allá de lo que el corazón propone,
por encima de las ilusiones del alma,
tan sublime es lo que en Dios se esconde
que todo lo soñado es nada.
Y si la razón a tan alto nivel se elevara
que creyera conocer todos los misterios,
bastará, del Espíritu, un simple aliento
para descubrir que todo su saber es nada.
Que habrá habido humanas hazañas
que el asombro hayan dejado por legado,
pero desde que Dios se hizo humano,
como esa, todo lo demás es nada.
Y no pretenda el alma abarcar lo Increado,
pues nunca fue el siervo más que el amo.
Conténtese con ser, de Dios, humilde morada
en la que el Todo, para ello, se hace nada.
Y si nada es con lo que nacemos,
salvo alma y vida, que nos son dadas,
daremos gracias por lo que tenemos,
pues todo, sin Dios, es nada.
Madrid, España
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma