Mortal, por qué esperas a la muerte para invocarme?
Hazlo todos los días sin temor, he irás preparando el día de tu muerte como un tránsito de vida eterna.
El alma desconfiada, es un alma traicionera.
Humíllate y encontrarás la Humildad.
Mortal, por qué esperas a la muerte para invocarme?
Hazlo todos los días sin temor, he irás preparando el día de tu muerte como un tránsito de vida eterna.
El alma desconfiada, es un alma traicionera.
Humíllate y encontrarás la Humildad.
[En la oración del Padre Nuestro] la tercer demanda de los hijos es “¡Qué su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo!” Que la tierra merite de ser igualada al cielo es llevar a lo más alto la oración. Decir “¡Qué su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo!” es como pedir que los hombres sean semejantes a los ángeles. Como esos espíritus bienaventurados hacen en el cielo la voluntad divina, sobre la tierra los hombres también la harán.
Podrá hacer una oración del fondo de corazón solamente el que cree que Dios dispone todo en este mundo, alegrías y penas, para nuestra ventaja. Vela con más solicitud para la salvación e intereses de los que son a él, que lo que podemos nosotros mismos.
Podemos también comprender esta demanda, en el sentido que la voluntad de Dios es “que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tm 2,4). El profeta Isaías habla de esta misma divina voluntad, cuando en el nombre de Dios Padre, expresó “Mi designio se cumplirá y haré todo lo que me agrade” (Is 46,10). Demandar “¡Qué su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo!” es, con otros términos, formular esta oración: “Igual que los que están en el cielo, que los que están sobre la tierra, oh Padre, sean salvados por el conocimiento de su Nombre”.
San Juan Casiano (c. 360-435)
fundador de la Abadía de Marsella
Conferencias, De la oración, XX (SC 54. Conférences VIII-XVII, Cerf, 1958), trad. sc©evangelizo.org
«Oh, cristianos, ¿desean ustedes probar vuestro verdadero amor hacia sus seres queridos que se han ido? Reciban a menudo la Sagrada Comunión por el reposo de sus almas»
(SAN BUENAVENTURA)
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(Mt 25,33)
“Ningún impío puede comparecer ante él” (Jb 13,16). Ya que a su venida el juez ubicará a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda, ¿por qué razón es dicho entonces que no puede comparecer ante él ningún impío, si el debiera estar entre los cabritos, a la izquierda del juez?
Debemos saber que estamos en presencia del Señor de dos maneras. En este mundo primero, cuando pesando escrupulosamente nuestros pecados, nos ponemos en su presencia y en las lágrimas devenimos nuestros propios jueces. Cada vez que retomamos conciencia del poder de nuestro Creador, nos tenemos en presencia del Señor. (…)
Estamos también en presencia del Señor de otra forma, el día del juicio final, cuando compareceremos delante de su tribunal. (…) Cuando el justo contemple el rigor del juez que debe venir, recuerda sus pecados, se lamenta del mal que ha cometido y con rigor deviene su propio juez, para no ser juzgado. Inversamente, más el hipócrita agrada a los hombres, más desprecia mirarse interiormente él mismo. Se abandona completamente a las palabras de su entorno y se imagina ser un santo porque cree que los hombres lo tienen por tal. He aquí que dispersando du espíritu entre las palabras que lo adulan, nunca considera en lo que ofende al juez interior. (…)
Es entonces sabio decir “Ningún impío puede comparecer ante él”, porque no pone delante de sus ojos el rigor de Dios, y sólo arde por agradar a los hombres. Pero si escrutara su alma, si se tuviera en presencia de Dios, no sería más un impío.
San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre el libro de Job, XI (SC 212. Morales sur Job, Cerf, 1974).
( Recemos esta hermosa oración a Nuestra Madre del Cielo todos los días)
“A las almas que en vida Me hayan saludado con esta Oración, Me apareceré con gran resplandor en la hora de la muerte. Además, cuando el alma se separe del cuerpo, Me manifestaré con hermosura tan espléndida, que el alma sentirá un gran consuelo. En ese instante, experimentará algo semejante a las delicias del Paraíso.”
(Palabras de la Santísima Virgen a Santa Gertrudis)
¡Ave, María!
¡Blanco Lirio de la Gloriosa
y siempre Serena Trinidad!
¡Salve, Brillante Rosa del Jardín
de los Deleites Celestiales!
¡Oh, Tú, de Quien Dios quiso nacer en este mundo,
y de cuya Leche el Rey del Cielo quiso ser nutrido!
Alimenta nuestras almas con las efusiones
de la Gracia Divina.
Amén.
