Este es el único "encuentro bilateral" que importa: con Cristo Vivo y Resucitado, presente verdaderamente el Santísimo Sacramento del altar.
Lo demás es vanitas vanitatis: vanidad de vanidades.
No se puede servir a dos señores a la vez: o bien se sigue a Jesús el cordero de Dios hecho hombre, o al príncipe de este mundo y sus marionetas, sicarios de la mentira y del mal.
Solo Dios basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma