Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

lunes, 31 de octubre de 2022

HALLOWEEN: el gran engaño

“La muerte es el principio”.

“La muerte es el final”.

Y entre estas dos formas de pensar surge “Halloween”: fiesta pagana que, cual serpiente engañosa, pretende “tranquilizar” a los primeros edulcorando ese sentido trágico que tienen de la muerte y se la presenta como algo festivo y jocoso.

Pero tras esta supuesta fiesta, se encierra un único deseo: coquetear con una muerte exenta de sentido trascendente,  bailar al son de una música siniestra, disfrazada de máscaras y juegos, que solo pretende distraernos para que nos olvidemos de que la muerte es el principio, de que recemos por los muertos.

Halloween es la fiesta de esa muerte que ofrece el padre de la mentira,  mentira que cala en quienes piensan que todo esto son exageraciones, que en ellos no hay ninguna intención perversa, que lo único que pretenden es pasar un momento alegre y, en vez de estar tristes o llorar, dedicar un tiempo a la fiesta.

¿A la fiesta? ¿Qué “fiesta”?

La muerte genera, principalmente, dos sentimientos: el dolor y la piedad.

El primero nace del corazón, que se desgarra ante la ausencia de un ser querido; el segundo, de un sentimiento más íntimo (llamémosle alma, con perdón), que desea que quien ha llegado a su fin en la tierra siga viviendo, felizmente, en la otra.

Y por eso surge “Halloween”: para que nos olvidemos de este último sentido trascendente y celebremos una muerte cuyo máximo atractivo es regalar chuches o disfrazarse de vampiro.

Y habrá quienes lo celebren (tal vez la mayoría) sin esta intención, pero, no por ello, se convierten en engañados voceadores de una gran mentira, de un gran engaño: Halloween, esa “fiesta” en la que las máscaras y disfraces ocultan el siniestro plato de una muerte fría, una muerte que solo busca que nos olvidemos de que es el principio, de que recemos por los muertos.

Una fiesta que es un gran engaño porque nace del padre de la mentira . 


Abel  De Miguel Sáenz

Serás bienaventurado porque ellos no te pueden pagar

He observado (y es muy natural) que las hermanas más santas son también las [28rº] más queridas. Se busca su conversación, se les hacen favores sin que los pidan… Por el contrario, a las almas imperfectas no se las busca; se las trata, ciertamente, conforme a las reglas de la educación religiosa; pero, por miedo a decirles alguna palabra menos delicada, se evita su compañía…

 
Y ésta es la conclusión que yo saco: en la recreación y en la licencia, debo buscar la compañía de las hermanas que peor me caen y desempeñar con esas almas heridas el oficio de buen samaritano.
Una palabra, una sonrisa amable, bastan muchas veces para alegrar a un alma triste.
Pero no quiero en modo alguno practicar la caridad con este fin, pues sé muy bien que pronto cedería al desaliento: una palabra dicha con la mejor intención puede ser interpretada completamente al revés.

 
Por eso, para no perder el tiempo, quiero ser amable con todas [28vº] (y especialmente con las hermanas menos amables) por agradar a Jesús y seguir el consejo que él da en el Evangelio, poco más o menos en estos términos: “Cuando des un banquete, no invites a tus parientes ni a tus amigos, porque corresponderán invitándote y así quedarás pagado. Invita a pobres, cojos, paralíticos; dichoso tú, porque no pueden pagarte: tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará”. ¿Y qué banquete puede ofrecer una carmelita a sus hermanas sino un banquete espiritual compuesto de caridad atenta y gozosa?

 
Yo no conozco ningún otro, y quiero imitar a san Pablo, que se alegraba con los que estaban alegres. Es cierto que también lloraba con los tristes, y que las lágrimas han de aparecer también algunas veces en el banquete que yo quiero servir; pero siempre intentaré que al final esas lágrimas se conviertan en alegría, pues el Señor ama a los que dan con alegría.


(Referencias Bíblicas: Lc 10,33; Lc 14,12-14; Mt 6,4-5; Rm 12,15; Jn 16,20; 2Co 9,7)

 

 Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897)
carmelita descalza, doctora de la Iglesia
Manuscrito autobiográfico C, 28 r°-v°.evangelizo.org

sábado, 29 de octubre de 2022

“Hay mil maneras de orar”



¿Católico, sin oración?... Es como un soldado sin armas (Surco, 453).

Yo te aconsejo que, en tu oración, intervengas en los pasajes del Evangelio, como un personaje más. Primero te imaginas la escena o el misterio, que te servirá para recogerte y meditar. Después aplicas el entendimiento, para considerar aquel rasgo de la vida del Maestro: su Corazón enternecido, su humildad, su pureza, su cumplimiento de la Voluntad del Padre. Luego cuéntale lo que a ti en estas cosas te suele suceder, lo que te pasa, lo que te está ocurriendo. Permanece atento, porque quizá Él querrá indicarte algo: y surgirán esas mociones interiores, ese caer en la cuenta, esas reconvenciones.

(…) Hay mil maneras de orar, os digo de nuevo. Los hijos de Dios no necesitan un método, cuadriculado y artificial, para dirigirse a su Padre. El amor es inventivo, industrioso; si amamos, sabremos descubrir caminos personales, íntimos, que nos lleven a este diálogo continuo con el Señor. (…)

Si flaqueamos, acudiremos al amor de Santa María, Maestra de oración; y a San José, Padre y Señor Nuestro, a quien veneramos tanto, que es quien más íntimamente ha tratado en este mundo a la Madre de Dios y -después de Santa María- a su Hijo Divino. Y ellos presentarán nuestra debilidad a Jesús, para que Él la convierta en fortaleza. (Amigos de Dios, nn. 253. 255)

opusdei 


 



Entreguémonos a María para obtener la pobreza

Hoy sábado, día de los misterios gozosos, meditemos el tercer misterio gozoso, el nacimiento de Jesús en Belén (Mt 2, 1-12; Lc 2, 1-20), cuyo fruto es el espíritu de pobreza. La Sagrada Eucaristía es la continuación de la Encarnación de Jesús. Cuando llegamos al Santísimo Sacramento, llegamos a Belén, cuyo nombre significa “Casa del Pan”. Jesús eligió nacer en Belén, porque quería permanecer entre nosotros para siempre como el “pan vivo, bajado del cielo” (Jn 6,51). Dios nunca dejó de enaltecer a los Reyes Magos por honrar a su Hijo en Belén. Así, nuestra humilde visita a Jesús Sacramentado le produce tal alegría que se repetirá por toda la eternidad, acelerando el día en que Jesús establecerá en la Tierra la paz prometida. Nuestro privilegio de venir a adorarlo es tan grande como el de María, José, los Magos y los pastores, porque Jesús continúa su Encarnación en la Tierra. El Verbo vuelve a hacerse carne y habita entre nosotros, velado bajo las especies de la Hostia sagrada. Allí, el mismo Jesús, nacido hace dos mil años, está presente para nosotros de forma verdadera, real y corporal. Entreguémonos a María para obtener la pobreza, ella que no hizo caso ni de las miserias y humillantes circunstancias del nacimiento de su Hijo, ni de la indiferencia del mundo exterior, porque encontró todas sus riquezas en la abundancia de su amor y todos sus tesoros en la presencia real de su Hijo. Entreguémonos a María, para que nos enseñe a desprendernos de todo hasta el punto de que Jesús en la Sagrada Eucaristía se convierta en nuestro mayor tesoro, nuestra "perla de gran valor" y sea así nuestra "riqueza insondable" (Ef 3, 8). No prestemos atención a la miserable condición de nuestra alma, como María no prestó atención a la miserable condición del establo. María nos ayuda a alejarnos de nuestras miserias, para que podamos contemplar a Jesús, en quien encontramos nuestra dignidad y nuestra identidad por su amor sin límites a nosotros en la Sagrada Eucaristía. Cristo embellece eternamente nuestra alma con cada Comunión y con cada visita que le hacemos al Santísimo Sacramento. Toda la vida de María se puede resumir en una palabra: adoración.

Meditación propuesta por los Misioneros de la Santa Eucaristía

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

UnMinutoconMaría 

 


 

Ve y siéntate en el último lugar

Guardémonos, pues, todos los hermanos de toda soberbia y vanagloria; y defendámonos de la sabiduría de este mundo y de la prudencia de la carne (Rom 8,6), ya que el espíritu de la carne quiere y se esfuerza mucho por tener palabras, pero poco por tener obras, y busca no la religión y santidad en el espíritu interior, sino que quiere y desea tener una religión y santidad que aparezca exteriormente a los hombres. Y éstos son aquellos de quienes dice el Señor: En verdad os digo, recibieron su recompensa (Mt 6,2). El espíritu del Señor, en cambio, quiere que la carne sea mortificada y despreciada, tenida por vil y abyecta. Y se afana por la humildad y la paciencia, y la pura, y simple, y verdadera paz del espíritu. Y siempre desea, más que nada, el temor divino y la divina sabiduría, y el divino amor del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y restituyamos todos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos son suyos, y démosle gracias por todos ellos, ya que todo bien de Él procede. Y el mismo altísimo y sumo, solo Dios verdadero, a Él se le tributen y El reciba todos los honores y reverencias, todas las alabanzas y bendiciones, todas las acciones de gracias y la gloria, suyo es todo bien; sólo El es bueno (cf. Lc 8,19).

 

  San Francisco de Asís (1182-1226)
fundador de los Hermanos menores
Regla Primera, no bulada (1221) § 17.evangelizo.org

A Ella, a quien amo, me gusta considerarla como la puerta del Cielo

 A Ella, a quien amo, me gusta considerarla como la puerta del Cielo
Mi práctica religiosa está en pañales. Rezo el Rosario durante mis viajes en moto y no es raro que no lo termine, que me quede corto en una decena porque, una vez que salgo de mi vehículo, rápidamente me invade el trabajo diario y la vida familiar. Tanto es así que rara vez rezo los fines de semana porque son días en los que pocas veces viajo solo. En cuanto a la práctica real, trato de mantener los misterios en mente mientras repaso los avemarías, pero pronto pierdo la pista y me encuentro contemplando el misterio o concentrándome en mantener el hilo de las oraciones, rara vez ambas cosas al mismo tiempo. En cuanto a lo que me ha aportado el Rosario... Por lo pronto, un conocimiento más íntimo de los misterios, que me entregan (raramente, pero con regularidad) las "claves" de comprensión. El deseo de profundizar en aquellos misterios que conozco poco. Por ejemplo, durante unas semanas, fue la Transfiguración la que atrajo mi atención y sentí la necesidad de leer y releer los versículos y sus comentarios. También me gusta sentir la presencia dulce y consoladora del Padre y de María al decir los avemarías. Me gusta profundizar en los misterios, a través de ella, considerándola como la puerta del Cielo, quien lleva mis oraciones mucho más allá de lo que yo soy capaz de hacer. Es poco, pero ya es mucho. No es espectacular, pero estos son los principales frutos que he visto aparecer en estos últimos años.

Testimonio de A. P., septiembre de 2020

UnMinutoconMaría 


 

viernes, 28 de octubre de 2022

La sucesión apostólica.

