Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

miércoles, 31 de agosto de 2022

“Al llegar Jesús a la casa de Pedro, encontró a la suegra de éste acostada con fiebre.” (Mt 8,14)

Si Dios Padre todopoderoso, Creador del mundo ordenado y bueno, tiene cuidado de todas sus criaturas, ¿por qué existe el mal? A esta pregunta tan apremiante como inevitable, tan dolorosa como misteriosa no se puede dar una respuesta simple. El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta: la bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al encuentro del hombre con sus Alianzas, con la encarnación redentora de su Hijo, con el don del Espíritu, con la congregación de la Iglesia, con la fuerza de los sacramentos, con la llamada a una vida bienaventurada que las criaturas son invitadas a aceptar libremente, pero a la cual, también libremente, por un misterio terrible, pueden negarse o rechazar. No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal.

 
¿Por qué Dios no creó un mundo tan perfecto que en él no pudiera existir ningún mal? En su poder infinito, Dios podría siempre crear algo mejor (cf S.Tomás de A., s. Th. I, 25,6). Sin embargo, en su sabiduría y bondad infinitas, Dios quiso libremente crear un mundo “en estado de vía” hacia su perfección última. Este devenir trae consigo en el designio de Dios, junto con la aparición de ciertos seres, la desaparición de otros; junto con lo más perfecto lo menos perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza también las destrucciones. Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico, mientras la creación no haya alcanzado su perfección. (cf S. Tomás de A. S. Gent. 3,71)

 Catecismo de la Iglesia Católica
309-310 evangelizo.org

Miércoles de San José

 "José, tu vida transcurrió en la sombra, humilde y escondida,
¡pero fue tu privilegio contemplar muy de cerca
la belleza de Jesús y de María!
José, tierno Padre, protege al Carmelo;
que en la tierra tus hijos gocen ya la paz del cielo.
Más de una vez, el que es Hijo de Dios
y entonces era niño, sometido en todo a tu obediencia,
¡descansó con placer sobre el dulce refugio
de tu pecho amante!"

 
Extracto del poema de santa Teresita del Niño Jesús a san José en 1894.

 MISLopez

 


Patriarca San José

Patriarca San José, ruega por nosotros!
¡Oh, Apacible San José:
en las pruebas que Dios nos envía,
a través de nuestros hermanos en la Fe:
alcánzanos de Él,
dos cosas de las que eres Ejemplar:
el Temor Reverencial de hijos de Dios;
y la Paciencia Fraterna,
con el Silencio Adorante del corazón y de la lengua!

 


martes, 30 de agosto de 2022

Santa Rosa

La belleza que Dios le da al alma que le adora, excede la imaginación.
Santa Rosa de Lima, primera santa de América. Se llamaba Isabel de nacimiento, pero su madre la llamaba mi pequeña Rosa por la dulzura de su rostro. Fue bautizada por Santo Toribio de Mogrovejo, Obispo de Lima, con el nombre de Rosa, que le va bien por sus innumerables muestras de piedad, que evidenciaban la belleza de su alma.
 
A muy temprana edad tenía una especial atracción por Jesucristo en la Eucaristía y en la cruz, a quien veía en los pobres y dolientes llevándolos a su casa para atenderlos con gran caridad.
Siendo niña, tuvo una visión, en la que el niño Jesús le decía “Rosa de mi corazón, yo te quiero por esposa, consagra a mí todo tu amor” y desde ese día, le consagró su vida. A santa Rosa de Lima, la movía su deseo de santidad inspirado por Santa Catalina de Siena. Y el 10 de agosto de 1606, vistió el hábito de las monjas de la orden de Terciarias Dominicas.
 
Construyó una pequeña capilla en el jardín de su casa, donde solo cabía ella y Jesús, pero ahí encontraba todo el deleite para su vida. Se mortificaba grandemente, demasiado talvez para su edad, pero en aquel tiempo, era la forma de dominar las pasiones del cuerpo y educar el alma.
Fue amiga de san Martín de Porres, otro gran santo dominico.
 
Santa Rosa, Patrona de Hispanoamérica, Perú y de las Islas Filipinas. Indescriptible es la belleza de un alma que se entrega a Dios por amor verdadero.

ORACIÓN

Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de vuestras virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección acudimos para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón desprendido de las vanidades del mundo y lleno de amor divino.

¡Oh flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros las bendiciones del Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo cristiano las tinieblas de los errores para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe y para que Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de todos los hombres y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. 
Amén.
 


lunes, 29 de agosto de 2022

Precursor del Señor tanto en su vida como en su muerte

El Jordán, aterrorizado por tu venida en la carne, oh Cristo, temblando remonta su curso; Juan, cumpliendo su oficio espiritual, se hace pequeño en su temor. El ejército de los ángeles estaba sobrecogido de estupor viéndote en el río, bautizado según la carne; en cuanto a los de las tinieblas han sido alumbrados, y nosotros te cantamos, Señor, a ti que te manifiestas e iluminas el universo.

La memoria del justo debe ser exaltada, pero a ti, Juan el Precursor, te basta con el testimonio del Señor. En verdad, tú eres el más venerable de los profetas, porque has sido digno de bautizar en las aguas aquel que los demás profetas tan sólo habían anunciado. Por eso, después de haber luchado por la verdad, te has ido al dominio de los muertos a anunciar a Dios aparecido en la carne, aquel que quita el pecado del mundo (Jn 1,29) y nos da su gran compasión.

El glorioso martirio del Precursor ha sido una etapa en la obra de la salvación, porque incluso en la estancia de los muertos ha anunciado la venida del Salvador. Que gima hoy Herodías ella que pide este asesinato impío, porque no es la ley de Dios ni la vida eterna lo que ama, sino las ilusiones que duran un momento.

 Liturgia bizantina
Troparios y kondakion de San Juan Bautista evangelizo.org

domingo, 28 de agosto de 2022

5 minutos con el Espíritu Santo

 Hoy recordamos a San Agustín, y su conversión es un estímulo para que invoquemos al Espíritu Santo, y con su gracia tratemos de cambiar lo que haya que cambiar en nuestras vidas.

La vanidad nos lleva a pensar que somos el centro del universo y que la vida no puede privarnos de ningún placer. Esa misma vanidad nos lleva a pretender tener a Dios a nuestro servicio, nos hace incapaces de entregar la vida, y finalmente nos hace probar el sabor amargo de la propia miseria y del propio vacío. Algo de eso le sucedía a Agustín. Y cuando Agustín estaba encaminado hacia la conversión, esas viejas experiencias seguían mostrando su falso atractivo y le sugerían que era imposible vivir sin ellas:

"Lo que me retenía eran bagatelas de bagatelas, vanidades de vanidades, antiguas amigas mías que me sacudían la vestidura carnal diciéndome: '¿Así que nos vas a dejar? ¿Desde este momento te privarás de nosotras por toda la eternidad? ¿Nunca más te será lícito esto y aquello?' Y así ¡cuántas cosas no me sugerían Señor! Me sentía aún amarrado a ellas y lanzaba gemidos llenos de miseria: ¿Cuándo, cuándo acabaré de decidirme? ¿Lo voy a dejar siempre para mañana?" (Confesiones Libro VIII, Capítulos 11-12).

Sin embargo, en Agustín triunfó la potencia del Espíritu Santo. Así pudo descubrir que no era la humana debilidad la que podía triunfar, sino el amor que derrama el Espíritu en esa fragilidad. Su conversión fue una experiencia maravillosa que cambió por completo su existencia. Es más, podemos oír a este hombre que lo probó todo, lamentándose por haber desgastado su vida pasada en los vicios y vanidades mundanas. Lo escuchamos quejándose por no haberse entregado antes: "¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva! ¡Tarde te amé!" (Confesiones Libro X, Capítulo 27).

Es cierto que los condicionamientos que con frecuencia nos dominan impiden a la gracia manifestarse plenamente en todas las dimensiones de nuestra existencia. Pero el testimonio de Agustín nos muestra la eficacia de la gracia del Espíritu Santo. Esa misma eficacia puede realizarse con mayor plenitud en nuestras vidas si lo dejamos actuar, y le ofrecemos nuestra pequeña cooperación.

Mons. Víctor Manuel Fernández 




 

Mi banquete está preparado,...venid a la boda. (Mt 22,4)

El Señor fue invitado a un banquete de boda. Observando a los invitados...les contó esta parábola, que incluso tomada en su sentido literal, es muy útil y necesaria a todos los que desean ser tenidos en consideración por los demás o tienen miedo de ser tenidos en poco...


Pero, como esta historia es una parábola, encierra en si un significado que rebasa su sentido literal. Miremos, pues, de qué boda se trata y quiénes son los invitados a la boda. Esta boda se realiza cada día en la Iglesia. Cada día el Señor celebra sus bodas, porque cada día él se une a las almas fieles en su bautismo o en su traspaso de este mundo al reino de los cielos. Y nosotros, los que hemos recibido la fe en Jesucristo y el sello del bautismo, estamos invitados a sus bodas. Una mes está preparada para nosotros, de la cual dice la Escritura: “Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos.” (Sal 22,5) Encontramos en la mesa los panes de la propiciación, el ternero cebado, el Cordero que quita los pecados del mundo. En esta mesa se nos ofrece el pan vivo bajado del cielo y el cáliz de la Alianza Nueva. Aquí se nos presentan los evangelios y las cartas de los apóstoles, los libros de Moisés y de los profetas que son como manjares llenos de todas las delicias.

 
¿Qué más podríamos desear? ¿Por qué escogeríamos los primeros sitios? Sea cual fuera el sitio que ocupemos, tenemos de todo en abundancia y no nos falta nada.

 
San Bruno de Segni (c. 1045-1123)
obispo
Comentario sobre el evangelio de Lucas 1,14; PL 165, 406-407

evangelizo.org

 

sábado, 27 de agosto de 2022

SÚPLICA

¡Doloroso e Inmaculado Corazón de María! Habitación Pura y Santa: cobijad mi alma con vuestra Maternal Protección, así permanecerá fiel a la voz de Jesús y mi alma, podrá entonces corresponder a Su Amor y obedecer Su Divina Voluntad.


-Dios te salve, María, ...

 
Oh Madre mía, mi deseo es mantener ante mi vista sin cesar, vuestra participación de Co-Redentora; con este recuerdo, viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón de vuestro Divino Hijo.

 
-Dios te salve, María, ...

 
Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a éste Divino Corazón y protegedme ahora y siempre.

 
-Dios te salve, María, ...

 

ORACIÓN FINAL

 

Nos consagramos por lo tanto, Oh María, a Tu Doloroso e Inmaculado Corazón, junto con nuestras familias, nuestra Patria. Ten piedad de nosotros; mira las tribulaciones y las angustias de nuestros corazones en medio del luto y calamidades que atacan a este mundo.
Dígnate, Oh Madre de Dios, obtenernos la Misericordia para que, una vez siendo convertidos y purificados por la tristeza y fortalecidos en la Fe, de ahora en adelante seamos devotos sirvientes de Jesucristo y de su Iglesia, por cuyo triunfo oramos.
Oh María Inmaculada, prometemos ser fieles devotos de Tu Doloroso Corazón. Te suplicamos que intercedas por nosotros ante Tu Hijo, para que, al grito de Tu Doloroso e Inmaculado Corazón, Su Poder Divino lleve a cabo con rapidez el triunfo de los Derechos y la Justicia de Dios. 

Amén.

 
(Compuesta por la Mística Berthe Petit, aprobada por el Card. Mercier)

IcDS 

 
 



viernes, 26 de agosto de 2022

Todos los viernes son Viernes Santo.

San José María Escrivá de Balaguer prefería rezar ante imágenes en las que Cristo Crucificado tuviera los ojos abiertos, para contemplar la belleza serena e insuperable de su entrega sin límites.

En esta preciosa talla, Jesús mira hacia abajo (a nosotros), antes de elevar su cabeza al Padre y culminar la Redención. Nuestra respuesta debe ser devolverle ese amor con agradecimiento y cariño, en la medida de nuestras pequeñas posibilidades.

