Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

martes, 31 de diciembre de 2013

Ante el año que finaliza




Ha terminado  este año y quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.
Gracias por la vida y el amor, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo  que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.


Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.



Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón;perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.


He iniciado un nuevo año  y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.


Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un  corazón lleno de comprensión y paz. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.


Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones, y las deje a mi paso.

Lléname de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poco de Ti.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad


Amén.

P. Javier Leoz

 

domingo, 29 de diciembre de 2013

En familia






 En familia vino Dios al mundo
y, con una Madre de familia al pie de la cruz,
el Señor marchó humildemente de él.
En familia, lloró Dios en la primera noche de la Navidad,
y en familia, Dios gozó por servir a la humanidad.
En familia, Jesús, recibió humildes y regios honores.
En familia, subió y bajó a Jerusalén a cumplir con la Ley.
En familia, Jesús, aprendió el valor del trabajo
y, en familia, respetó y rezó en el día de descanso.
En familia, el Niño Dios, nació en la más fría noche,
en familia, ese mismo Niño, recibió el aliento
que, ante la ausencia del calor humano,
un buey una mula le ofrecieron.


¡En familia! ¡Sí! ¡En familia!
En familia, Jesús, creció
y, en familia, Jesús, el amor de Dios aprendió.
En familia, Jesús, emigró lejos de su país
y, en familia, volvió a la tierra que le vio nacer.
En familia, Jesús, se instruyó en el lenguaje del cielo
y, en familia, Jesús, entendió los signos de la tierra.
En familia, Jesús, cultivó el valor de la fe en Dios
y, en familia, compartió las esperanzas de los hombres.



¡En familia! ¡Sí! ¡En familia!
Algo de bueno, debe de tener la familia
cuando, el mismo Dios, eligió formar parte de una de ellas.
Cuando, el Padre, quiso ser Padre en el cielo
y, por una familia,
Padre de todos los hombres y mujeres de la tierra.
Cuando, Dios, teniendo todo…
quiso una mujer como Madre,
un José como padre para Jesús,
y una casa donde entretejer la más bella historia de amor.

Algo, fuera de serie, divino y humano, tiene la familia
cuando Dios, puso en el tiempo señalado por los profetas
al Verbo Encarnado en el corazón de la misma.
Algo, grande, noble, insustituible y santo
posee la familia cuando, el mismo Dios,
siendo Dios, quiso dejarse abrazar, acariciar,
cuidar, querer, sostener, mimar, educar y corregir en una de ellas.

P. Javier Leoz
 

  BENDICIONES PARA TODAS LAS FAMILAS !!!

sábado, 28 de diciembre de 2013

El Ángelus, una oración simple, para dar ritmo a nuestros días…


 
Una bellísima expresión popular de la fe es la oración del Ángelus [en Brasil, la Hora de María].

Es una oración sencilla que se reza en tres momentos señalados de la jornada, que marcan el ritmo de nuestras actividades cotidianas: por la mañana, a mediodía y al atardecer.

Pero es una oración importante; invito a todos a recitarla con el Avemaría. Nos recuerda un acontecimiento luminoso que ha transformado la historia: la Encarnación, el Hijo de Dios se ha hecho hombre en Jesús de Nazaret.
 
Papa Francisco
Meditación durante la oración del Ángelus – Viernes 26 de julio de 2013
 
Un Minuto con María
https://www.facebook.com/pages/Un-minuto-con-Mar%C3%ADa/332260152987
 
 
 
V. El Ángel del Señor anunció a María.
R.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María... Santa María...
V. He aquí la esclava del Señor. 
  R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María... Santa María...
V. Y el Verbo se hizo carne.
R.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María... Santa María...
V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. 
  R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. 

Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
 

jueves, 26 de diciembre de 2013

¡Y vuelve, el Señor!




Para que conozcamos el amor de Dios
y, conociéndolo, seamos otros niños regalándolo.
Para que, en la santidad de un Niño,
descubramos que, vivir en la verdad,
será un camino para llegarnos hasta el Padre.

¡Y vuelve, el Señor!
No es sombra de Dios.
No es sólo un espejo donde se refleja el Padre.
Jesús, siendo pequeño,
comienza a ser, por Navidad,
Camino, que lleva a la felicidad,
Verdad, que deja al descubierto la mentira,
Vida, que destruye el reinado de la muerte.

¡Y vuelve, el Señor!
Con pocas palabras, Él es la Palabra.
Con silencio, su presencia lo dice todo.
Con pobreza, Él es la riqueza.
En medio del frío, Él es llama que da calor

¡Y vuelve, el Señor!
Por eso, tal vez en Belén tocan a fuego.
Porque, del Portal, sale fuego divino.
Arde el amor de Dios y, no siempre,
es correspondido por el afecto humano.

¡Y vuelve, el Señor!
Porque, Dios, cuando Él quiere y como quiere
sale, brinca, salta y nace….
para que no olvidemos su amor.
¡Y vuelve, el Señor!
¡Por eso es Navidad!

P. Javier Leoz

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