Los apóstoles recibieron del Señor la buena nueva para trasmitirla a nosotros. Jesucristo ha sido enviado por Dios. Por tanto, Cristo viene de Dios, los apóstoles de Cristo. Estos dos envíos o misiones vienen nada menos que de la voluntad de Dios. Los apóstoles, revestidos de la certeza de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, equipados con sus instrucciones, afianzados por la palabra de Dios, se pusieron en camino, asistidos por el Espíritu Santo para anunciar que el Reino de Dios está cerca. Predicaron en el campo y en las ciudades donde establecieron sus primicias y donde discernían con la ayuda del Espíritu Santo quienes serían los obispos y los diáconos de los futuros fieles. .. ¿Es de extrañar que aquellos hombres que Dios proveyó de esta misión en Cristo, hayan establecido, a su vez, los ministros que acabo de nombrar?...Nuestros apóstoles sabían, gracias a Nuestro Señor Jesucristo, que los hombres discutirían sobre la función del obispo. Esta es la razón por la que, en su presciencia perfecta, establecieron los ministros mencionados más arriba e instituyeron que después de su muerte otros hombres, debidamente probados, seguirían en la sucesión.

  San Clemente de Roma
papa del año 90 a 100 aproximadamente
Carta a los Corintios, 42-44.evangelizo.org

jueves, 27 de octubre de 2022

Vengo a Tí Señor

 Vengo a Tí  mi Señor para Adorarte, Alabarte, Glorificarte, para entregarte mi corazón, mi alma y todo mi ser. Mi Señor, Tú lo sabes todo, Tú lo ves todo, Tú me conoces, Tú todo lo puedes y se que me amas. Tú sabes lo que necesito.  Vengo con humildad a pedirte perdón por todas mis faltas. En Ti creo, espero y confío .

Gracias por estar siempre a mi lado Mi amado Jesús.

IcD



Herodes te quiere matar

Como afirma la Sagrada Escritura, Jerusalén no conoció el tiempo de su visita, gran parte de los judíos no aceptaron el Evangelio e incluso no pocos se opusieron a su difusión. No obstante, según el Apóstol, los judíos son todavía muy amados de Dios a causa de sus padres, porque Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación. La Iglesia, juntamente con los Profetas y el mismo Apóstol espera el día, que sólo Dios conoce, en que todos los pueblos invocarán al Señor con una sola voz y "le servirán como un solo hombre" (Soph 3,9).

 
Como es, por consiguiente, tan grande el patrimonio espiritual común a cristianos y judíos, este Sagrado Concilio quiere fomentar y recomendar el mutuo conocimiento y aprecio entre ellos, que se consigue sobre todo por medio de los estudios bíblicos y teológicos y con el diálogo fraterno.
Aunque las autoridades de los judíos con sus seguidores reclamaron la muerte de Cristo, sin embargo, lo que en su Pasión se hizo, no puede ser imputado ni indistintamente a todos los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy. Y, si bien la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, no se ha de señalar a los judíos como reprobados de Dios ni malditos, como si esto se dedujera de las Sagradas Escrituras. Por consiguiente, procuren todos no enseñar nada que no esté conforme con la verdad evangélica y con el espíritu de Cristo, ni en la catequesis ni en la predicación de la Palabra de Dios.

 
Además, la Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos.


Por los demás, Cristo, como siempre lo ha profesado y profesa la Iglesia, abrazó voluntariamente y movido por inmensa caridad, su pasión y muerte, por los pecados de todos los hombres, para que todos consigan la salvación. Es, pues, deber de la Iglesia en su predicación el anunciar la cruz de Cristo como signo del amor universal de Dios y como fuente de toda gracia.

 

  Concilio Vaticano II
Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas “Nostra Aetate”, 4 

evangelizo.org

miércoles, 26 de octubre de 2022

Nuestro lugar en el festín del Reino de Dios

Dios, en su gracia especial, visita a quienes tienen gran contrición, compasión y verdadero deseo ardiente de él. Ellos son súbitamente liberados del pecado y el dolor y llevados a la dicha tal cómo los santos. Por la contrición somos purificados, por la compasión preparados, por el verdadero deseo ardiente de Dios somos hechos dignos. Estos son los tres medios, según yo comprendí, por los que todas las almas llegan al cielo, es decir, que han sido pecadores en la tierra y serán salvados. Toda alma pecadora debe ser curada por medio de estos remedios. Aunque ya curada, sus heridas son consideradas por Dios como signos gloriosos. En contrapartida de tristezas y penitencias de aquí, que son como un castigo, en el cielo seremos recompensados por el amor bondadoso de nuestro Señor. (…) Él considera el pecado de los que lo aman como tristeza y sufrimiento, sin atribuirles culpa alguna, ya que lo aman. La recompensa que recibiremos allí no será pequeña, sino grande, honorable, gloriosa. Así toda vergüenza se cambiará en gloria y alegría.

 
En su bondad, nuestro Señor no quiere que sus servidores desesperen por el hecho de sus lamentables y frecuentes caídas, ya que nuestras caídas no son obstáculo a su amor. Su paz y amor están siempre con nosotros, viviendo y actuando. (…) Quiere que sepamos que él es el fundamento de nuestra vida en el amor y nuestro protector eterno. Nos defiende con potencia contra todo tipo de enemigos, esas fieras furiosas contra nosotros. Tenemos gran necesidad de él porque, por nuestras caídas, frecuentemente damos ocasión a los enemigos.

  Juliana de Norwich (1342-después de 1416)
reclusa inglesa
Libro de visiones y revelaciones del amor divino (Révélations de l'amour divin, 39).
evangelizo.org

 

domingo, 23 de octubre de 2022

«¡Oh Dios, ten compasión de este pecador!»

Un fariseo y un publicano subieron al templo a orar. El fariseo comenzó enumerando todas sus cualidades, proclamando: «¡Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos y adúlteros; ni como ese publicano!» ¡Miserable, te atreves a juzgar la tierra entera! ¿Por qué te atreves a desanimar a tu prójimo? ¿No te basta la tierra entera que tienes necesidad de condenar a ese pubicano? Has acusado a todos los hombres sin excepción: «No soy como los demás hombres... ni como ese publicano; ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo». ¡Cuánta suficiencia en estas palabras! ¡Maldito!...


El publicano había comprendido muy bien estas palabras. Hubiera podido corregirlo de esta manera: ¿Quién eres tú que te atreves a proferir semejantes difamaciones contra mí? ¿Qué sabes tú de mi vida? Jamás has vivido en mi entorno, tú no eres uno de mis íntimos. ¿Por qué manifiestas tanto orgullo? Por otra parte, ¿quién puede dar testimonio de la realidad de tus buenas acciones? ¿Por qué te empeñas en hacer tu propio elogio, qué es lo que te incita a ensalzarte de esta manera?» Pero no, no hizo nada de eso –sino todo lo contrario- se prosternó diciendo: «¡Oh Dios ten compasión de este pecador!» Y por haber dado pruebas de humildad, quedó justificado.

 
El fariseo se marchó del Templo sin recibir ninguna absolución, mas el publicano se marchó con el corazón renovado por haber reencontrado la justicia... Sin embargo, no es que allí hubiera mucha humildad, en la medida en que este término se usa cuando se humilla uno que es noble; ahora bien, en el caso del publicano, no se trataba de humildad, sino de simple verdad, porque lo que decía era verdad.  

 

San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilías sobre la conversión, nº 2 evangelizo.org
 

sábado, 22 de octubre de 2022

Sábado de María

Alegoría de la fe: creer no es cerrar los ojos a la realidad, sino más bien mirar con el alma y el corazón, que ven mucho más allá, y captan lo esencial.

"Los ojos de María: ¡Quién pudiera haberlos visto realmente tan siquiera una vez, aunque fuera por un instante!
Los ojos de María. Ojos hermosos, agradables, con esa belleza natural que no necesita de mejunjes ni postizos para ser encantadores. Ojos sencillos, de esos que no saben mirar a los demás desde arriba.
Ojos bondadosos, que nunca se han desfigurado con guiños de ira o de odio. Ojos sinceros, que no han aprendido a mentir; testigos de un interior sin sombra de doblez.
Ojos atentos a las necesidades ajenas y distraídos para fijarse y molestarse por sus defectos. Ojos comprensivos y misericordiosos que, ante pecadores y malhechores, se transforman en manos abiertas que ofrecen la gracia a raudales.
Ojos de mujer que reflejan nítidamente un alma preciosa, adornada de humildad, de bondad, se sinceridad, caridad, de comprensión y misericordia. Los ojos de María. Los ojos de un alma en gracia.
Verdaderas ventanas al cielo. Porque cielo era toda su alma."
 
Fotón: Antonio Jaén Sánchez @ImagineJaemmm

ORACIÓN PARA ALCANZAR EL AMOR DE MARÍA.

¡María, tú robas los corazones!

Señora, que con tu amor y tus beneficios
robas los corazones de tus siervos,
roba también mi pobre corazón
que tanto desea amarte.

Con tu belleza has enamorado a Dios,
y lo has atraído del cielo a tu seno.

¿Viviré sin amarte, Madre mía?

No quiero descansar hasta estar cierto
de haber conseguido tu amor,
pero un amor constante y tierno
hacia Ti, Madre mía,
que tan tiernamente me has amado
aun cuando yo era tan ingrato.

¿Qué sería de mí, María,
si tú no me hubieras amado
e impetrado tantas misericordias?

Si tanto me has amado cuando no te amaba,
cuánto confío en tu bondad ahora que te amo.

Te amo, Madre mía,
y quisiera un gran corazón que te amara
por todos los infelices que no te aman.

Quisiera una lengua
que pudiera alabarte por mil,
y dar a conocer a todos tu grandeza,
tu santidad, tu misericordia
y el amor con que amas a los que te quieren.

Si tuviera riquezas,
todas quisiera gastarlas en honrarte.

Si tuviera vasallos,
a todos los haría tus amantes. Quisiera, en fin, si falta hiciera,
dar por ti y por tu gloria hasta la vida.

Te amo, Madre mía, pero al tiempo
temo no amarte cual debiera,
porque oigo decir que el amor
hace, a los que se aman, semejantes.

Y si yo soy de Ti tan diferente,
triste señal será de que no te amo.

¡Tú tan pura y yo tan sucio!

¡Tú tan humilde y yo tan soberbio!

¡Tú tan Santa y yo tan pecador!

Pero esto tú lo puedes remediar, María.
Hazme semejante a Ti pues que me amas.
Tú eres poderosa para cambiar corazones;
toma el mío y transfórmalo.
Que vea el mundo lo poderosa que eres
a favor de aquellos que te aman.
Hazme digno de tu Hijo, hazme santo.

Así lo espero, así sea.
 

San Alfonso María de Ligorio Las Glorias de María.

Ave María Purisima.

La Milicia de la Inmaculada

UalCdM


 

Pecadores, reflexionad, volved a vuestro corazón (Is 46,8)

Hay muchas cosas que a causa de la debilidad humana no logramos cumplir físicamente; pero, si verdaderamente lo queremos, con la inspiración de Dios, podemos encontrar el amor en nuestro corazón. Existen a veces muchas cosas que no logramos sacar de nuestro granero, de nuestra cueva o de nuestra bodega, pero no tenemos excusa cuando se trata de nuestro corazón...No nos dicen: " Id hasta Oriente, y buscad el amor; navegad hacia Occidente y encontrareis el amor". No, nos ordenan regresar al interior de nuestro corazón, de donde la cólera nos hace salir a menudo. Así como lo dice el profeta: "Pecadores, reflexionad, regresad a vuestro corazón" (Is 46,8).


No es en países lejanos donde se encuentra lo que el Señor nos pide; nos envía al interior de nosotros mismos, a nuestro corazón, porque ha colocado en nosotros lo que nos pide. La caridad perfecta no es otra que la buena voluntad del alma; a propósito de esta, los ángeles proclamaron a los pastores: "Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad" (Lc 2,14 tipos de Vulg)... Trabajemos pues con todas nuestras fuerzas, con la ayuda de Dios, para concederle el primer puesto, en nuestra alma, a la bondad más que a la maldad, a la paciencia más que a la cólera, a la benevolencia más que a la envidia, a la humildad más que al orgullo. En fin, que la dulzura de la caridad tome de tal manera posesión de nuestro corazón, que ya no quede sitio en él para la amargura del odio.

  San Cesáreo de Arlés (470-543)
monje y obispo
Sermón 37, 1; SC 243 evangelizo.org

 

viernes, 21 de octubre de 2022

Rosario del Sagrado Corazón de Jesús

 Se compone de cinco decenas, en honor a las cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo

Al comenzar:

En lugar del Acto de Contrición, se rezará la siguiente oración de San Ignacio:


Ánima Christi
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Corazón de Cristo, vivifícame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús! Óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
A la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que, con San José, La Virgen María,
tus Ángeles y tus Santos
Te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos.
Amén.
(300 días de Indulgencias*)


-. Al principio de cada decena:

Jesús, dulce y humilde de Corazón, haced el mío, semejante al Vuestro
(300 días de Indulgencias)
-. Diez veces:

Sagrado Corazón de Jesús: En Vos confío
(300 días de Indulgencias)

.- En las cuentas grandes:

Inmaculado Corazón de María: Sé la Salvación del alma mía
(300 días de Indulgencias)

-. Al concluir la quinta decena:

Dulce Corazón de Jesús: Sé Tú mi amor y ten piedad de nosotros
(300 días de Indulgencias)

Dulce Corazón de María: Ruega por nosotros
(100 días de Indulgencias)

Este Rosario es un verdadero tesoro de Indulgencias, porque las oraciones de que se compone, han sido tan enriquecidas que, en 3 minutos que dura, se ganan 18.500 días de Indulgencias.
(Traducido del que se publicó en francés con aprobación del Sr. Obispo de Montreal, Canadá).

Corazón de Jesús: ¡Misericordia!
(50 días de Indulgencias)

Corazón agonizante: Ten piedad de los moribundos

Un Padre Nuestro y un Ave María por una persona enferma

* Actualmente La Iglesia ha definido las indulgencias únicamente en dos clases: Plenarias y parciales.

 
Plenarias: Se consigue salvar un alma del Purgatorio. Sólo se puede ganar una al día.
Parciales: Se gana el doble del mérito por la oración rezada o la acción realizada, al estar enriquecida con la indulgencia.
Para ganar indulgencias es necesario estar en gracia de Dios y rezar por las intenciones del Santo Padre.


 

Oración

 Oh Jesús crucificado por mis pecados, ahora yo vengo a los pies de la Cruz y contemplando tu sagrado Corazón de donde fluye sangre y agua, humildemente te pido que laves mi corazón y sentidos para que yo pueda experimentar tu amor sin medida, y alcanzar la santidad de vida que Tú tanto deseas. Siento profundamente haberme manchado con diversos pecados en mi vida pasada. Uniendo todas mis pequeñas tristezas y sufrimientos con tus agudísimos sufrimientos en la cruz, yo expío por mis pecados. 

Oh Jesús, mi dulce Salvador, al rendirme a Ti, te expreso mi gran deseo de llegar a Ti más íntimamente para ver tu cara con mis ojos, oír tu voz a través de mis oídos, oler la dulce fragancia de tu divinidad y probar tu precioso amor y por tanto tener una experiencia personal completa de tu presencia. 

Oh Señor, déjame tocar tus santas heridas con mis manos (hacerlo) marcando y ungiendo cada parte de mi mismo para que pueda ser plenamente protegido de todo mal y de todo daño. 

Oh Espíritu Santo, ven a mí y habita en mí con la presencia de Jesús y del Padre para que pueda ser santo y sin mancha con todos los santos en el cielo. 

Amén

Unidos al Corazón de Maria.


 

Leer en la realidad actual los signos de los tiempos

 Cada vez que intentamos leer en la realidad actual los signos de los tiempos, es conveniente escuchar a los jóvenes y a los ancianos. Ambos son la esperanza de los pueblos. Los ancianos aportan la memoria y la sabiduría de la experiencia, que invita a no repetir tontamente los mismos errores del pasado. Los jóvenes nos llaman a despertar y acrecentar la esperanza, porque llevan en sí las nuevas tendencias de la humanidad y nos abren al futuro, de manera que no nos quedemos anclados en la nostalgia de estructuras y costumbres que ya no son cauces de vida en el mundo actual.

 
Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera!

 Para Francisco
Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium / La alegría del Evangelio” § 108-109 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana.evangelizo.org

 

jueves, 20 de octubre de 2022

«El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre... recibirá cien veces más» (Mt 19,29)

«¿Pensáis que he venido a traer la paz al mundo? No, sino la división. En adelante una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres...» En casi todos los pasjes del Evangelio el sentido espiritual juega un papel imporante; pero sobre todo en este pasaje es necesario buscar la profundidad espiritual en el entramado del sentido a fin de que no sea repelido por la dureza de una explicación simplista... ¿Cómo él mismo dice: «Mi paz os doy, mi paz os dejo» (Jn 14,27) si vino a separar los padres de sus hijos, los hijos de sus padres, rompiendo los lazos que los unen? ¿Cómo puede ser llamado «maldito el que honra a su padre» (Dt 27,16), y fervoroso si le abandona?

 
Si comprendemos que la religión està en primer lugar y la piedad filial en segundo, veremos que esta cuestión queda iluminada; en efecto, es preciso que lo humano dé paso a lo divino. Porque si tenemos deberes para con nuestros padres, ¡cuánto más con el Padre de los padres a quien debemos estar agradecidos por el don de nuestros padres!... No dice, pues, que hayamos de renunciar a los que amamos, sino que Dios sea preferido a todos. Por otra parte encontramos en otro libro: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10,37). No te está prohibido amar a tus padres, per sí preferirlos a Dios. Porque las relaciones naturales son beneficios del Señor, y nadie debe amar a los beneficios recibidos más que a Dios que preserva los bienes que da.

