Consuelo de los que sufren.
Oh San José, toda tu vida estuvo marcada por el sufrimiento: exilio, trabajo, pobreza. Pero tu corazón era feliz y tu alma siempre serena.
Ayúdame oh San José, a darme cuenta de que la vida eterna y no el dolor, es la verdadera vocación del hombre. Presérvame ahora y siempre del llanto de los que no tienen esperanza
SAN JOSÉ TU SABES HACER POSIBLE LO QUE PARECE IMPOSIBLE.
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Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma