Jesús, no quiero abandonarte, antes bien, deseo dar testimonio de ti a los hombres. Quiero darte a conocer a quienes no han oído hablar de ti. Sé que no será fácil, porque el mundo odia los que te pertenecemos, pero “Tú has vencido al mundo”, y con esa confianza, quiero aventurarme en el anuncio de tu Persona. Catholic.net
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ACI prensa

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven. http://la-oracion.com

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Oración

 Señor mío y Dios mío, al iniciar este bello día vengo delante de Ti para darte gracias por permitirme ver y disfrutar de otro amanecer rodeado de tu amor, de tu bondad y de tu provisión.

Gracias Señor por todas las cosas maravillosas que Tú haces en mi vida, gracias por el hogar que protegió mi sueño y el sueño de mi familia, gracias por el pan que hay en nuestra mesa y gracias porque sabemos que Tú siempre estás a nuestro lado guiándonos por aquel bello camino que desde hace tiempo preparaste especialmente para nosotros.

Amado Dios, en esta mañana quiero entregarte mi vida, la vida de mis seres queridos y todas nuestras ilusiones. Te suplico que nos mantengas a salvo del peligro que asecha, de las personas malintencionadas y de todo aquello que pretenda perjudicar nuestro bienestar.

Por favor danos la fuerza y la sabiduría para poder lograr cada una de las metas que nos hemos planteado y danos la capacidad para luchar y perseverar ante las pruebas, las injusticias y las dificultades.

Ilumina nuestros corazones para que seamos capaces de amar y entender a nuestros semejantes, incluso a aquellos que nos han hecho daño y permítenos ser un humilde instrumento de tu obra, para así, tomar las mejores decisiones en beneficio de todos.

Padre celestial, Tú eres mi refugio, mi consuelo, mi guía y mi autentica fortaleza, solo en Ti encuentro la paz que mi alma precisa y sé que bajo tu amparo, de nada habré de temer.

Amado Dios, te alabo y te bendigo en este nuevo día que apenas empieza, te agradezco por cada persona con la que voy a compartir y por todo aquello que Tú has preparado especialmente para mí. Por favor dame tu mano, ayúdame a ir siempre hacia adelante y en tu compañía, poder avanzar hacia destinos de bienestar, alegría, abundancia y bendición, Amén.

 https://www.instagram.com/amor_catolico/


 

Oración a San José, por un alma del purgatorio

Amorosísimo San José, que tan tiernamente amaste a Jesús y tan vivamente sentiste la privación de su presencia cuando le perdiste en el templo, 

te encomiendo con todo fervor el alma de (se dice el nombre), que, lejos tal vez de la beatífica presencia de Dios, está ahora padeciendo en el purgatorio.

 !Oh santo patriarca! sé su consuelo en aquel lugar de pena y expiación, dígnate aplicarle los piadosos sufragios de los fieles, particularmente los míos.

 Constitúyete su intercesor para con Jesús y María y rompe con tu poderosa oración sus cadenas, para que pueda abismarse en el seno de Dios y gozar cuanto antes de la felicidad eterna.

Amén

Señor Jesús, Tú que por tu pasión dolorosa redimiste a todas las almas, a aquellas que están el purgatorio llévalas al Cielo por intercesión de la Virgen y San José.

AnimasdelPurgatorio
 

 

ORACIÓN DEL SILENCIO

 El Señor nos conceda como a María,
el silencio y la atención del amor, 
la capacidad de acoger la Palabra,
y la fuerza que viene del silencio
para poner todo nuestro ser 
al servicio de la Palabra de vida

El Señor nos conceda como a María, 
aquel silencio 
que es el eco de su Palabra,
y que debe llenar todo el espacio 
de nuestro ser libre, de nuestro yo
 
 

 

El primer discípulo del Señor

Andrés fue el primero en reconocer al Señor como su Maestro...; dejó atrás las enseñanzas de Juan Bautista para entrar en el seguimiento de Cristo... a la luz de la lámpara (Jn 5,35), buscaba la verdadera luz; bajo su leve resplandor, se ocultaba el esplendor de Cristo... De maestro que era, Juan Bautista se convirtió en servidor y heraldo de Cristo presente ante él: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” (Jn 1,29) Este es el que salva de la muerte; éste es el que destruye el pecado. Yo soy el enviado, no el esposo, pero soy el que acompaña al esposo. (Jn 3,29) Yo he venido como servidor, no como maestro.