  San Ambrosio (c. 340-397)
obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Lucas, 7, 134.evangelizo.org

 

miércoles, 19 de octubre de 2022

Miércoles de San José

"Quien rehúye la prueba, rehúsa la corona".
Solo aquél que es capaz de agacharse e inclinarse para atender los detalles pequeños, es merecedor de cruzar el umbral de la puerta para entrar en el jardín que Dios tiene preparado para quienes hacen su voluntad.
MISLopez

martes, 18 de octubre de 2022

Oh Santo Ángel, a quien la divina Providencia ha confiado el cuidado y custodia de mi alma

 “Oh Santo Ángel, a quien la divina Providencia ha confiado el cuidado y custodia de mi alma, vela siempre sobre mí, ayúdame en el momento de la tentación, presenta mis oraciones a Dios, intercede por mí, para que en su bondad infinita, Dios Nuestro Señor se digna concederme el perdón de todos mis pecados, un profundo dolor por haberlos cometido, y todas las gracias que necesito para no ofenderle en adelante; vivir santos, perseverar valientemente y morir en su amor! 

Aparta de mí las tentaciones de mi enemigo, obtén del Dios de misericordia lo que yo no pude obtener por mí mismo, ¡que el pensamiento del mal no pueda penetrar en mí, que nunca encuentre un lugar allí! Y si tuviera la desgracia de desviarme del camino por donde me llevó la mano de Dios, ¡ay! Tráeme de vuelta inmediatamente, te lo suplico, siguiendo a mi Salvador. 

Cuando me veas en la prueba y el dolor, ora por mí, ayúdame, protégeme, ¡defiéndeme! Noche y día cuídame, guárdame; dirígeme en todas las cosas, acompáñame a todas partes, y sobre todo, cuando llegue mi última hora, oh santo guardián de mi alma, redobla tu celo y tu caridad. Defiéndela de los ataques de los demonios, aléjala de sus vanos temores, problemas, desesperación. 

No me dejes, no me abandones hasta que me hayas conducido al cielo, en presencia de Dios Nuestro Señor, de la Santísima Virgen, de todos los ángeles, y de todos los santos, para gozar eternamente contigo de la felicidad que nos será dada por Jesucristo Nuestro Señor, que reina en la eternidad con el Padre y el Espíritu Santo. 

Amén.

JeanPierreMartin
 

San Lucas, evangelista, «servidor de la Palabra» (Lc 1,2)

Toda palabra de Cristo es buena, tiene su misión y su finalidad, no cae en tierra. Es imposible que él haya pronunciado jamás palabras efímeras, él, que es el Verbo de Dios, expresando según su buen parecer los profundos consejos y la santa voluntad del Dios invisible. Es buena toda palabra de Cristo. Aunque sus proposiciones nos hayan sido transmitidas por gente ordinaria, podemos estar ciertos que nada de lo que se ha conservado –tanto si se trata de palabras dirigidas a un discípulo o a un contradictor, como si se trata de advertencias, pareceres, correcciones, palabras de consuelo, persuasión o condenación- nada de todo eso no tiene un significado puramente accidental, un alcance limitado o parcial...

 
Por el contrario, todas las palabras sagradas de Cristo, aunque revestidas de forma temporal y ordenadas a un fin inmediato -por esto mismo difíciles de liberarse de lo que en ellas mismas hay de momentáneo y contingente- no por ello dejan de conservar toda su fuerza en cada época. Permaneciendo en la Iglesia están destinadas a seguir siendo válidas en el cielo (cfr Mt 24,35) y se prolongan hasta la eternidad. Son nuestra regla santa, justa y buena la «lámpara para nuestros pasos, luz en nuestros senderos» (Sl 118, 105), tan plena e íntimamente válidas para nuestro tiempo que cuando fueron pronunciadas.


Esto hubiera sido igualmente verdad si, con una sencilla atención humana, alguien hubiera recogido las migajas de la mesa de Cristo. Pero nosotros tenemos una seguridad mucho mayor porque lo recibimos no de los hombres sino de Dios (1Tes 2,13). El Espíritu Santo, que glorificó a Cristo y dio a los evangelistas la inspiración de escribir, no trazó para nosotros un Evangelio estéril. Alabado sea por haber escogido y salvaguardado para nosotros las palabras que debían ser particularmente útiles para el porvenir; palabras que servirían de ley a la Iglesia para la fe, la moral y la disciplina. No una ley escrita sobre tablas de piedra (Ex 24,12), sino una ley de fe y de amor, de espíritu y no de letra, (Rm 7,6), una ley para los corazones generosos que aceptan «vivir de toda palabra», por humilde y modesta que sea, «que sale de la boca de Dios» (Dt 8,3; Mt 4,4).

 

  San John Henry Newman (1801-1890)
teólogo, fundador del Oratorio en Inglaterra
Sermón «The Good Part of Mary», PPS, III 22.evangeliza.org

lunes, 17 de octubre de 2022

Esta misma noche te pedirán cuenta de tu vida

Señor, hazme digno de menospreciar mi vida para obtener la vida que está en ti. En este mundo, la vida se parece a los que se sirven de unas letras para escribir alguna carta. Cuando se quiere, se añade, se quita o se cambia de palabra. Pero la vida del mundo futuro se parece a lo que hay escrito en los libros sellados con el sello real sin la menor falta, donde nada hay que añadir y donde nada falta. Mientras estamos en este mundo cambiante, estemos atentos a nosotros mismos. Mientras tengamos poder sobre el manuscrito de nuestra vida, sobre lo que hemos escrito con nuestras propias manos, esforcémonos para añadir lo que hacemos bien y borremos los defectos de nuestra primitiva conducta. Mientras estamos en este mundo Dios no pone su sello ni sobre el bien ni sobre mal. No lo hace hasta el momento de nuestro éxodo, cuando se termina nuestra obra, en el momento de nuestra partida.