Él nunca nos retira su rostro, aunque nosotros le giremos la cara y demos la espalda, continuamente, porque Dios es siempre fiel.

"Quiero que podamos mirar a esa imagen de Cristo vivo que sufre lleno de paz, por ti, por mí, por todos, para conseguir nuestra redención y nuestro amor.

Al verlo cara a cara, que nos decidamos a reaccionar con una entrega total y sin regateos, aunque tengamos que dejar la vida."

Amén.


📷: @IsaMPhotography
 

 

jueves, 25 de agosto de 2022

Ven Espíritu Santo.


Quisiera deslumbrarme con tu amor y tu belleza, y dejarte entrar. Pero tú quisiste que yo te descubriera lentamente, para no invadir mi vida sin mi permiso.
Quisiera abrirte mi interior para vivir tu amistad. Yo sé que eso me haría feliz, porque 'tu amor vale más que la vida' (Salmo 63,4).
Pero me cuesta mucho atreverme a vivir un amor tan grande, tan fuerte, tan total. No me atrevo. Poco a poco quisiera descubrir que no hay nada que temer, que tu amor me deja libre, que tu amor es aire fresco que no asfixia.
Ayúdame a descubrirlo, Espíritu Santo.
A veces me siento tan inseguro, tan frágil, veo que no hay nada firme en esta vida.
Me siento como un pequeño gusano débil que se puede destruir con cualquier cosa.
Pero tu Palabra me dice: 'No tengas miedo gusanillo mío. Yo soy tu salvador' (lsaías 41,14).
Eres mi seguridad, un poder infinito que me defiende. Contigo todo terminará bien. Confiar en ti es mi mayor poder. 'Fuerza mía, para ti cantaré. Porque Dios es mi protección, el Dios de mi amor' (Salmo 59,18).
Ven Espíritu Santo.
Amén.

 Mons. Víctor Manuel Fernández

miércoles, 24 de agosto de 2022

Miércoles de San José



San José, profesor y ejemplo de la vida interior, enséñanos a rezar, viviendo en continua oración. 

De San José dice Santa Teresa, en el libro de la vida: "Quien no hallare Maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro, y no errará en el camino". -El consejo viene de alma experimentada. Síguelo. (Camino, 561)

San José: no se puede amar a Jesús y a María sin amar al Santo Patriarca. (Forja, 551)

Mira cuántos motivos para venerar a San José y para aprender de su vida: fue un varón fuerte en la fe...; sacó adelante a su familia –a Jesús y a María–, con su trabajo esforzado...; guardó la pureza de la Virgen, que era su Esposa...; y respetó –¡amó!– la libertad de Dios, que hizo la elección, no sólo de la Virgen como Madre, sino también de él como Esposo de Santa María. (Forja, 552)

San José, Padre y Señor nuestro, castísimo, limpísimo, que has merecido llevar a Jesús Niño en tus brazos, y lavarle y abrazarle: enséñanos a tratar a nuestro Dios, a ser limpios, dignos de ser otros Cristos.

Y ayúdanos a hacer y a enseñar, como Cristo, los caminos divinos –ocultos y luminosos–, diciendo a los hombres que pueden, en la tierra, tener de continuo una eficacia espiritual extraordinaria. (Forja, 553)

Quiere mucho a San José, quiérele con toda tu alma, porque es la persona que, con Jesús, más ha amado a Santa María y el que más ha tratado a Dios: el que más le ha amado, después de nuestra Madre.

–Se merece tu cariño, y te conviene tratarle, porque es Maestro de vida interior, y puede mucho ante el Señor y ante la Madre de Dios. (Forja, 554)

MISLopez 

Fuente:

opusdei.org

«Como bajan a lluvia y la nieve del cielo... así será mi palabra que sale de mi boca» (Is 55,10)

Los apóstoles son estas piedras preciosas que san Juan nos dice en el Apocalipsis haber contemplado y con las que se construyen las puertas de la Jerusalén celestial (Ap 21,21)... En efecto, cuando a través de signos o de milagros los apóstoles irradian la luz divina, dan acceso a la gloria celestial de Jerusalén a los pueblos convertidos a la fe cristiana. Y cualquiera que es salvado gracias a ellos entra en la vida como un viajero que atraviesa una puerta... Habla también de ellos el profeta cuando dice: «¿Quiénes son estos que vuelan como unas nubes?» (Is 60,8). Estas nubes se condensan en agua cuando riegan la tierra de nuestro corazón con la lluvia de su enseñanza para convertirla en fértil y portadora de gérmenes de buenas obras.

 
Bartolomé, cuya fiesta hoy celebramos, en arameo quiere decir precisamente: hijo del que lleva agua. Es hijo de ese Dios que levanta el espíritu de los predicadores a la contemplación de las cosas de allá arriba de manera que puedan esparcir eficazmente y en abundancia, la lluvia de la palabra de Dios en nuestros corazones. Es de esa manera que beben el agua de la fuente para dárnosla a beber a cada uno de nosotros.

  San Pedro Damián (1007-1072)
benedictino, obispo de Ostia, doctor de la Iglesia
Sermón 42, segundo para San Bartolomé evangelizo.org

lunes, 22 de agosto de 2022

ORACION A LA VIRGEN MARIA POR LOS NIÑOS

Oh Madre Inmaculada, María Desatadora de Nudos, que fuiste la madre del niño Jesús. Te consagramos nuestros niños y niñas y los ponemos bajo tu protección.

Dales la salud del cuerpo y de alma, la luz de la verdad para su inteligencia, el amor del bien para su voluntad, y para su corazón la caridad para amar a Dios y al prójimo.

Vela sobre ellos y ayúdales a vivir como verdaderos Cristianos. Que todos los días de sus vidas te consideren como su Madre, y que tú María les desates todos sus nudos para que crezcan felices y libres de toda atadura.  

Amén.