 
Empujado por estas palabras, Andrés abandona su antiguo maestro y corre hacia aquel que éste anunciaba... su deseo se manifiesta en su diligencia... llevando consigo a Juan, el evangelista. Los dos abandonan la antorcha (cf Jn 5,35) para seguir al sol... Andrés es la primera planta del jardín de los apóstoles, es él quien abre la puerta a la enseñanza de Cristo, él es el primero en recoger los frutos del campo cultivado por los profetas... Fue el primero en reconocer al profeta del cual Moisés había dicho: “El Señor, tu Dios, te suscitará de entre los tuyos, de entre tus hermanos, un profeta como yo. A él lo escucharéis.” (Dt 18,15)... Reconoció a aquel que anunciaron los profetas y condujo a su hermano Pedro hacia él. Le muestra a Pedro su tesoro: “Hemos encontrado al Mesías, (Jn 1,14) a aquel que anhelábamos. Esperábamos su venida: ven ahora a gustar de su presencia”... Andrés conduce a su hermano a Cristo... Era su primer milagro.     

  Basilio de Seleucia (¿-c. 468)
obispo
Sermón en alabanza a San Andrés, 2-3; PG 18, 1103; atribuido a san Atanasio.evangelizo.org

martes, 29 de noviembre de 2022

Lo que has escondido a los sabios y entendidos, lo has revelado a los más pequeños

Considera cómo, después de tantos siglos, después de tantas plegarias y suspiros, vino, nació y se dió todo a nosotros el Mesías, que no fueron dignos de ver los santos patriarcas y profetas; el suspirado de los gentiles, el deseado de los collados eternos, nuestro Salvador: Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. El Hijo de Dios se empequeñeció para hacernos grandes; se dio a nosotros para que nosotros nos diéramos a Él; vino a demostrarnos su amor, para que le correspondiésemos con el nuestro. Recibámoslo, pues, con afecto, ámennosle y recurramos a Él en todas nuestras necesidades.

 
¡Oh amable Jesús, tan despreciado por mi!, bajasteis del cielo para rescatarnos del infierno y daros por completo a nosotros, y ¿cómo pudimos tantas veces despreciaros y volveros las espaldas? ¡Oh Dios!, los hombres son tan agradecidos con las criaturas, que, si alguien les hace un regalo, si les envía una visita lejana, si les da cualquier prueba de afecto, no se olvidan y se sienten forzados a corresponder. Y, a vuelta de esto, ¡son tan ingratos con vos, que sois su Dios, y tan amable que por su amor no rehusasteis dar sangre y vida !Mas, ¡ay de mi, que fui peor que los demás, por haber sido más amado y más ingrato. ¡Ah!, si las gracias que me dispensasteis las hubierais dado a un hereje, aun idolatra, se habrían hecho santos, y yo os ofendí. Por favor, no os recordéis, Señor, de las injurias que os hice.

 
Dijisteis que, cuando el pecador se arrepiente, os olvidáis de todos los ultrajes recibidos: Ninguno de los pecados que cometió le será recordado. Si en lo pasado no os amé, en lo futuro no quiero hacer más que amaros. Ya que os disteis completamente a mí, os doy, en cambio, toda mi voluntad; con ella os amo, os amo, os amo y quiero repetir siempre: os amo, os amo. Quiero vivir siempre repitiendo lo mismo y así quiero morir, lanzando el postrer suspiro con estas suaves palabras: Dios mío, os amo, para comenzar desde el punto en que entrare en la eternidad con un amor contínuo hacia vos, que durara eternamente, sin dejar ya de amaros. Entre tanto, Señor mío, único bien y único amor mío, me propongo anteponer vuestra voluntad a todos mis placeres. Venga todo el mundo y lo rechazo, que no quiero ya dejar de amar a quien me ha amado tanto; no quiero disgustar más a quien merece por parte mía infinito amor. Secundad, Jesús mío, este mi deseo con vuestra gracia.

