Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

sábado, 9 de octubre de 2010

AHORA


“Ahora”. Así de fácil y así de difícil. Así de simple y así de fuerte.



“Ahora” es una palabra breve, pero que llega muy a fondo, que cambia radicalmente situaciones de modorra, de apatía o de tristeza.

“Ahora” es ahora. No es “antes”, pues lo que ya pasó ya pasó. No es “después”, porque no sabemos qué pueda ocurrir en unos minutos, en unos días, en unos meses.

“Ahora” implica permitir que inteligencia y voluntad trabajen juntas. Porque muchas veces, en el pasado, la inteligencia decía “quita el polvo del cuarto, abre el libro de matemáticas, escribe esa carta a un amigo, llama por teléfono y pide perdón a quien tanto necesita escuchar tu voz”. Pero la voluntad, remolona, prefería dejar las cosas para luego. Y el luego se alargaba, se alargaba, mientras la inteligencia veía claro y el corazón sentía una pena extraña por no hacer cosas que, de verdad, uno querría hacer... y nunca hace.

Pero la palabra “ahora” ha sonado fuerte y decidida. La voluntad mandó a las manos y cogió el sacudidor, y el cuarto quedó más limpio. El libro abrió sus páginas, y esta vez sí que rindió la tarde de estudio. La carta ya está cerrada y con sus sellos, y en unos minutos irá al buzón más cercano. Y un amigo ha sentido un nudo en la garganta al escucharme pedir perdón con una voz sincera, deseosa de restablecer esos lazos de afecto que los dos necesitamos en el camino de la vida.

“Ahora”. Así de fácil y así de difícil. Así de simple y así de fuerte.

El mundo se decide, cambia, crece, desde hombres y mujeres que dicen “ahora” para tantas cosas buenas. Por desgracia, también hay quienes dicen “ahora” para cometer un crimen, para lanzar mentiras, para destrozar familias, para promover injusticias en una sociedad en la que sobran las maldades.

Hace falta que millones de corazones buenos, aunque a veces con restos de temor que no terminan de esfumarse, digan fuerte su “ahora”. Entonces algo nuevo surgirá en el planeta: el bien será más fuerte, la alegría llegará más lejos, habrá amor verdadero. Porque el amor es cojo sin “ahoras” decisivos. Pero el amor corre ligero desde esa voluntad decidida que dice simplemente: “ahora”.



¡Vence el mal con el bien!

Autor: Bosco Aguirre | Fuente: Mujer Nueva

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...