3 Ave María
https://www.facebook.com/151659445007422/posts/1926492904190725/
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Lo primero que verás, tras la muerte, es su rostro. Ya no habrá fe, ni esperanza, ni duda, ni búsqueda..., sólo caridad eterna en la Santísima Trinidad.
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Los apóstoles comprendieron plenamente al Jesús histórico cuando resucitó.
A Dios a quien glorificar.
A Jesucristo a quien imitar.
Todos los ángeles a quienes honrar.
Todos los santos a quienes rogar.
Una alma que salvar.
Pecados que expiar.
Un Cielo que ganar.
Un infierno que evitar.
Una eternidad en que meditar.
Un tiempo que no malgastar.
Un prójimo a quien edificar.
Un mundo de quien recelar.
Demonios con quienes pelear.
Pasiones que sujetar.
Tal vez una muerte que tolerar.
Y un Juicio por el que pasar»
Sí, los 40 días de la Cuaresma son 7 semanas, donde cada una es un "día" y la Semana Santa, un gran domingo.
Aquí te dejo datos interesantes sobre este bello tiempo litúrgico.
Todo empieza el Miércoles de Ceniza.
Desde ahí, contamos 40 días
¡LOS DOMINGOS NO CUENTAN!
Porque no son de penitencia, sino de Victoria.
Cristo ya venció a la muerte.
Verás que sin contar domingos hay 40 días exactos desde Miércoles de Ceniza hasta la Vigilia Pascual.
Aquí va algo loco que pocos saben explicar:
No hay un "tiempo litúrgico" entre Cuaresma y Pascua. La Cuaresma nos lanza directo a la Vigilia Pascual. No hay pausas.
¡Es un viaje continuo hacia la Resurrección!
Entonces, la Cuaresma no termina en Domingo de Ramos ni en Jueves Santo. Termina en la Vigilia Pascual, cuando la luz de Cristo, el Salvador del Mundo resplandece.
¡Esos 40 días son un camino perfecto hacia ese momento!
Hay que pensar que cada semana de Cuaresma es como un día de una semana gigante.
La 1ª semana es el "lunes", la 2ª el "martes"… y así sucesivamente.
La Semana Santa, es el "gran domingo" glorioso. ¿No es increíble cómo se ordena el tiempo a la luz de la Resurrección?
¿Y por qué la fecha de Cuaresma cambia cada año?
Porque la Pascua sigue el calendario lunar judío. Se celebra el domingo tras la primera luna llena de primavera, lo que en el antiguo calendario hebreo se nombraba el "14 de Nisán".
¡La Cuaresma se alinea con eso!
Si la Pascua es la fiesta de la liberación, y los judíos la celebraban en esa primera luna llena de Primavera como recuerdo de su liberación, para los cristianos la liberación culmina un domingo, y por eso siempre es el domingo siguiente al de aquella antigua Pascua.
Así que cada año, se vislumbra esa primera luna llena de Primavera, y si no cae en domingo, la Pascua cristiana se ubica al domingo próximo. De ahí, sin contar domingos, se cuentan 40 días hacia atrás y siempre llegaremos a un miércoles. Ahí damos inicio a la Cuaresma.
La Semana Santa no es entonces final de la Cuaresma. Es su cima.
Desde el Domingo de Ramos hasta el Sábado Santo, vivimos un gran camino de desierto, de unirnos a nuestra desnudez y fragilidad sin Dios, pero también a la esperanza.
Viviendo pequeñas Pascuas cada domingo.
Y cuando llegamos a la Vigilia Pascual, esos 40 días explotan en alegría. La luz del cirio pascual ilumina todo. ¡La Cuaresma no termina en tristeza, sino en victoria!
Así que la próxima vez que digas "Ayy... otra vez Cuaresma"... recuerda: es un viaje alucinante de 40 días, diseñado por Dios, que te lleva de la ceniza a la gloria, de la oscuridad a la luz.
¡Déjate asombrar por Él!
Pues no me queda más de desearte que vivas está Cuaresma al límite, que puedas morir al hombre viejo, tu versión anterior, para resucitar como Cristo, siendo nuevo y anunciando un año de gracia para el Señor.
Bendiciones a todos!
«Los pintores tontos lo pintan viejo, melancólico y con la mano en la mejilla, como si tuviera dolor y tristeza debido a ser el guardián de María que le había sido confiada, cuando fue todo lo contrario, alegre de corazón, de mente y de rostro al verse en tanta gracia De Dios».
San Bernardino de Siena
P. Alfonso Torres, S.I.
Fuente: https://x.com/Fernand3705321
San Pedro Crisólogo (c. 406-450)
obispo de Ravenna, doctor de la Iglesia
Sermón 8; CCL 24, 59; PL 52, 208.evangelizo.org
Los poderes del infierno vendrán a atacar a un cristiano en su lecho de muerte, pero su ángel guardián vendrá a consolarlo.