San Alfonso María de Ligorio (1696-1787)
obispo y doctor de la Iglesia
3er Discurso para la Novena de Navidad evangelizo.org


 

lunes, 28 de noviembre de 2022

Muchos vendrán de Oriente y Occidente y tomarán sitio… en el festín del Reino de los cielos

La Iglesia peregrinante es misionera por su naturaleza, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre. pero este designio dimana del "amor frontal" o de la caridad de Dios Padre, que,… , engendra al Hijo, y a través del Hijo procede el Espíritu Santo, por su excesiva y misericordiosa benignidad, creándonos libremente y llamándonos además sin interés alguno a participar con Él en la vida y en la gloria, difundió con liberalidad la bondad divina y no cesa de difundirla, de forma que el que es Creador del universo, se haga por fin "todo en todas las cosas" (1 Cor, 15,28), procurando a un tiempo su gloria y nuestra felicidad. Pero plugo a Dios llamar a los hombres a la participación de su vida no sólo en particular, excluido cualquier género de conexión mutua, sino constituirlos en pueblo, en el que sus hijos que estaban dispersos se congreguen en unidad (Cf. Jn, 11,52).
      
    Este designio universal de Dios en pro de la salvación del género humano no se realiza solamente de un modo secreto en la mente de los hombres… para establecer la paz o comunión con El y armonizar la sociedad fraterna entre los hombres, pecadores, decretó entrar en la historia de la humanidad de un modo nuevo y definitivo enviando a su Hijo en nuestra carne… a fin de instaurarlo todo en El.  Cristo Jesús fue enviado al mundo como verdadero mediador entre Dios y los hombres. Por ser Dios habita en El corporalmente toda la plenitud de la divinidad (Cf. Col., 2,9); según la naturaleza humana, nuevo Adán, lleno de gracia y de verdad (Cf. Jn., 1,14), es constituido cabeza de la humanidad renovada… se hizo pobre por nosotros, siendo rico, para que nosotros fuésemos ricos por su pobreza (2 Cor., 8,9)… Pero tomó la naturaleza humana íntegra, cual se encuentra en nosotros miserables y pobres, a excepción del pecado…: "El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (Lc., 19,10).
 
    Mas lo que el Señor ha predicado una vez o lo que en El se ha obrado para la salvación del género humano hay que proclamarlo y difundirlo hasta los confines de la tierra (Cf. Act., 1,8),…, de suerte que lo que ha efectuado una vez para la salvación de todos consiga su efecto en la sucesión de los tiempos.
(Referencias Bíblicas : 1Co 15,28; Jn 11,52; Ef 1,10; 1Th 2,5; Col 2,9; cf 1Co 15,45; 2Co 8,9; He 4,15; Lc 19,10; Hch 1,8)
 
Concilio Vaticano II
Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia “Ad Gentes”, § 2-3 (trad. © Libreria Editrice Vaticana)evangelizo.org

 

domingo, 27 de noviembre de 2022

ORACION A NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA

Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa que te manifestaste a Santa Catalina Labouré, como mediadora de todas las gracias, atiende a mi plegaria. En tus manos maternales dejo todos mis intereses espirituales y temporales y te confío en particular la gracia que me atrevo a implorar de tu bondad, para que la encomiendes a tu Divino Hijo y le ruegues concedérmela si es conforme a su Voluntad y ha de ser para bien de mi alma.

Eleva tus manos al Señor y vuélvelas luego hacia mi Virgen Poderosa. Envuélveme en los rayos de tus gracias para que a la luz y al calor de esos rayos, me vaya desapegando de las cosas terrenas y pueda marchar con gozo en tu seguimiento, hasta el día en que me acojas en las puertas del Cielo.