 

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domingo, 21 de agosto de 2022

“Jesús iba por las ciudades y pueblos enseñando”

Prestad atención, hermanos muy amados: las santas Escrituras se nos han transmitido, por decirlo de alguna manera, como si fueran cartas venidas de nuestra patria. En efecto, nuestra patria es el paraíso; nuestros padres son los patriarcas, los profetas, los apóstoles y los mártires; nuestros conciudadanos son los ángeles; nuestro rey, Cristo. Cuando Adán pecó, nosotros, por así decir, fuimos echados al exilio de este mundo. Pero, puesto que nuestro rey es fiel y misericordioso mucho más de lo que se puede pensar o decir, se dignó enviarnos, por mediación de los patriarcas y profetas, las santas Escrituras, como si fueran cartas de invitación mediante las que nos invitaba a nuestra eterna y primera patria… Por su inefable bondad nos ha invitado a reinar con él.

En estas condiciones ¿qué idea se hacen de ellos mismos los servidores que… no se dignan leer las cartas que nos invitan a la bienaventuranza del Reino?... “El que ignora será ignorado” (1C 14,38). Ciertamente, el que, por la lectura de los textos sagrados descuida negligentemente buscar a Dios en este mundo, Dios, a su vez, rehusará admitirlo en la bienaventuranza eterna. Con razón debe temer que se le cierren las puertas, que se le deje fuera con las vírgenes necias (Mt 25,10) y que merezca escuchar: “No sé quienes sois; no os conozco, alejaos de mí, todos los que habéis hecho el mal”… El que quiere ser favorablemente escuchado por Dios, debe comenzar por escuchar a Dios. ¿Cómo tendrá cara para querer que Dios le escuche favorablemente, si le hace tan poco caso y descuida leer sus preceptos?

  San Cesáreo de Arlés (470-543)
monje y obispo
Sermón 7; CCL 103, 37s evangelizo.org

 

sábado, 20 de agosto de 2022

Todos debemos ir hacia Ella con verdadera devoción

La Bienaventurada Virgen María, Reina de los Apóstoles, es ejemplo perfecto de vida espiritual et apostólica. Mientras llevaba en la tierra una vida parecida a la de todo el mundo, ocupada en las labores de su familia, permaneció íntimamente unida a su Hijo y cooperaba en la obra del Salvador a título excepcional. Hoy donde esté en el cielo "su amor maternal la guarda atenta a los hermanos de su Hijo cuya peregrinación no ha terminado, quienes se encuentran sumidos a penas y pruebas hasta que vuelvan a la patria venturosa". Todos le debemos una verdadera devoción y nuestra vida y apostolado debemos ponerlos bajo a su maternal solicitud.



Decreto Apostolicam Actuositatem
Concilio Vaticano II n°4
Un minuto con María  


 

5 Minutos con el Espíritu Santo

A veces sucede que algunas cosas bellas empiezan a morirse, y sufrimos por la nostalgia, pero no somos capaces de renovarlas para que puedan renacer. El Espíritu Santo es el que siempre nos mueve a renovar las cosas, a derramar vida donde todo se está muriendo. Él puede darle un nuevo impulso a lo que se ha debilitado, pero para eso tenemos que aceptar que lo haga como él quiera y que se cambie lo que tenga que ser cambiado. Algo de eso descubrimos en lo que el Espíritu Santo hizo a través de San Bernardo, a quien hoy recordamos.

A los 20 años ingresó en una orden contemplativa que tenía pocas vocaciones y comenzaba a extinguirse. Pero a los 25 años Bernardo se fue con un grupo de compañeros a fundar el monasterio de Claraval. La vida cristiana era allí tan intensa y fervorosa, por el atractivo estímulo de Bernardo, que en su monasterio llegaron a vivir 500 monjes, y desde allí se fundaron numerosos monasterios. Salía a predicar con una fuerza inagotable y siempre volvía rodeado de un grupo de personas convertidas que querían entregarse a Cristo. También participaba activamente de todo lo que pudiera afectar a la Iglesia, porque nada que tuviera que ver con Dios le podía ser ajeno. Se le considera el mayor apóstol del siglo XII. Así, su orden contemplativa, que estaba desapareciendo, volvió a vivir.

En Bernardo se descubre lo que es un hombre grande en manos del Espíritu Santo, cómo se eleva, cómo se llena y se fortalece una vida donde el Espíritu Santo puede entrar sin dificultades y asumir el control. Cuando se renuncia a ser el centro, el dominador, el que todo lo controla, y se le otorga al Espíritu el señorío sobre la propia vida, entonces brota una fecundidad sobrehumana. Cuando uno se libera de la mirada ajena, y renuncia a vivir para el reconocimiento de los demás, se adquiere la verdadera libertad interior. Nadie es más libre y más fecundo que quien le permite al Espíritu Santo tocar y sanar su libertad.

 Mons. Víctor Manuel Fernández

jueves, 18 de agosto de 2022

Oración para Comulgar espiritualmente...

 San Juan María Vianney, el Cura de Ars, decía: “Una Comunión espiritual actúa en el alma como un soplo de viento en una brasa que está a punto de extinguirse. Cada vez que sientas que tu amor por Dios se está enfriando, rápidamente haz una Comunión espiritual”.



Jesús mío, creo que Tú estás en el Santísimo Sacramento; te amo sobre todas las cosas
y deseo recibirte ahora dentro de mi alma; ya que no te puedo recibir sacramentalmente,
ven a lo menos espiritualmente a mi corazón.
Señor, no soy digno ni merezco que entres en mi pobre morada pero di una sola palabra
y mi alma será sana, salva y perdonada.
El Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
guarden mi alma para la vida eterna. 

Amén.


Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. Tú no te ausentes de mí.
Te suplico, oh Señor mío Jesucristo, que la ardiente y dulce fuerza de tu amor, embargue toda mi alma, a fin de que muera de amor por Ti, a sí como Tú te dignaste morir de amor por mí.
Amén


Sagrario de la Ermita de San Isidro. Madrid

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; y con el espíritu y fervor de los santos.


