Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

sábado, 30 de noviembre de 2019

Déjate Amar




18 – 05 – 2004

M. Acá está tu Madre querida. ¿Qué necesitas? ¡Cuánto Amor derramo sobre tu corazón cada día para que vengas a Mí!
F. ¿Y qué querés?
M. Que confíes en Mí, te estoy haciendo de nuevo. ¿De qué te preocupas?
F. Me tenés abandonada y sabes a lo que me refiero.
M. Olvídate de todo lo pasado, viene algo nuevo.
F. ¡Como si algo dependiera de mí!
M. Deja que Yo te lleve, déjate llevar por Mí.
Por “X” no te preocupes.
Debes estar preparada para el gran cambio, entrégate a la oración.
El Papa vendrá a visitarte, Yo lo traeré y recompensaré tu esfuerzo y fidelidad con su bendición.
No te preocupes por nada, ya viene tu recompensa.
M. He puesto las naciones en tus manos para que las desarmes con tu pequeñez. El demonio ronda constantemente para desacreditar Mi Obra pero he dispuesto una legión de Ángeles para que protejan tu camino y lleves a cabo lo que te pedí.
Para contrarrestar el mal del mundo debe venir una oleada de pequeñez.
Mientras rezo el Rosario:
M. Todas las almas elegidas son almas traspasadas.
Vas a recibir mucho de Mí, hija, para que la Obra siga a mi manera.

viernes, 29 de noviembre de 2019

TOMA MI VIDA, SEÑOR


                                 
Qué dulce es vivir así, sólo con Dios dentro del corazón. Qué suavidad tan grande es verse lleno de Dios. Qué fácil debe ser morir así.
Qué poco cuesta..., mejor dicho, nada cuesta, hacer lo que Él quiere, pues se ama su voluntad, y aun el dolor y el sufrimiento, es paz, pues se sufre por amor.

Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda.

No hay criaturas, no hay mundo, no hay nada que la turbe... Sólo el pensar en ofenderle y en perderlo, la hace sufrir...

Que vengan los sabios preguntando dónde está Dios. Dios está donde el sabio con la ciencia soberbia no puede llegar... Dios está en el corazón desprendido..., en el silencio de la oración, en el sacrificio voluntario al dolor, en el vacío del mundo y sus criaturas...

Dios está en la Cruz, y mientras no amemos la Cruz, no le veremos, no le sentiremos...

Callen los hombres, que no hacen más que meter ruido.

¡Ah!, Señor, qué feliz soy en mi retiro... Cuánto te amo en mi soledad... Cuánto quisiera ofrecerte que no tengo, pues ya te lo he dado todo... Pídeme, Señor..., mas ¿qué he de darte?

¿Mi cuerpo?, ya lo tienes; es tuyo. ¿Mi alma?... Señor, ¿en quién suspira sino en Ti, para que de una vez la acabes de tomar? ¿Mí corazón? está a los pies de María, llorando de amor..., sin ya nada querer, más que a Ti.

¿Mi voluntad? ¿acaso, Señor, deseo lo que Tú no deseas? Dímelo... dime, Señor, cuál es tu voluntad, y pondré la mía a tu lado... Amo todo lo que Tú me envíes y me mandes, tanto salud como enfermedad, tanto estar aquí como allí, tanto ser una cosa como otra.

¿Mi vida? tómala, Señor Dios mío, cuando Tú quieras.

¡Cómo no ser feliz así!

Si el mundo y los hombres supieran. Pero no sabrán; están muy ocupados en sus intereses; tienen el corazón muy lleno de cosas que no son Dios. Vive el mundo muy para un fin terreno; sueñan los hombres con esta vida, en que todo es vanidad, y así..., no se puede encontrar la verdadera felicidad que es el amor a Dios. Quizás se llegue a comprender, pero para sentirla hay que vivirla, y muy pocos se renuncian a si mismos y toman su cruz..., aun entre los religiosos...

SAN RAFAEL ARNAIZ

jueves, 28 de noviembre de 2019

Oración para el Evangelio de hoy.

Señor mío, quiero confesarte hoy que mi alma se nutre con el poder de tu amor y de tu presencia. Ellas crean un escudo ante las dificultades y me da esperanza de vivir en perseverancia en este camino que has preparado para mí.

