Después de la Encarnación, una piedad renovada, la de la Sagrada Familia
José y María fueron educados en el espíritu patriótico y religioso de su pueblo, pueblo elegido para llevar el nombre de Yahvé a las naciones. (…)
Es el Dios de Abraham quien se muestra en Mambré y le asegura una posteridad más numerosa que las estrellas del cielo. “Desde ahora todos los pueblos lo incluirán entre sus bendiciones”.
Con Jesús en casa, hay que introducir en la piedad de José y María una nota particular respecto a la de su primera formación: la de la ternura. Una cercanía e intimidad inesperadas se les manifestaron en la Encarnación y ahora pueden ver con sus propios ojos la Sabiduría que juega entre los hombres y se deleita en estar con ellos. La infancia de Jesús debió de ser para sus padres, con el asombro de los caminos de Dios, una adaptación al espíritu no legalista de la Nueva Alianza.
En esto, sin duda, tuvieron que decidir “dentro” en relación con la forma de piedad circundante, observando prácticas comunes “afuera”, para mantener el secreto y la solidaridad con el resto del pueblo.
José y María fueron educados en el espíritu patriótico y religioso de su pueblo, pueblo elegido para llevar el nombre de Yahvé a las naciones. (…)
Es el Dios de Abraham quien se muestra en Mambré y le asegura una posteridad más numerosa que las estrellas del cielo. “Desde ahora todos los pueblos lo incluirán entre sus bendiciones”.
Con Jesús en casa, hay que introducir en la piedad de José y María una nota particular respecto a la de su primera formación: la de la ternura. Una cercanía e intimidad inesperadas se les manifestaron en la Encarnación y ahora pueden ver con sus propios ojos la Sabiduría que juega entre los hombres y se deleita en estar con ellos. La infancia de Jesús debió de ser para sus padres, con el asombro de los caminos de Dios, una adaptación al espíritu no legalista de la Nueva Alianza.
En esto, sin duda, tuvieron que decidir “dentro” en relación con la forma de piedad circundante, observando prácticas comunes “afuera”, para mantener el secreto y la solidaridad con el resto del pueblo.
Tomado del libro A la découverte d’un prince discret, Saint Joseph (Descubriendo a un príncipe discreto: san José”).
Enciclopedia Mariana
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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