Rahner afirma que “el lugar por excelencia de la comunión espiritual es la iglesia y su momento privilegiado es aquél en el que la persona está arrodillada ante el Santísimo sacramento”. (La comunión espiritual se puede hacer en cualquier momento del día y en cualquier lugar del mundo, pero, ciertamente, el momento más apropiado es el de la visita y adoración a Jesús sacramentado). Incluso, viajando o trabajando, podemos estar en adoración ante Jesús sacramentado.

Sobre esto, Sta. Catalina de Siena tuvo una visión. Vio a Jesús con dos cálices y le dijo: “En este cáliz de oro pongo tus comuniones sacramentales y, en éste de plata, tus comuniones espirituales Los dos cálices me son agradables”.

Decía S. Antonio María Claret: “Tendré una capilla fabricada en medio de mi corazón y en ella, día y noche, adoraré a Dios con un culto espiritual”.

Sta. Teresa de Jesús recomendaba: “Cuando no podáis comulgar ni oír misa, podéis comulgar espiritualmente, que es de grandísimo provecho

UaCdM 


 

5 Minutos con el Espíritu Santo

La Biblia nos habla de un carisma del Espíritu Santo que no siempre entendemos bien. Es una especie de oración en lenguas. ¿De qué se trata?
San Pablo explica que se trata de una forma de expresión que sirve sólo para comunicarse con Dios, no para comunicarse con los demás, que no pueden comprenderlo (1 Corintios 14,2). Pero además, la misma persona que usa esta forma de expresarse no puede comprender con su mente lo que dicen sus palabras (14,14). Sin embargo, esta oración produce frutos, edifica realmente a la persona (14,4), y en su espíritu es una verdadera oración, aunque la mente no comprenda (14,14).

¿Qué significa esto? Que a veces, cuando nos entregamos a la oración, el Espíritu Santo puede regalarnos una experiencia de profunda comunicación con Dios y de liberación interior, porque nos permite expresar lo que hay en lo profundo del corazón sin tener que usar palabras comprensibles, sin necesitar armar frases o buscar palabras adecuadas. De hecho, es lo que sucede cuando suspiramos, cuando lloramos, cuando gemimos, etc. Alguna vez es necesaria esta liberación de las cosas más profundas del corazón en la presencia de Dios. ¿Cómo se logra?

En primer lugar, pidiendo al Espíritu Santo que nos ayude a gemir en nuestro interior (Romanos 8,15); pero también intentando expresar lo que hay dentro de nosotros con una melodía, con una sílaba repetida, con un gemido audible, con una canción que poco a poco va perdiendo la letra y se va convirtiendo en un susurro, dejando que una melodía espontánea brote sin esfuerzo, con espontaneidad, sin controlarla demasiado. Pero sobre todo, cargando esos movimientos de nuestra voz con aquellas cosas, dulces o dolorosas, que guardamos dentro, que necesitamos expresar y nunca hemos logrado manifestar del todo en la presencia de Dios.

Es ciertamente una experiencia que nos ayuda a aflojar nuestro interior cargado y nos permite relativizar por un momento la importancia de las cosas que nos agobian, nos aturden, nos angustian. Pidamos al Espíritu Santo que nos regale esa experiencia liberadora.
 
Mons. Víctor Manuel Fernández

miércoles, 17 de agosto de 2022

5 Minutos con el Espiritu Santo

 "Ven Espíritu Santo, tú eres la fuente de la vida y de la alegría.
De ti brota toda la actividad del universo, porque eres vitalidad y dinamismo puro. Cuando logras entrar en un corazón, ese corazón se llena de vida y de gozo. Eres capaz de gritar y bailar de alegría (Sofonías 3,17).
Pero a veces pierdo la conciencia de las cosas importantes. Y así como pierdo conciencia del aire que respiro, o de la luz que ilumina todas las cosas, o del espacio infinito que me rodea, así también pierdo conciencia de tu presencia y de tu amor.
Dame tu luz, Espíritu Santo, para que vuelva a descubrirte. Que tu gracia despierte una vez más la dulce alegría de tu amistad. Quiero caminar sumergido en tu amor, sostenido en tu gracia.
Mi corazón es pobre y se cierra. Pero yo sé que tu amor poderoso puede derribar los muros de mi indiferencia, y poco a poco lo lograrás. Aquí estoy, como pequeña criatura, débil y limitado. Pero sé que con tu amor soy fuerte, y que tu vida puede penetrar mi pequeñez. Contigo se abren siempre nuevos caminos y la existencia se renueva.
Ven Espíritu Santo, y triunfa con tu amor en mi vida.
Amén."

 Mons. Víctor Manuel Fernández

 

lunes, 15 de agosto de 2022

Fiesta de la Asunción



 

Luminarias, Ángeles y el Señor. Cristo bajó a por su Madre. ¡Que alegría y fiesta debió ser ese día!
Feliz día de la Asunción



5 con el Espíritu Santo

 Donde más se lució el Espíritu Santo es en la Madre de Jesús, en la Madre de todos, María. Ella es la más bella, la más preciosa, la que brilla en el cielo como un signo de esperanza.
Porque ella, una pobre y sencilla mujer, ignorada y hasta despreciada (Mc 6, 2-3), tenía toda la esperanza puesta en el Señor. Ya cuando fue concebida, el Espíritu Santo entró en su corazón. Ella nunca escapó del Espíritu Santo, sino que se confió totalmente a su poder sublime.  Por eso tuvo la gloria de ser la madre del Salvador, y a pesar de ser una de las mujeres más simples de la tierra, ha triunfado con el poder de Dios. Ahora resplandece, vestida de sol, coronada de estrellas, inmensamente feliz de compartir la gloria de Jesús resucitado.

Por eso mismo, cuando nos detenemos ante una imagen de María, o cuando vamos a visitarla a una iglesia, aunque estemos llenos de cargas pesadas, sentimos un alivio. Mirándola y contándole nuestras cosas, experimentamos que ella se hace presente a nuestro lado, nos toma en sus brazos, y nos dice en el silencio: “No tengas miedo. Yo te comprendo, porque yo también sufrí mucho. Pero todo terminará bien, y yo estaré a tu lado para que puedas enfrentarlo todo”.
A través de ella, el Espíritu Santo nos consuela.



