Vamos llegando al final del Adviento y la Navidad está a pocos días... María, la mujer del Sí, nos trae en su seno virginal a Jesús, el Santo de Dios.
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Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas, ¡Ven, no tardes tanto!
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"¿Quieres ser aquí en la tierra el juguete de este Niño? ¿Quieres agradarle? Estate siempre en su mano. Ya sea que te acaricie, o que te acerque a su pecho, o que a veces te abandone, muéstrate siempre contento".
Santa Teresa de Lisieux, "El Divino Mendigo de Navidad"
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EN EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN, EL CORAZÓN DEL HIJO SE UNIÓ A CORAZÓN DE SU MADRE PARA SIEMPRE.
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