La muerte despoja al hombre de todos los bienes de este mundo. ¡Qué espectáculo el ver echar de su propio palacio a un príncipe que no ha de volver a entrar mas en él, y a otros al mismo tiempo tomar posesión de sus muebles, de sus tesoros, de todos sus bienes!
Sus servidores le dejan llevar al sepulcro con un vestido que cubre apenas su desnudez. Ni una persona hay que haga caso de él, ni que le adule; ni aun se atiende a su voluntad postrera.
Preparación para la muerte.
Consideración II
San Alfonso María de Ligorio
lunes, 22 de abril de 2024
La muerte
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