San Alfonso María de Ligorio.
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SAN MIGUEL; PRÍNCIPE DE LAS MILICIAS CELESTIAL, PRECIPITA AL INFIERNO A SATANÁS Y A LOS DEMÁS ESPÍRITUS MALIGNOS QUE BUSCAN LA PERDICIÓN DE LAS ALMAS.
Desde mi conversión, la Cuaresma siempre me llamó la atención.
Por qué 40 días?
Por qué el ayuno y la penitencia?
Qué significa realmente entrar en el “desierto”?
Mañana inicia con el miércoles de Ceniza…
Y esto es lo que he aprendido.
La palabra Cuaresma viene del latín “Quadragésima”, que significa “cuarenta”, en referencia a los 40 días de preparación para la Pascua.
Lucas 4,1-2:
“Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, donde pasó 40 días y fue tentado por el diablo.”
40 días de desierto.
40 días de lucha.
40 días de preparación antes de la victoria.
La Cuaresma no es solo un tiempo de sacrificio. Es una batalla espiritual.
En la Biblia, el número 40 representa prueba y purificación.
• El Diluvio duró 40 días → Dios limpió la Tierra.
• Moisés ayunó 40 días en el Sinaí → Recibió la Ley.
• El pueblo de Israel vagó 40 años en el desierto → Fue purificado antes de la Tierra Prometida.
• Elías caminó 40 días hasta el monte de Dios → Encontró Su presencia.
40 días nos preparan para algo grande.
Jesús no necesitaba el desierto… pero nosotros sí.
Mateo 16,24:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.”
El ayuno no es solo dejar de comer.
Es dominar el cuerpo para fortalecer el alma.
• Adán cayó por un deseo de comida.
• Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas.
• Israel se rebeló contra Dios en el desierto porque tenía hambre.
Jesús venció el pecado ayunando.
Nosotros somos llamados a hacer lo mismo.
La Cuaresma es un campo de batalla
Efesios 6,12:
“Nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los principados y potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso.”
El demonio tentó a Jesús en el desierto.
Intentó hacerlo caer con las mismas armas con las que venció a Adán y a Israel.
• Con hambre → “Convierte estas piedras en pan.”
• Con vanidad → “Tírate del templo y deja que los ángeles te salven.”
• Con poder → “Te daré todos los reinos del mundo si me adoras.”
El diablo ataca cuando eres más débil.
Cristo venció… tú también puedes.
Fuente: https://x.com/Hno_Emilio
Santa Teresa de Calcuta (1910-1997)
fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
El amor más grande, pág. 40.evangelizo.org
En el purgatorio se sufre por amor, se purifica en el amor que no ha alcanzado plenamente.
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Sólo la felicidad de los santos en el paraíso supera la felicidad de las almas del purgatorio. Éstas, día tras día, crecen en el amor de Dios que purifica los obstáculos de sus imperfecciones para alcanzar, por fin, la morada de la eternidad.
Para Dios, llamar, es volver hacia nosotros la mirada de su amor y su elección. Responderle es obedecer a su amor con la sabiduría de nuestras obras. Por eso las justas palabras: “Luego llámame, y yo te responderé, o hablaré yo, y tú me responderás” (Jb 13,22). Le hablamos cuando deseamos, cuando nos volvemos hacia su rostro. Y Dios responde a nuestra voz cuando aparece nuestro amor.
Pero si un hombre respirando del deseo de eternidad, con una penetrante autocrítica analiza cada uno de sus actos y busca si hay algo en él que pueda ofender la mirada de su Creador, Job puede agregar “¿Cuántas son mis culpas y mis pecados? Dame a conocer mi rebeldía y mi pecado” (Jb 13,23). Tal es en esta vida la pesada labor del justo, llorar al descubrirse, corregirse para devenir mejor. (…)
Todo hombre que, en su ansioso deseo de eternidad, desea presentarse delante del juez que viene, se examina entonces con penetración y se pregunta cómo comparecer ante el juez en hombre libre. Le suplica mostrarle lo que le desagrada, para hacer penitencia y no ser más juzgado por el juez, al devenir en este mundo su propio juez.
San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Morales sobre el libro de Job, XI (SC 212. Morales sur Job, Cerf, 1974).evangelizo.org
Fuente: ACI Prensa
La Gracia de Dios es eterna.
Sus favores son configurantes.
Lo que toca santifica y lo hace eterno.
María es llena de Gracia desde la concepción.
María vive eternamente junto a la fuente de la Gracia.
Nada se le quitó, sigue siendo la misma: Madre de Dios y de la Humanidad.
Fuente: https://x.com/reina_padua
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!