Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
gadgets para blogger

ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

jueves, 11 de diciembre de 2025

Señor, Dios mío...

 Señor, perdona mi atrevimiento, pues sé que te debo infinito agradecimiento, pero hay algunas cosas que quisiera pedirte.


Dios mío,
te pido humildemente gozar y aceptar, con inagotable gratitud, tu Santísima Voluntad. Solo tú sabes lo que me conviene y, aunque haya cosas que no entienda, hay algo que sé y en lo que creo firmemente: todo lo que tú permitas en mí será agradable para ti, y eso no solo me basta, sino que me llena y rebosa de gozo; un gozo que no merezco ante un Amor tan grande como el tuyo.

Dios mío,
permíteme que durante esta vida peregrina pueda proclamar tu Palabra y practicar todo cuanto me permitas predicar.

Señor,
lléname de ti, vaciando y limpiando a este pecador, para que sea un recipiente transparente de tu Amor. Y quizás así pueda contemplar el pestañeo de tus hermosísimos ojos, de modo tal que los míos se abran y puedan ver tu preciosísimo rostro en el de mis hermanos, y ser con ellos conforme sería contigo.

Jesús, mi Señor,
te pido humildemente que mi paso por esta vida peregrina sea para seguirte, amarte, glorificarte, servirte, agradecerte y confiártelo todo.
Tú, mi Señor, lo diste todo por nosotros y no cesarás de hacerlo; así lo prometiste y así lo creo. Tu fidelidad es grande, incomparable y eterna.

Jesús, mi Señor y Salvador:
gracias infinitas por confiarnos a tu Santísima Madre, la Santísima Virgen María, la Inmaculada Concepción, perfectísima en todo cuanto te agrada.
Que sea Ella, Madre del Verbo Encarnado y Madre nuestra, quien con sus santísimas manos nos lleve a ti, al escucharnos decir con su dulce, amorosa y preciosísima voz: “Hagan lo que Él les diga”.

Señor,
no aspiro a otra cosa que no sea atender tu llamado; y algún día, cuando esté frente a ti, que me mires con agrado, porque tú, que lo sabes todo, sabrás que lo habré intentado todo, proclamando tu Palabra sanadora y redentora, de resurrección, salvación y vida eterna.

Señor,
te amo, pero quiero amarte más; quiero amarte del todo.
Aumenta mi fe, y que tu Santo Espíritu me permita servirte conforme a tu Santísima Voluntad.

Gracias, Señor.
Perdona lo extenso de mis peticiones; sé que debo terminar. Pero si de terminar se trata, permíteme seguir tus huellas para terminar a tu lado, donde nada termina y todo inicia: allí, en la eternidad del infinito Amor que brota de tu Santísimo Corazón.

Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...