(Mt 11,28-29)
Dios es perfecto en todo sentido. Imposible encontrar en él algo que no sea infinitamente bueno. Es sabio, prudente, fiel, bueno, liberal. Es bello, manso, no desprecia nada de lo que ha creado, está sin cesar atento a nosotros gobernándonos con suavidad y respeto. Es paciente, está exento de los movimientos desreglados de las pasiones, tiene todo lo que amamos en las criaturas. Todo está reunido en él, para siempre, de una forma infinitamente perfecta. No tiene ninguno de los defectos que nos pueden alejar o desagradar de los objetos creados. ¿De dónde proviene que no lo amemos totalmente? (…)
Dios es perfecto en todo sentido. Imposible encontrar en él algo que no sea infinitamente bueno. Es sabio, prudente, fiel, bueno, liberal. Es bello, manso, no desprecia nada de lo que ha creado, está sin cesar atento a nosotros gobernándonos con suavidad y respeto. Es paciente, está exento de los movimientos desreglados de las pasiones, tiene todo lo que amamos en las criaturas. Todo está reunido en él, para siempre, de una forma infinitamente perfecta. No tiene ninguno de los defectos que nos pueden alejar o desagradar de los objetos creados. ¿De dónde proviene que no lo amemos totalmente? (…)
Dios no sólo es perfecto sino que es la fuente de toda perfección. Sólo de él se la puede obtener y eso se realiza estudiándola, considerándola: “Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3,2). Será en el cielo y, en esta vida, nos aproximaremos más de esta semejanza cuanto más consideremos a Dios. (…)
Jesús, tanto como pueda, quiero seguir sus ejemplos y máximas, únicos que pueden conducirme a usted y sacarme de la niebla de la ignorancia y de los errores en los que mis pasiones podrían precipitarme
San Claudio de la Colombière (1641-1682)
jesuita
Diario espiritual (Écrits spirituels, col. Christus 9, DDB, 1982).evangelizo.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma