¡Oh Jesús, la verdadera libertad de los ángeles y paraíso de delicias!
Acordaos del horror y la tristeza con que fuisteis oprimido, cuando Vuestros enemigos como leones furiosos, os rodearon con miles de injurias: salivazos, bofetadas, laceraciones, arañazos y otros suplicios inauditos.
Os atormentaron a su antojo. En consideración a estos tormentos y a las palabras injuriosas, Os suplico.
¡Oh mi Salvador, y Redentor! que me libréis de todos mis enemigos visibles e invisibles y que bajo Vuestra protección, hagáis que yo alcance la perfección de la salvación eterna.
Amén.
oracionescatolicas.org
Me gusto mucho esta pagina y el nombre de ella como tal
ResponderEliminarMuchas gracias! Saludos desde Paraguay!
EliminarMe gusto mucho esta pagina y el nombre de ella como tal
ResponderEliminarGracias por pasar por el blog! Un abrazo desde Paraguay!
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