 

PINCELADAS DE AMOR CARMELITA


 
“Un día de la Asunción de la Reina de los Ángeles y Señora Nuestra, me quiso el Señor hacer esta merced, en un arrobamiento se me presentó su subida al cielo, y la alegría y solemnidad con que fue recibida, y el lugar donde está”.
 
Santa Teresa de Jesús.
Vida 39,26.
 

Asunción de la Virgen


"¿A dónde va, cuando se va, la llama?

¿A dónde va, cuando se va, la rosa?

¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,

qué amor del Padre la alza y la reclama?


Esta vez como aquélla, aunque distinto;

el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.

Hoy va la Madre al Hijo, va derecha,

al Uno y Trino, al trono en su recinto.


Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,

profundiza en columna que no cesa,

se nos va, se nos pierde, pincelada

de espuma azul en el azul sorpresa.


No se nos pierde, no; se va y se queda.

Coronada de cielos, tierra añora

y baja en descensión de Mediadora,

rampa de amor, dulcísima vereda."


Poema: Gerardo Diego.


Cuadro: "La Asuncion de la Virgen" de Pedro Pablo Rubens.

MISLopez

domingo, 14 de agosto de 2022

JUNTO A LA CRUZ

 

se descansa,

se aprende a amar,

se olvida de uno mismo,

se entrega todo,

se purifica el corazón,

se descubre el valor de lo eterno,

se abraza al verdadero amor,

se espera aunque todo parezca perdido,

se entrega hasta la misma vida,

se espera contra toda esperanza,

se confía sin medidas,

se sueña junto a Dios.

Junto a la cruz

las lágrimas hallan consuelo,

la mirada se purifica,

el corazón aprende a amar,

la santidad se alcanza por mérito de Quien un día lo dio todo en ella.

Espera todo.

Confía todo

Junto a ella...es el mejor lugar.


Autor : Psi. Feyuk Teresita


https://www.instagram.com/ps_teresita



Encender en los corazones de los hombres el fuego del amor de Dios

“He venido a traer fuego a la tierra”: por el misterio de mi encarnación he bajado de lo alto del cielo y me he manifestado a los hombres para encender en sus corazones humanos el fuego del amor divino. “¡Y cuánto deseo verlo encendido” – es decir, que prenda y llegue a ser una llama movida por el Espíritu Santo que haga salir de ella actos de bondad!

 
Cristo anuncia, seguidamente, que sufrirá la muerte en cruz antes de que el fuego de este amor no inflame a la humanidad. En efecto, es la santísima Pasión de Cristo la que ha hecho posible un don tan grande a la humanidad y es, sobre todo, el recuerdo de su Pasión la que enciende una llama en los corazones de los fieles. “He de recibir un bautismo”, o dicho de otra manera: Es a mi que, por una disposición de Dios, me incumbe y me ha sido reservado recibir un bautismo de sangre, bañarme y sumergirme en el agua, en mi misma sangre derramada en la cruz para rescatar al mundo entero. “Y cual no es mi angustia hasta que todo se haya cumplido”, en otras palabras, hasta que se acabe mi Pasión y pueda decir: “¡Todo está cumplido!” (Jn 19,30).

 Dionisio
el Cartujo (1402-1471), monje
Comentario al evangelio de Lucas, 12, 72-74 evangelizo.org

 

sábado, 13 de agosto de 2022

Bienaventurada Virgen María!


Queridísima Madre nuestra del Cielo.
Tú amas tanto a Dios y a nosotros,Tus hijos, que ofreciste a Tu Divino Hijo Jesús en la Cruz como desagravio a nuestro Padre Celestial, para alcanzar la salvación para nosotros, a fin de que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga Vida Eterna.
Con filial confianza Te rogamos a Ti, que con la Llama de Amor de Tu Inmaculado Corazón,
atizada por el Espíritu Santo,
enciendas en nuestros lánguidos corazones el Fuego del Amor perfecto hacia Dios
y hacia los hombres.
A fin de que junto Contigo,
con un solo corazón, amemos sin cesar a Dios
y a nuestro prójimo.
Ayúdanos a transmitir esta Llama Santa a todos nuestros hermanos de buena voluntad.
a fin de que el Fuego del Amor de Dios vaya extinguiendo el fuego del odio en toda la redondez de la Tierra.
Y que Jesús, Príncipe de la Paz,
sea Rey y Centro de todos los corazones, en el Sacramento de Su Amor, y en el trono de nuestros altares.
Amén.


 

5 Minutos con el Espíritu Santo

 "Ven Espíritu Santo, para que pueda encontrar sabiduría en medio de mis límites, molestias y cansancios. Porque el sol que se pone es tan bello cuando yo estoy sano como cuando yo estoy enfermo. Ayúdame a valorar la hermosura de las cosas más allá de mis estados de ánimo, ayúdame a disfrutar de lo que me regalas en medio de mis problemas. Porque mi vida no son sólo las dificultades, mi vida es todo lo que pueda experimentar, y cada día tiene su secreta hermosura. Ven Espíritu Santo, y enséñame a vivir, porque muchas veces sólo puedo mirar lo que me preocupa, lo que me falta, lo que me desagrada, como si no existiera nada más que eso.
¡Y el mundo sigue siendo tan bello, y la vida sigue siendo ese milagro tan precioso! Ven Espíritu Santo, para que ningún día se pierda inútilmente en la negatividad y los lamentos. Ven a cambiar mi forma de vivir, para que pueda reconocer la parte buena de cada día.
Amén.".

 Mons. Víctor Manuel Fernández

«Dejad que los niños se acerquen a mí, el Reino de los cielos es de los que se parecen a ellos»

¡Qué gran y admirable don nos hizo Dios, mis hermanos! En su Pascua, esto que ayer era decrepitud del pecado, la Resurrección de Cristo la hace renacer en la inocencia de todos los pequeños. La sencillez de Cristo hace suya la infancia. El niño está sin rencor, no conoce el fraude, no se atreve a golpear. De este modo este niño que ha llegado a cristiano no lleva más en si el insulto, no se defiende si se le despoja, no devuelve los golpes si es golpeado. El Señor exige lo miso al que ora por sus enemigos...La infancia de Cristo adelanta la misma infancia de los hombres. Ese que ignora el pecado, ese la detesta. Ese debe su inocencia a su debilidad, esa a su virtud. Ella es digna de más elogios todavía: su odio del mal emana de su voluntad; no de su impotencia...