AMEN

 



Estad preparados, porque a la hora en que menos penséis vendrá el Hijo del hombre

 (Lc 12,40)
Esperamos el aniversario del nacimiento de Cristo. Según la promesa del Señor, lo veremos pronto. La Escritura espera de nosotros una alegría espiritual tal que, elevándonos por encima de nosotros mismos, salte de gozo al salir al encuentro del Señor...Incluso antes de su llegada, el Señor viene a vosotros. Antes de manifestarse al mundo entero viene a vosotros en una visita íntima, porque ha dicho: “No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros.” (Jn 14,18)

 
Verdaderamente hay una venida del Señor frecuente e íntima, según el mérito y el fervor de cada uno,  que durante este período intermedio entre su primera venida y su vuelta el último día nos configura a la primera y nos prepara a la segunda. Si el Señor viene a nosotros ahora es para que su primera venida no quede inútil y la última no sea la venida de su cólera. Por su venida actual, en efecto, se pone a reformar nuestro orgullo según el ejemplo de su humildad en la primera venida y, luego, a reformar nuestro cuerpo humilde a la imagen del cuerpo glorioso que nos mostrará a su vuelta. Por esto debemos implorar con todas nuestras fuerzas y pedir con fervor esta venida intermedia que nos da la gracia de la primera venida y nos promete la gloria de la última...

 
La primera venida fue humilde y escondida, la última será esplendorosa y magnífica. La venida de la que hablamos está escondida, pero es igualmente magnífica. Digo “escondida”, no porque sea ignorada por aquel en quien tiene lugar, sino porque se realiza en el secreto del alma... Llega sin ser visto y se aleja sin que uno lo perciba. Su presencia es luz del alma y del espíritu. En el alma se ve al invisible y se conoce al incognoscible. Esta llegada del Señor traspone al alma de quien la contempla en una dulce y dichosa admiración. Entonces, del fondo del hombre brota el grito: “Señor ¿quién se compara a ti?” (Sal 34,10) Lo saben quienes han experimentado su venida y, quiera Dios, que los que no lo hayan experimentado puedan experimentar el deseo de su venida.

 Beato Guerrico de Igny (c. 1080-1157)
abad cisterciense
Segundo sermón para el Adviento, 2-4; PL 185, 15-17evangelizo.org

 

 

viernes, 25 de noviembre de 2022

Reflexión

 -Le dije: ¿porque me escojiste a mi?, si yo te he fallado tantas veces

-El me respondio: Por que sabia, que tu si aceptarías mi llamado



-Le dije Gracias Señor por qué sin merecerlo todos los días confías en mí

Jóvenes Catolicos

Sepan que el Reino de Dios está cerca

“Miren la higuera y otros árboles: cuando aparecen sus frutos, saben que el verano está cerca. Igualmente ustedes, cuando vean que aquello llega, sepan que el Reino de Dios está cerca”. Es como si nuestro Redentor dijera claramente: “Si conocemos la cercanía del verano por los frutos de los árboles, podemos reconocer por la ruina del mundo que el Reino de Dios está cerca”. Estas palabras señalan la ruina del mundo como su fruto. Sólo crece para caer, sólo florece para que lo que floreció en él muera por las calamidades. Por eso el Reino de Dios es comparado con el verano. Entonces las nubes de nuestra tristeza pasarán y los días de la vida brillarán con la luminosidad del Sol eterno. (…)


“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Nada en la naturaleza de las cosas materiales dura más que el cielo o la tierra. Nada es más rápido que pronunciar una palabra. (…) Por eso el Señor declara: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Es como dijese claramente: “Todo lo durable alrededor de ustedes, no dura en la eternidad. Todo lo que en mí parece pasar, es fijo y no pasa, ya que mi palabra que pasa expresa pensamientos que permanecen sin cambiar”.

 
Así, mis hermanos, no amen este mundo que, cómo ven, no podrá subsistir largo tiempo. Fijen en su espíritu este mandamiento que el apóstol Juan nos da para ponernos en guardia: “No amen al mundo ni las cosas mundanas. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1Jn2,15).