 
Tal como lo ha dicho san Efrén, es preciso considerar que nuestra alma se parece a una nave a punto de viajar, pero que no sabe cuando vendrá el viento, y también se parece a un ejército, que no sabe cuando va a sonar la trompeta que anuncia el combate. Si dice esto de una nave o de un ejército que esperan un determinado momento que puede no llegar nunca, ¿cuánto más conveniente es que nos preparemos para la llegada repentina de este día, en que será echado el puente y se abra la puerta del mundo nuevo? Que Cristo, mediador de nuestra vida, nos conceda estar a punto.

 

  Isaac el Sirio (siglo VII)
monje cercano a Mossoul
Discursos ascéticos, 1ª serie, nº 38.evangelio.org

sábado, 15 de octubre de 2022

Reflexión

Dios, porque caigo a menudo en la impaciencia
dame fe para seguir esperando
lo que mis ojos quisieran ver antes que después.
Dios, si Tú quieres, confíame un poco de tu espíritu
para que, las fisuras que se abren a mi paso,
gocen de mi perdón y reconciliación con todos.
Ayúdame, oh Dios, a esperar aunque desespere
a mirar hacia lo alto, aunque me tiren de abajo
a comprender aún a riesgo de ser tenido por loco
a rezar, aunque me digan que soy un iluso.
Oh, Señor, regálame un poco de tu fuerza
porque, frecuentemente, me siento asaetado
empujado al abandono y a dejar de llamar a tu puerta.
Oh, Señor, si yo te pido algo que no me conviene
hazme ver que, no es que no me das,
sino que me das aquello que menos infeliz me puede hacer.
Hazme entender que no es bueno sembrar con tormenta
y que, al dejar el grano,
he de hacerlo con cariño, tiento y paciencia.
Oh, Señor, pon en mis labios palabras oportunas
para que, lejos de engañarte,
digan lo que mi corazón cobija y mi mente piensa
Para que, lejos de acercarme a Ti con rodeos
sea como el agua transparente
que se desliza rápidamente por los manantiales.
Oh, Señor, que sepa sentirte, amarte,
servirte, rezarte y alabarte
como tu nombre requiere y merece
Amén

 
Javier Leoz



 

Sábado de María

Oh María, Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Confiamos en Tí, salud de los enfermos, que junto a la cruz te asociaste al dolor de Jesús manteniendo firme tu Fe.
Tú, salvación del pueblo, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Cana en Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos Madre del Divino Amor a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que nos diga Jesús que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y se ha cargado con nuestros dolores para llevarnos a través de la Cruz a la alegría de la resurrección.
🕊 Bajo tu amparo nos acogemos Santa madre de Dios, no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades antes bien líbranos de todo peligro.
Oh Virgen gloriosa y bendita. 
Amén

 

viernes, 14 de octubre de 2022

Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados.


Dios me dijo: “Nadie se escapa de mi mano, porque yo soy el que soy. (Ex 3,14) y vosotros no sois por vosotros mismos. Existís por mí. Soy el creador de todas las cosas que participan de mi ser y no del pecado que no es creación mía. Por tanto el pecado no es digno de ser amado. La criatura me ofende porque ama lo que no tiene que amar, el pecado... Al hombre le es imposible de salir de mi ser. O bien, permanece en mí bajo el peso de la justicia que castiga sus faltas, o bien permanece en mí guardado por mi misericordia. Abre, pues, los ojos de tu inteligencia y mira mi mano: verás que digo la verdad.

Entonces, al abrir los ojos del espíritu para obedecer al Padre que es tan grande, vi el universo entero enfermo metido en la mano del Padre. Y Dios me dijo: “Hija mía, mira ahora y sé que nadie puede escapar de mi mano. Todos están cogidos por la justicia o por la misericordia, porque todos me pertenecen, son creados por mí, y los amo infinitamente. Sea la que fuera su malicia, les haré misericordia a causa de mis siervos; escucharé la petición que me presentas con tanto amor y tanto dolor...”

Entonces, mi alma, con embriagada y fuera de si en un infinito ardor de amor, sintió a la vez felicidad y dolor. Feliz por la unión con Dios, gustando su gozo y su bondad sumergida en su misericordia y sufriendo por ver ofendida una tan gran bondad.

 Santa Catalina de Siena (1347-1380)
terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa
El Diálogo, 18 evangelizo.org
 

 

jueves, 13 de octubre de 2022

HOY RECORDAMOS LA SEXTA APARICIÓN DE NUESTRA MADRE Y EL MILAGRO DEL SOL.

105 AÑOS DE ESTOS MEMORABLES ACONTECIMIENTOS.

 
El 13 de octubre, la Señora del Cielo, como la llamaban, revelaría su identidad. Llovía a torrentes. Llegó el mediodía y no pasaba nada. Les dijeron a Lucía, Jacinta y Francisco que era inútil, que se fueran de allí. Había unas 40 mil personas empapadas en la llanura. De pronto Lucía les dijo: “Guarden sus paraguas”, y a Francisco y Jacinta les avisó: “Ya viene Ella, he visto el resplandor”. Repentinamente paró la lluvia y el cielo se despejó totalmente.

 
“Soy la Señora del Rosario y vengo a advertir a los creyentes que se conviertan y pidan perdón por sus faltas”, les dijo la dama vestida de blanco. Después agregó: “Quiero que me construyan una capilla en este lugar”, y terminó anunciando que la (Primera) Guerra Mundial iba a terminar pronto.

 
Las crónicas periodísticas estimaron que 70 mil personas se encontraban en el llano de Fátima y presenciaron como "bailó el Sol", considerado el milagro de la Virgen.

 
Antes de irse, la dama señaló al sol. En aquel lugar había fieles católicos, pero también protestantes y ateos que habían llegado para denunciar la falsedad de las apariciones. Todos vieron al astro empezar a “bailar” en el cielo, y después dio la impresión de que caía, ante el terror de la multitud, para luego volver a su lugar. El milagro había ocurrido y uno de los principales testimonios lo pronunció el periodista Avelino de Almeida, escéptico a morir, pero que terminó dando fe del portento: “Fue un espectáculo único, increíble”.

