TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS
Ángelus,
4 de agosto de 1985
¡Queridos
Hermanos y Hermanas!
1. Jesucristo
es rey de los corazones. Sabemos que durante su actividad mesiánica en
Palestina el pueblo, al ver los signos que hacia, quiso proclamarlo rey. Veía
en Cristo un justo heredero de David, que durante su reino llevó a Israel al cúlmen
del esplendor.
2. Sabemos también
que ante el tribunal de Pilato Jesús de Nazaret a la pregunta: ¿Tú eres
rey ... ? respondió:"Mi Reino no es de este mundo... Yo para
esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.
Todo el que es de la verdad, escucha Mi voz" (Jn 18,33. 36-37).
3. En este
mundo Cristo es Rey de los corazones. Nunca quiso ser soberano temporal, ni
siquiera sobre el trono de David. Sólo deseó ese Reino que no es de este
mundo y que, al mismo tiempo, en este mundo se arraiga por medio de la verdad
en los corazones humanos: en el hombre interior. Por este Reino anunció el
Evangelio e hizo grandes signos. Por este reino, el reino de los hijos y de las
hijas adoptivos de Dios, dio Su vida en la Cruz.
4. Y confirmó
de nuevo este Reino con su Resurrección, dando el Espíritu Santo a los Apóstoles
y a los hombres en la Iglesia. De este modo Jesucristo es el Rey y centro de
todos los corazones. Reunidos en Él por medio de la verdad, nos acercamos a la
unión del reino, donde Dios "enjugará toda lágrima" (Ap
7,17), porque será "todo en todos" (1 Co 15,28).
5. Hoy, reunidos
para la acostumbrada plegaria dominical del Ángelus, elevamos - juntamente con
la Madre de Dios al Corazón de su Hijo la invocación: "Corazón de
Jesús, Rey y Centro de todos los corazones, ten misericordia de mí".
Que el Corazón Inmaculado de María guíe nuestra oración,
.
¡¡¡AMEN!!! Que hermoso Magda.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, feliz Domingo!
Un abrazo. Dios os bendiga.