  San Gregorio Magno (c. 540-604)
papa y doctor de la Iglesia
Homilías sobre los Evangelios (Homélies sur les évangiles I, Le Barroux, Sainte-Madeleine, Téqui, 2000), trad.sc©evangelizo.org

 

jueves, 24 de noviembre de 2022

Cristo vendrá a ti 

Dice el Señor: El reino de Dios dentro de vosotros está (Lc 17, 21). Conviértete a Dios de todo corazón, y deja ese miserable mundo, y hallará tu alma reposo.

Aprende a menospreciar las cosas exteriores y darte a las interiores, y verás que se vienen a ti el reino de Dios. Pues el reino de Dios es paz y gozo en el Espíritu Santo (Rm 14, 17), que no se da a los malos.

    Si preparas digna morada interiormente a Jesucristo, vendrá a ti, y te mostrará su consolación. “Toda su gloria y hermosura está en lo interior” (Sal 44, 14 Vulg.), y allí se está complaciendo. Su continua visitación es con el hombre interior; con él habla dulcemente, tiene agradable consolación, mucha paz y admirable familiaridad.

    Ea, pues, alma fiel, prepara tu corazón a este Esposo para que quiera venirse a ti, y hablar contigo. Porque él dice así: “Si alguno me ama, guardará mi palabra, y vendremos a él y haremos en él nuestra morada” (Jn 14, 23)… El amante de Jesús y de la verdad, y el hombre verdaderamente interior y libre de las aflicciones desordenadas, se puede volver fácilmente a Dios, y levantarse sobre sí mismo en el espíritu, y descansar gozosamente… El hombre interior presto se recoge; porque nunca se entrega todo a las cosas exteriores. No le estorba el trabajo exterior, ni la ocupación necesaria a tiempos; sino que así como suceden las cosas, se acomoda a ellas… El que está interiormente bien dispuesto y ordenado, no cuida de los hechos famosos y perversos de los hombres… Si desprecias las consolaciones de fuera, podrás contemplar las cosas celestiales, y gozarte muchas veces dentro de ti.

 Imitación de Cristo
tratado espiritual del siglo XV
II, c. 1evangelizo.org

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Miércoles de San José


¡San José, enciéndenos con el fuego del Espíritu y fórjanos con firmeza, para purificarnos y ser instrumentos de Dios!
"Aquella madre —santamente apasionada, como todas las madres— a su hijo pequeño le llamaba: su príncipe, su rey, su tesoro, su sol.
Yo pensé en ti. Y entendí —¿qué padre no lleva en las entrañas algo maternal?— que no era ponderación el decir de la madre buena: tú... eres más que un tesoro, vales más que el sol; ¡toda la Sangre de Cristo!
¿Cómo no voy a tomar tu alma —oro puro— para meterla en forja, y trabajarla con el fuego y el martillo, hasta hacer de ese oro nativo una joya espléndida que ofrecer a mi Dios, a tu Dios?"

Prólogo de Forja.

San José María Escrivá de Balaguer.
 
 


 

Ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza

Os exhorto a que perseveréis con constancia y fortaleza en la confesión de la gloria del cielo; […] continuad por vuestra fortaleza espiritual hasta recibir la corona, teniendo como protector y guía al mismo Señor que dijo: “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). […] ¡Feliz cárcel, que traslada al cielo a los hombres de Dios! […]

 
Que ahora ninguna otra cosa ocupe vuestro corazón y vuestro espíritu sino los preceptos divinos y los mandamientos celestes, con los que el Espíritu Santo siempre os animaba a soportar los sufrimientos del martirio. Nadie se preocupe ahora de la muerte sino de la inmortalidad, ni del sufrimiento temporal sino de la gloria eterna, ya que está escrito: “Mucho le place al Señor la muerte de sus fieles” (Sal. 115,15 Vulgata). […] Y también, cuando la sagrada Escritura habla de los tormentos que consagran a los mártires de Dios […], afirma: “La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad. […] Gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente” (Sabiduría 3,4.8). Por tanto, si pensáis que habéis de juzgar y reinar con Cristo Jesús, necesariamente debéis de regocijaros y superar las pruebas de la hora presente en vista del gozo de los bienes futuros. […]
El mismo Señor ha sido en sí mismo el ejemplar para todos ellos, enseñando que ninguno puede llegar a su reino sino aquellos que sigan su mismo camino: “El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna” (Jn 12,25). […] También el apóstol Pablo nos dice que todos los que deseamos alcanzar las promesas del Señor debemos imitarle en todo: “Somos hijos de Dios —dice—y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados” (Rm 8,16s).

 San Cipriano (c. 200-258)
obispo de Cartago y mártir
Carta a los confesores de la fe, 6, 1-2 (trad. breviario, común de los varios mártires) evangelizo.org

 

martes, 22 de noviembre de 2022

Grandes signos en el cielo

El Señor vendrá de los cielos sobre las nubes, tal como él mismo subió sobre las nubes (Hch 1,9).Es, en efecto lo que él ha dicho: “Y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mt 24,30). Pero ¿cuál será el verdadero signo de su venida, pues existe el temor de que los poderes enemigos, queriéndole parecérsele, se atrevan a extraviarnos? “Entonces, dice, aparecerá en el cielo el signo del Hijo del hombre” (Mt 24,30). Ahora bien, el signo verdadero y propio de Cristo es la cruz. El signo de una cruz luminosa precede al rey, designando a aquel que primero ha sido crucificado, para que, a la vista de ella los que lo clavaron en ella y rodearon de obstáculos se golpeen el pecho (Za 12,10) diciendo: “Mirad al que fue abofeteado, aquel cuyo rostro recibió salivazos, aquel que fue envuelto en cadenas, aquel que antaño había sido humillado sobre la cruz.” “¿Adónde huir de la cólera de tu rostro?” dirán (Ap 6,16). Y rodeados de los ejércitos de los ángeles, no encontrarán refugio en ninguna parte.

 
Para los enemigos de la cruz, el signo será el temor; pero será gozo para los amigos que habrán creído en ella, o la habrán predicado, o habrán sufrido por ella. No desdeñará a sus servidores este rey glorioso rodeado de la guardia de los ángeles y que se sienta en el mismo trono que el Padre. Porque para que los elegidos no sean confundidos con los enemigos: “Enviará a sus ángeles con la gran  trompeta, y de los cuatro vientos reunirá a sus elegidos” (Mt 24,31) Si no olvidó a Lot en su aislamiento (Gn 19,15; Lc 17,28), ¿cómo podrá olvidar a la gran multitud de justos? “Venid, benditos de mi Padre” (Mt 25,34) dirá a los que serán transportados sobre los carros de las nubes y que los ángeles habrán reunido.

  San Cirilo de Jerusalén (313-350)
obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal 15 evangelizo.org

lunes, 21 de noviembre de 2022

 PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN

(21 de noviembre)

Si el mismo Dios te colmó de gracia y pureza y modeló tu corazón y alma como la más excelsa criatura, solo faltaba, Virgen María, que tú le correspondieras, en un acto de entrega, con tal amor.

Y no tardaste en mostrárselo, pues siendo niña te presentaste en el templo para entregarle tu vida.

Desconocedora de tu privilegiado destino, diste el primer paso que te acercaría a lo que Dios te tenía reservado.

Tu pecho solo albergaba amar y entregarte al Creador; y era tu máximo deseo preservar tu cuerpo y alma para que solo Él fuera tu poseedor.

La infancia va asociada a la inocencia, pero en tu caso, María, fue la misma Inocencia quien entró en el templo bajo la figura de niña. Quiero imaginar que tu mirada sobrevolaba la atmósfera de ese sacro recinto en el que el Espíritu Santo dejó sobre ti, Virgen niña, su divina mirada.

Sí, la Presentación de la Virgen en el templo es ese momento en el que María niña ofreció a Dios su corazón y alma, ese día en el que se acercó a su privilegiado destino de ser la Madre de Dios. 