 SCyM

 



 Fotos de Internet

“...empezaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas”

Aquel que desprecias ahora fue en su momento superior a ti. Aquel que es hombre ahora fue eternamente perfecto anteriormente. Está en el principio sin causa. Luego se sometió a las contingencias de este mundo... Para salvarte, tú que le insultas, tú que desprecias a Dios porque ha tomado tu basta naturaleza...

 
Lo envolvieron en pañales... se levantó de la tumba y se liberó de las vendas de la muerte... Lo acostaron en un pesebre y fue glorificado por los ángeles, anunciado por una estrella, adorado por los magos... Huyó a Egipto, pero liberó a los egipcios de sus supersticiones... Ha conocido la fatiga y es el descanso para todos los que acuden a él... Se deja llamar “samaritano y poseído por el diablo” pero él cura al que cae en manos de bandoleros y salva a los hombres de los espíritus malignos... Él ora y escucha las oraciones de los hombres. Llora y enjuga las lágrimas de los otros. Fue vendido por un precio y rescata el mundo a un precio: su propia sangre.

 
Como una oveja que se lleva al matadero, él conduce a las ovejas de Israel a buenos pastizales. Como una oveja que no abre la boca, siendo él la Palabra anunciada por la voz de aquel que llama en el desierto. Fue herido y llagado y cura toda enfermedad y toda debilidad. Fue levantado en el madero, clavado en la cruz, él que restauró nuestra dignidad en el árbol de la vida... Muere pero da vida destruyendo la muerte. Fue sepultado pero resucitó y, subiendo a los cielos, libra a las almas del infierno.

 

  San Gregorio Nacianceno (330-390)
obispo y doctor de la Iglesia
Tercer discurso teológico evangelizo.org

miércoles, 12 de octubre de 2022

Virgen del Pilar

 Rogad por España. 
Y la Iglesia Católica Española. 
Tú a la victoria nos llevarás. 
¡Cantad, cantad, himnos de honor y alabanza!  
¡Cantad, cantad, a la Virgen del Pilar!



 Oh Virgen del Pilar, Reina y Madre. 
España y todas las naciones hispanas reconocen con gratitud tu protección constante y esperan seguir contando con ella. 
Madre mía que seamos defendidos con tu auxilio perpetuo.
Amén 
 https://twitter.com/EsclavitudM



Malditos vosotros, fariseos, porque amáis los primeros puestos y ser saludados en la plaza pública

La verdadera humildad de corazón es más sentida y vivida interiormente que al exterior. Cierto, es preciso mostrarse siempre humilde en presencia de Dios, pero no con esta falsa humildad que no conduce más que al desaliento, agotamiento y a la desesperación. Debemos tener una mala reputación de nosotros mismos, no hacer pasar nuestro propio interés antes que el los demás y juzgarnos como inferiores a nuestro prójimo.


Si es cierto que nos hace falta mucha paciencia para soportar las miserias de los demás, nos precisa aún mucha más para aprender a soportarnos a nosotros mismos. Ante tus cotidianas infidelidades, haz continuamente actos de humildad. Cuando el Señor te verá así arrepentido, extenderá su mano hacia ti y te atraerá hacia él.

 
Nadie merece nada en este mundo; es sólo el Señor quien nos lo concede todo, por pura benevolencia y porque, en su infinita bondad, nos todo.

 

  San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968)
capuchino
AP; CE 47 evangelizo.org

martes, 11 de octubre de 2022

El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?

«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato». Como veis, nuestros cuerpos son llamados aquí con los nombres de objetos de tierra y frágiles, que una simple caída puede romper. Y los íntimos sentimientos del alma son llamados por expresiones y gestos del cuerpo, tal como lo que encierra el interior de una copa se deja ver por fuera. .. Ved, pues, que no es el exterior de una copa o de un plato lo que nos ensucia el interior.
Como buen maestro, Jesús os ha enseñado cómo limpiar las manchas de nuestro cuerpo, diciendo: "Más bien dad como limosna lo que tenéis y todo le demás será puro en vosotros" ¡Veis bien cuántos remedios hay! La misericordia nos purifica. La palabra de Dios también nos purifica, tal como está escrito: «Vosotros estáis ya limpios gracias a la palabra que os he anunciado» (Jn 15,3)...
Es el punto de partida de un buen pasaje: el Señor nos invita a buscar la simplicidad y condena el estar ligado a lo que es superfluo y ramplón. Los fariseos, a causa de su fragilidad, son comparados, y no sin razón, a la copa y al plato: observan escrupulosamente puntos que no tienen ninguna utilidad para nosotros, y olvidan aquello donde se encuentra el fruto de nuestra esperanza. Cometen, pues, una gran falta, despreciando lo mejor. Y sin embargo, también a esta falta se le ha prometido el perdón si viene detrás de la misericordia y la limosna.

  San Ambrosio (c. 340-397)
obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Lucas, 7, 100-102 evangelizo.org

 

lunes, 10 de octubre de 2022

BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

DEVOCIÓN DÍA LUNES

Súplica a nuestra señora para obtener el reposo y liberación de las benditas almas del purgatorio.
 
 Oh María Reina del Purgatorio os ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, de caridad o de justicia. 
 
Ave María... 
 
Oh María Reina del Purgatorio os ruego por las Almas más abandonadas y olvidadas por las que nadie ruega. Vos oh Madre, que os acordais de ellas, aplicadles los méritos de la pasón de Jesús, vuestros méritos y los de todos los Santos y encontrarán saludable refrigerio. 
 
 Ave María...
 
 Oh María Reina del Purgatorio, os ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de penas, para que cuanto antes vayan a cantar en vuestra compañía las eternas misericordias del Señor. 
 
 Ave María...
 
Padre Eterno, yo te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio.
 
 Ave María...
 

 
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