Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

jueves, 12 de enero de 2023

Evangelio del día

Marcos 1:40-45
Compadecido, Jesús tocó al leproso y lo curó.
 
Reflexión sobre el grabado

Una de las primeras palabras que notamos al leer el Evangelio de hoy es queSintiendo lástima por él, Jesús le tendió la mano y le tocó'. Jesús estaba lleno de compasión. No se limitaba a curar a la gente por obligación o para que escucharan lo que tenía que decir... Jesús sentía auténtica compasión por la gente. Se preocupaba por la gente y sus necesidades. Cuando el leproso se le acercó, estaba realmente conmovido y molesto por la situación. Jesús no dudó ni un segundo en curar. DijoPor supuesto que quiero curarte' y luego tocó al hombre.

Pero no se trataba de un hombre cualquiera: Jesús tocó a un leproso. Tocó a alguien gravemente enfermo y contagioso. Los espectadores debieron ver con horror cómo Jesús extendía la mano. Al hacerlo, Jesús entró en el dolor físico y los síntomas de la enfermedad del leproso. Jesús se expuso a la enfermedad. Probablemente, el leproso no había sido tocado en años, por lo que el contacto de Jesús habría tenido para él tanta importancia como la curación misma.

Cristo nos toca... pero nosotros también podemos tocar a Cristo... En palabras del Papa Francisco: "Tocamos la carne de Cristo en los marginados, hambrientos, sedientos, desnudos, encarcelados, enfermos, desempleados, perseguidos, en busca de refugio".

En nuestro grabado alemán de 1535, vemos al leproso que vive fuera de las murallas de la ciudad y que aparece representado a la izquierda. Era un marginado, no formaba parte de la sociedad. Vemos el momento en que Jesús lo toca y lo cura. Las dos manos de Jesús y del leproso interactúan maravillosamente, y la mano derecha del leproso ocupa el centro del grabado, ilustrando cómo tendió la mano a Jesús en señal de gratitud.

by Patrick van der Vorst

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...