Tú me haces ver que, en medio de tantas tribulaciones y penas de la vida, tu Palabra da consuelo y alegría a todos los que creen en tu amor, confían en tus planes y en tu justicia divina.

Tú me haces sentir que, el día de Tú regreso, ese día en el que se conmoverán hasta los astros del cielo y temblaremos ante el estruendo del mar, no será para mí un día de perdición o de lamentación

Solo una cosa me adviertes: si me mantengo unido a las promesas de tus Palabras y al cumplimiento de tus mandatos; obtendré la liberación de mi alma, la esperanza de una vida mejor y libre de ataduras.

Contigo la esperanza nunca morirá en mi corazón. Aquel día de tu manifestación quedaré libre de dolores y angustias, libre del sufrimiento y de las penas del mundo, contemplándote, en todo tu esplendor, como mi Señor y Salvador.

Oh mi Dios, te pido que tengas en cuenta todos mis pequeños esfuerzos para ganarme un pedacito de tu Cielo y que me ayudes a no doblegarme ante los encantos del mundo que buscan mi perdición.

Ven Señor, no tardes, tengo la plena seguridad de que todo aquel que confía en Ti, no quedará defraudado.

Con tu ayuda y tu bendición, seguiré luchando en la construcción de un mundo mejor, un mundo que te espere con la mayor felicidad posible. 

Amén
https://www.pildorasdefe.net/

Oración de santa Teresa de Lisieux «Al amor de los amores Jesús Sacramentado»


Sagrario del Altar el nido de tus más tiernos y regalados amores. Amor me pides, Dios mío, y amor me das; tu amor es amor de cielo, y el mío, amor mezclado de tierra y cielo; el tuyo es infinito y purísimo; el mío, imperfecto y limitado.

Sea yo, Jesús mío, desde hoy, todo para Ti, como Tú los eres para mí. Que te ame yo siempre, como te amaron los Apóstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los besó la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravíos de mi corazón arrepentido, como escuchaste a Zaqueo y a la Samaritana.

Déjame reclinar mi cabeza en tu sagrado pecho como a tu discípulo amado San Juan. Deseo vivir contigo, porque eres vida y amor.

Por solo tus amores, Jesús, mi bien amado, en Ti mi vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo soy una flor marchita, no tengo más anhelo que, amándote, morir.

Amén.


miércoles, 27 de noviembre de 2019

A LA VIRGEN MILAGROSA


Madre de las manos abiertas y de divinos destellos
permítenos reclinar la cabeza
entre los pliegues azules de tu celeste manto
déjanos permanecer en silencio junto a Tí
y, al estar junto a Tí
aliviar nuestro cansancio
ordenar nuestras ideas y pedir que nos ayudes
a elevar nuestra mirada hacia lo alto.
Estamos prisioneros de la tierra
y hemos sido vencidos por lo humano.
Como oscuras golondrinas, nuestros vuelos
son rasantes, junto al suelo, entre tejados
y olvidamos que podemos ascender como las águilas
y adorar con las estrellas nuestras manos.
Madre, déjanos apoyar nuestros cansos corazones
en tu cálido regazo
para que vuelvan a sentir calor
y a recobrar su ritmo acompasado
porque estamos vaciándolos de vida
y dejándolos sin flores y sin pájaros
y sentimos en el pecho, frío
y un punzante dolor en el costado
por llorar con recuerdos montañas perdidas
y sentir el inmenso vacío de estar llenos de idolos de barro.
MADRE, déjanos que nuestras almas muertas
las traigamos a tu lado
azotadas por los vientos y los soles, sin frutos
como desiertos polvorientos, como surcos sin granos
que olvidamos el camino de la Fuente,
y apagamos nuestra sed bebiendo en charcos...
Ayúdanos MADRE a llorar sobre ellas
lágrimas de conversión con verdadero sabor amargo,
que se  nos curve la espaldad de dolor,
que se nos caiga el cuerpo de cansancio...
pero, MADRE, haced que en todas, en todas,
vuelvan a florecer miles de nardos.
(L.V.)


https://www.facebook.com/javier.leozventura
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