A los Apóstoles ya maduros y de edad, el Señor dice: «Si vosotros no cambiáis y volvéis a ser como este niño, no entraréis en el Reino de los cielos» (Mt 18,3). El les reenvía al origen mismo de su vida; les incita a recuperar la infancia, a fin de que estos hombres cuyas fuerzas ya declinan renazcan a la inocencia del corazón. «El que no nace del agua del Espíritu, no puede entrar en el Reino de los cielos» (Jn3,5).

 San Máximo de Turín (¿-c. 420)
obispo
Homilía 58 sobre la Pascua. evangelizo.org

 

viernes, 12 de agosto de 2022

Creados por amor y para el amor

“Dios, que es amor y que ha creado al hombre por amor, le ha llamado a amar. Creando al hombre y a la mujer, les ha llamado, en el matrimonio, a una íntima comunión de vida y de amor entre ellos; es a causa de ello que ya no son dos, sino uno solo’” (Catecismo de la Iglesia católica. Compendio, nº 337). Esta es la verdad que la Iglesia proclama incansablemente al mundo. Mi amado predecesor Juan Pablo II afirmaba que “el hombre llega a ser ‘imagen y semejanza’ de Dios (Gn 1,27) no tan sólo a través de su humanidad, sino también a través de la comunión de personas constituidas por el hombre y la mujer desde el principio. El hombre llega a ser una imagen de Dios más perfecta en el momento de la comunión que en el momento de la soledad”. (Audiencia general del 14.11.79). (…)


La familia es una institución intermediaria entre el individuo y la sociedad, y nada puede reemplazarla totalmente. Ella misma se apoya, por encima de todo, en una profunda relación interpersonal entre el esposo y la esposa que se sostiene gracias al afecto y comprensión mutuos. Para llegar a ello recibe de Dios la abundante ayuda a través del sacramento del matrimonio, que comporta una verdadera vocación a la santidad. Que sus hijos puedan contemplar, sobre todo, los momentos de armonía y afecto de sus padres, más que los momentos de discordia o lejanía, puesto que el amor entre el padre y la madre proporciona a los hijos una gran seguridad y les muestra la belleza del amor fiel y duradero.
La familia es muy necesaria a los pueblos, es un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro para los esposos a lo largo de toda su vida. Es un bien irremplazable para los hijos, que deben ser fruto del amor, del don total y generoso de sus padres. Proclamar la verdad integral de la familia fundada sobre el matrimonio, como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es, para todos, una gran responsabilidad.

 

 Benedicto XVI
papa 2005-2013
Discurso en el 5º Encuentro mundial de las familias, Valencia, España, 8/7/06

evangelizo.org

jueves, 11 de agosto de 2022

Santa Clara de Asís

 

Gloriosa Santa Clara de Asís, por aquella fe inquebrantable que te hizo servirte de las cosas terrenas buscando las del cielo, por aquella esperanza firme con que venciste todas las dificultades que se oponían a tu santificación, por aquella caridad pura y ardiente que te movió en todo los momentos de la vida, yo te suplico con humilde confianza que intercedas ante Dios y me obtengas su favor en lo que te pido (hágase la petición) y esperanza firme y caridad ardiente para con Dios y el prójimo.
 
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
 
 


Ten paciencia conmigo


Cristo nos pide dos cosas: condenar nuestros pecados y perdonar los de los otros; hacer la primera cosa a causa de la segunda, que así será más fácil, porque el que se acuerda de sus pecados será menos severo hacia su compañero de miseria. Y perdonar no sólo de palabra, sino desde el fondo del corazón, para no volver contra nosotros mismos el hierro con el cual queremos perforar a los otros. ¿Qué mal puede hacerte tu enemigo que sea comparable al que tú mismo te haces con tu acritud?...

 
Considera, pues, cuantas ventajas sacas si sabes soportar humildemente y con dulzura una injuria. Primeramente mereces –y es lo más importante- el perdón de tus pecados. Además te ejercitas a la paciencia y a la valentía. En tercer lugar, adquieres la dulzura y la caridad, porque el que es incapaz de enfadarse contra los que le han disgustado, será mucho más caritativo aún con los que le aman. En cuarto lugar arrancas de raíz la cólera de tu corazón, lo cual es un bien sin igual. El libera su alma de la cólera, evidentemente arranca de ella la tristeza: no gastará su vida en penas y vanas inquietudes. Así es que, odiando a los otros nos castigamos a nosotros mismos; amándolos nos hacemos el bien a nosotros mismos. Por otra parte, todos te venerarán, incluso tus enemigos, aunque sean los demonios. Mucho mejor, comportándote así ya no tendrás más enemigos.

 San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilías sobre san Mateo, nº 61 evangelizo.org

miércoles, 10 de agosto de 2022

San Lorenzo, como un grano echado en tierra


A primera vista, un grano de mostaza se ve pequeño, corriente y despreciable; no tiene sabor, no exhala ningún olor, ni se presenta dulce. Pero cuando ha sido triturado, expande su olor, muestra su fuerza, tiene sabor fuerte y quema de tal manera que nos quedamos extrañados de encontrar un tal fuego metido en un grano tan pequeño… Igualmente la fe cristiana parece pequeña a primera vista, corriente y débil; no muestra su poder, no hace alarde de su influencia. Pero cuando ha sido triturada por diversas pruebas, muestra su fuerza, hace estallar su energía, exhala la llama de su fe en el Señor. El fuego divino le hace vibrar con un ardor tal que, ardiendo ella misma, calienta a los que la comparten, como se dice de Cleofás y su compañero en el santo Evangelio, cuando el Señor conversaba con ellos después de su Pasión: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24,32)…

 
Podemos bien comparar al santo mártir Lorenzo al grano de mostaza; triturado por múltiples torturas, mereció ante toda la tierra la gracia de un martirio esplendoroso. Mientras vivía, era humilde, ignorado, corriente; después de haber sido torturado, destrozado y quemado, derramó sobre todos los fieles del mundo el buen olor de su noble alma… Visto desde el exterior, este mártir quemaba gracias a las llamas de un tirano cruel; pero una llama mayor, la del amor de Cristo, le consumía interiormente. A un rey impío le pareció bien añadir leña y hacer arder un fuego más grande aún; san Lorenzo, en el ardor de su fe, no sintió en absoluto estas llamas… Ya ningún sufrimiento de la tierra tiene poder sobre él: su alma está ya en el cielo.

