Das un paso, y hay
Pascua.
Tu propio paso, como
el de Jesús, un paso humano, un paso divino.
Podés elegir:
Dar un paso al
frente y ser valiente, sin miedo a decir "soy yo".
Dar un paso al
costado y correrte de un lugar de dolor, de castigo, de inferioridad.
Dar un paso y
alejarte del precipicio.
Dar el paso de
declarar la paz.
Dar el paso de
regresar a tu ser más original.
Pasar de largo
cuando quieren hacerte enojar.
Dejar de andar de
paso, y encontrar tu espacio.
Asumir lo que te
pasó.
Dejar pasar y
perdonar. Pedir perdón por lo que pasó.
Dejar que te pase lo
que nunca te pasa. No esperar que pase: hacer que pase.
Pasar un rato con
alguien. Pasar la vida con alguien.
Repasar los pasos
que diste, y volver a pasar.
Pasar lo pisado y
pisar lo pasado.
Pasar de la protesta
a la propuesta.
No pasarte de
vueltas. Aceptar que todo pasa.
No "estar de
paso" por la vida: pasar y dejar huellas.
Seguirle el paso a
la vida.
Acompañar a alguien
en sus primeros pasos. O en sus últimos pasos.
Crecer a pasos
agigantados. O crecer pasito a pasito. Pero crecer igual.
Pasar las mil y una.
Y seguir pasando, a pesar de todo.
Encontrar un
pasadizo y salir.
Hacer que se le pase
a alguien el hambre, el frío, la tristeza.
Dar un paso de fe, y
caminar sobre el agua.
Dar un paso de
esperanza, y saber que habrá una mano extendida cuando dudemos.
Dar un paso de amor,
y abrazarnos en el hogar.
Pasar de la muerte a
la vida.
Resucitar.
Pascua es paso.
Elegí cuál vas a
dar, y la Pascua será Feliz
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