Hoy durante la Misa vivirás dos silencios profundos, tal vez eternos,
que representan tu vida; quizás no te hayas dado cuenta, no los valores, pero
representan tu vida.
El primero, es cuando el sacerdote te invita a reconocer tus pecados, un silencio que por desgracia a veces dura segundos, pero que en nuestro corazón sabemos que debería durar horas... tomar conciencia de mi condición de pecador, quién soy, cuántas veces he caído... prepararme para acoger en mi casa a Cristo como lo hicieron tantas almas en el Evangelio. Es un preparar mi casa.
El segundo silencio, el Gran Silencio, es el que sigue a la Comunión. De nuevo, hay muchas prisas por terminar, pero qué hermoso sería si en silencio, aislándome de la realidad, me pudiese quedar junto a Jesús platicándole y dándole gracias por haber venido a mi alma. Sí, es Dios Vivo y Verdadero el que te visita. Si tienes fe, ¿no limpiarías tu casa y platicarías con Él hasta el atardecer?
Abraza a Cristo en estos silencios y tu corazón se transformará.
El primero, es cuando el sacerdote te invita a reconocer tus pecados, un silencio que por desgracia a veces dura segundos, pero que en nuestro corazón sabemos que debería durar horas... tomar conciencia de mi condición de pecador, quién soy, cuántas veces he caído... prepararme para acoger en mi casa a Cristo como lo hicieron tantas almas en el Evangelio. Es un preparar mi casa.
El segundo silencio, el Gran Silencio, es el que sigue a la Comunión. De nuevo, hay muchas prisas por terminar, pero qué hermoso sería si en silencio, aislándome de la realidad, me pudiese quedar junto a Jesús platicándole y dándole gracias por haber venido a mi alma. Sí, es Dios Vivo y Verdadero el que te visita. Si tienes fe, ¿no limpiarías tu casa y platicarías con Él hasta el atardecer?
Abraza a Cristo en estos silencios y tu corazón se transformará.
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Muy cierto, Ojalá los aprovechásemos a totalidad. Estoy de acuerdo en que se transformaría nuestro corazón.
ResponderEliminarUn saludo en Cristo