Señor Jesús, venimos a solicitar la ayuda y la protección de San José, para confiar su solicitud paternal sobre nuestra Iglesia, sus sacerdotes, sus diáconos, sus consagrados, todas las familias y todos sus miembros.
Confiamos a tu intercesión la situación de los cristianos perseguidos, en particular los de Medio Oriente, protégelos de todas las formas de terrorismo, la violencia y la guerra.
San José, servidor prudente de Jesús y María en las rutas del éxodo, haz que seamos cercanos a los excluidos, a los errantes, a los extranjeros. Ayúdanos a comprender que el amor no tiene fronteras y que cada uno de nosotros es responsable de nuestros hermanos y hermanas.
Te suplicamos fervientemente que hagas surgir una nueva generación de testigos del Evangelio. Por tu oración, suscita vocaciones sacerdotales y religiosas.
Sostén la fidelidad de las personas que se han consagrado mediante los consejos evangélicos así como el compromiso misionero de las familias en el corazón de nuestro mundo.
San José, en este día, te consagramos a la Iglesia, nuestras familias y nuestras comunidades, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma