Además, sólo traspasándola pudo penetrar en la carne de tu Hijo. Después de que tu Jesús diera el último suspiro, la lanza que le abrió el costado evidentemente no pudo alcanzar a su alma; pero la tuya sí la traspasó. Su alma, en efecto, ya no estaba más allí, pero estaba la tuya sí estaba.
No os asombréis, hermanos, si se dice que María es mártir en su alma. El que se asombra olvida - lo habéis oído - que Pablo cuenta la falta de afecto entre los crímenes más grandes de los paganos. Pero esto no fue del todo así para el corazón de María. Que lo sea también para sus humildes servidores.
Sermón del abad san Bernardo Un minuto con María www.mariedenazareth.org |
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Querida Magda, evangelizas de una forma muy especial, en esta ocasión nos acercas a María Nuestra Madre. Gracias de corazón. Lo de las fotos de las Vírgenes en tu Facebbook me parece perfecto amiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Gracias PEPE! ...Un abrazo!!!
EliminarHola Magda...linda noche, un abrazo
ResponderEliminarHola Alma!...tanto tiempo! que bueno tenerte de nuevo por aquí! Un abrazo de corazón!
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