Señor, camino con valentía ante los nuevos desafíos que me va
presentando la vida sabiendo que Tú intervienes en cada paso que doy.
Necesito que tu amor me acompañe con todas tus fuerzas para así
asumir mis compromisos con valor y entusiasmo. Tú eres el motor de mi corazón.
Toma mis manos, prepáralas para la atención y el servicio. Como
dijo San Juan de la Cruz: "en el atardecer de la vida seremos juzgados en
el amor".
Aquí me tienes Señor, quiero servirte con amor, ver tu rostro en
los más necesitados y hacerles sentir tu cercanía y tu apoyo incondicional.
Para no fallarte, necesito de tu poder sanador, ser fiel a tus
mandatos y estar lleno de tu bondad para poder irradiar esperanza y consuelo.
Sólo Tú, Dios de mi vida, llenas de pureza mi alma. Obras son
amores, y quiero que mis obras sean en el mejor regalo de amor que pueda
ofrecerte.
Gracias por tu actuación poderosa en mi vida, por darme parte de tu
Gloria y por dirigir mis pasos con sabiduría. Quédate siempre cerca de mí.
Cuento con tu bendición y tu gracia que me bastan para entregar tu
amor a todos los demás. Confío en tu poder hoy, mañana y siempre.
Amén
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