Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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lunes, 27 de enero de 2014

Mis limosnas me han salvado.


"Mientras rezaba en mi habitación, vi aparecer ante mí una especie de torbellino de fuego, sobre el que se sostenía un hombre que conocía mucho que había muerto. Cuando le reconocí, tuve un movimiento de sorpresa y turbación interior. ¡Era esta ilusión o subterfugio diabólico? Me santigué y la paz invadió mi alma; después pregunté a este hombre si quería repetir conmigo: "Jesús; María y José, yo os amo "; el lo hizo.
Este hombre había tenido una espantosa reputación. No era creyente y
despreciaba la religión. Se le había llamado libertino, sin escrúpulos, incapaz de una buena acción, duro hacia sus empleados y familia, jugador, en fin, se le había cargado con todos los pecados. Había muerto en un accidente, sin haber tenido tiempo de recibir los sacramentos, y en una pequeña localidad las malas lenguas van de prisa: se habían hecho numerosos comentarios sobre su muerte y su probable condenación eterna. Inconscientemente, yo había sido tributario de esas opiniones, aunque al verle en el purgatorio me consolé mucho. Hacía más de veinticienco años que había muerto. Me miró, yo le sonreí; recé por él y entonces exclamó:

¡Gracias hijo mío, gracias !
Si Dios permite que me manifieste aquí,es que quiere aliviar mis penas y permitir que sea consolado después de tanto tiempo. Nadie rezó por mí en mi familia, mis seres cercanos me han olvidado; he conocido un terrible Purgatorio que merecen mis innumerables pecados, pero me salvé ya lo ves.

Me sentí feliz de verle así; el continuó.

¿Sabés lo que ha salvado?
Las limosnas que dí, los numerosos socorros que hice llegar a tantas personas 
necesitadas y muchas de esas buenas personas a las que socorrí han rezado y rezan por mí sin saber que soy yo quien les envío la ayuda, pues lo hice en secreto y de forma anónima.
Ya ves que no hay que juzgar nunca a nadie,no confiar nunca en las apariencias.
¿Quieres rezar por mí y pedir a mis hijos que rueguen por mí?
Esto glorificará al Señor adelantando mi liberación
Se lo prometí y se mostró feliz. Se santiguó y desapareció de pronto; yo me quedé meditando sus palabras.
 
del libro "El Purgatorio" una revelación particular. 
Ediciones Rialp.

 https://www.facebook.com/pages/COMO-SALVAR-1000-ALMAS-DEL-PURGATORIO/178359984482

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