  San Máximo de Turín (¿-c. 420)
obispo
Sermón 40 evangelizo.org

martes, 9 de agosto de 2022

El que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos

De nuevo han comenzado los cotidianos días grises. Pasaron los instantes solemnes de mis votos perpetuos, pero esta gracia de Dios tan grande permanece en mi alma. Siento que soy toda de Dios, sé que soy su hija, siento que soy toda entera propiedad de Dios. Experimento eso incluso de manera física y sensible. En todo estoy completamente tranquila porque sé que pensar en mí es asunto del Esposo. Me olvido completamente de mí misma.

 
Mi confianza en su misericordiosísimo Corazón no tiene limites. Estoy continuamente unida a él. Me doy cuenta que es como si Jesús no pudiera ser feliz sin mí, ni yo sin él. Sin embargo comprendo muy bien que siendo él Dios es feliz en sí mismo, y que para su felicidad no tiene absolutamente ninguna necesidad de ninguna criatura, pero es su bondad que le fuerza a darse a su criatura, y esto con una inconcebible generosidad.

 

  Santa Faustina Kowalska (1905-1938)
religiosa
Pequeño diario § 244 evangelizo.org

lunes, 8 de agosto de 2022

Oración en sufragio de las almas del purgatorio

A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia!
 
Ayuda a mis hermanos y parientes. ¡Jesús mío misericordia!
 
Ayuda a todos mis bienhechores espirituales y temporales.
Ayuda a los que han sido mis amigos y súbditos.
Ayuda a cuantos debo amor y oración.
Ayuda a cuantos he perjudicado y dañado.
Ayuda a los que han faltado contra mí.
Ayuda a aquellos a quienes profesas predilección.
Ayuda a los que están más próximos a la unión contigo.
Ayuda a los que te desean más ardientemente.
Ayuda a los que sufren más.
Ayuda a los que están más lejos de su liberación.
Ayuda a los que menos auxilio reciben.
Ayuda a los que más méritos tienen por la Iglesia.
Ayuda a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres.
Ayuda a los poderosos, que ahora son como viles siervos.
Ayuda a los ciegos que ahora reconocen su ceguera.
Ayuda a los vanidosos que malgastaron su tiempo.
Ayuda a los pobres que no buscaron las riquezas divinas.
Ayuda a los tibios que muy poca oración han hecho.
Ayuda a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas.
Ayuda a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos.
Ayuda a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado.
Ayuda a los padres que no vigilaron bien a sus hijos.
Ayuda a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos.
Ayuda a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer.
Ayuda a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayuda a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte.
 
 

 

Liberados por el Hijo del hombre que se entrega a manos de los hombres

Todos los pueblos, por nuestro Señor Jesucristo, han sido liberados de los poderes que los habían hecho cautivos. Es él, sí, es él quien nos ha rescatado. Tal como lo dice el apóstol Pablo: «Nos perdonó todos nuestros pecados. Borró el protocolo que nos condenaba con sus cláusulas, lo quitó de en medio, clavándolo en la cruz. Despojándose a sí mismo, arrastró a los poderes del mal en el cortejo de su triunfo» (Col 2,13-15). Libró a los encadenados y rompió nuestros lazos, tal como lo había dicho David: «El Señor liberta a los cautivos, el Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan». Y más aún: «Rompiste mis cadenas, te ofreceré un sacrificio de alabanza» (Sl 145, 7-8; 115, 16-17).

 
Sí, hemos sido liberados de nuestras cadenas, nosotros que hemos sido llamados por el Señor para ser congregados por el sacramento del bautismo...; hemos sido liberados por la sangre de Cristo y por la invocación de su nombre... Así, pues, amados míos, hemos sido lavados por el agua del bautismo de una vez por todas, y de una vez por todas somos acogidos en el Reino inmortal. Una vez por todas «dichosos aquellos que están absueltos de sus culpas, a quienes han sepultado sus pecados» (Sl 31,1; Rm 4,7). Mantened con valentía lo que habéis recibido, conservadlo para vuestra dicha, no pequéis más. Desde ahora guardaos puros e irreprochables para el día del Señor.

  San Paciano (¿-c. 390)
obispo de Barcelona
Homilía sobre el bautismo, 7 evangelizo.org

domingo, 7 de agosto de 2022

Oración a San Cayetano

Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!, no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano. Providencia, Providencia, Providencia. Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.




ORACIÓN PARA HOY


Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.» Dicho esto, se marchó Jesús y se ocultó de ellos. Juan 12:36


Amado Padre que estás en el cielo, como hijos tuyos venimos ante tu presencia, para que nos guíes con la luz que irradia de Ti. Venimos a tu luz, buscando un nacimiento interior para que nos convierta en lo que deben ser tus hijos. Bendícenos al darte gracias por toda la bondad y la ayuda poderosa que nos has dado a muchos de nosotros. Acepta las gracias que te ofrecemos, y ayúdanos a nunca olvidarnos del bien que haces por nosotros. Ayúdanos a seguir adelante, siempre adelante, hasta la consumación de tu reino. Que no sea en vano que vivamos para el Señor Jesús y con amor a Ti, el Dios y Padre de todos. Que no sea en vano traer nuestras oraciones y peticiones, para que pronto venga tu reino. ¡Sí, ven Señor Jesús! Ven pronto a esta tierra, para que toda la gente pueda reconocer al Dios verdadero y te puedan amar. 

Amén.

UaCdM



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