 
Abel De Miguel Sáenz


 

Ella dio todo lo que tenía para vivir

Acordémonos de esta viuda que se olvidaba de sí misma para socorrer a los pobres, hasta dar todo lo que le quedaba para vivir, pensando sólo en la vida futura, como lo dice el mismo Señor. Los otros habían dado de lo que les sobraba, pero ella, más pobre quizá que muchos pobres, ya que su fortuna se reducía dos piezas de moneda, en su corazón era más rica que todos los ricos.

Ella sólo miraba las riqueza perdurables. Deseosa de los tesoros celestiales, renunciaba a todo lo que ella poseía como bienes que vienen de la tierra y a ella vuelven. (Gn 3,19) Daba lo que tenía para poseer lo que no tenía. Daba de los bienes perecederos para adquirir bienes inmortales. Esta pobre mujercilla no había olvidado los medios previstos y dispuestos por Nuestro Señor para obtener la recompensa futura. Por esto, el Señor tampoco la olvida, y como juez del mundo ha pronunciado por adelantado la sentencia: hace el elogio de aquella que será coronada en el día del juicio.

  San Paulino de Nola (335-431)
obispo
Carta 34, 2-4; PL 61, 345-346 evangelizo.org

domingo, 20 de noviembre de 2022

 CRISTO, REY DEL UNIVERSO


(20 de noviembre)
 

Si las almas rasgaran el velo con el que el cuerpo las cubre, morirían esas falsas potestades que las gobiernan al contemplar al Señor que las consiente y domina, al verdadero Señor de la vida.
No hay poder ni majestad que sostenga su mirada, pues cualquier sueño que osara usurparle el trono sería una quimera.
Hoy celebramos ese día en el que los mortales se sienten felices siervos de tan gran Señor y los vientos y aguas se humillan ante el simple eco de su nombre: ¡CRISTO, REY DEL UNIVERSO!
Hoy, el mundo nacido de su Palabra recuerda que vino de la nada y que fue Él quien le dio la vida.
Deje, cualquier alma, que su mirada, envuelta en el silencio, se pierda por la naturaleza, por las oscuras sendas de la noche y las estrellas y sigan esa estela hasta descubrir que la fuente de esa belleza arranca de un trono en el que se sienta CRISTO, REY DEL UNIVERSO.
La Tierra es la peana del Cielo, un Cielo en el que sus paisajes (así lo sueño) son etéreos como almas y profundos como nuestros deseos, pero basta mirar a CRISTO, REY DEL UNIVERSO, para saber cómo será ese Cielo con el que sueño.
Esta Tierra que pisamos, este mundo que tenemos en nuestras manos, es digno de ser alabado siendo Cristo su Rey; y aunque fuera crucificado, malherido y saboreara la injusta muerte, mejor dicho, precisamente por eso, suspiraré por formar parte de su séquito, pues con un Rey que así se entrega, solo puede haber Amor en su reino.
Solo será mi sueño el de tener a este REY entre mis labios, esconderlo en mi cuerpo, sentirlo en mi alma y, así, tan cercano, daré las gracias por este mundo creado y por tener a CRISTO como REY DEL UNIVERSO. 

 
Abel De Miguel Sáenz

 


 

sábado, 19 de noviembre de 2022

Himno a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen Santa de la Providencia

Madre de Clemencia,
Honor del Caribe.
Protectora, Borinquen te aclama.
Patrona te llama y a tu amparo vive.

Los Boricuas, tus hijos amados,
llegan confiados a buscar los bienes,
que les brinda con todo el cariño,
por tu mano, el niño,
que en tus brazos tienes.

Ese niño que reposa en calma,
despierto en el alma
en Borinquen sueña.
Y se alegra de que hayas querido
por trono escogido, tierra Borinqueña.

Puerto Rico, te tiende su brazo,
solo en tu regazo, descansar añora,
y te pide, que sigas constante,
siendo en cada instante
su fiel protectora.

 webcatolicojavier


 




El Dios de los vivos

En su respuesta a los saduceos que negaban la resurrección y, a causa de ello, despreciaban a Dios y ridiculizaban la Ley, Nuestro Señor y Maestro demostró a la vez la resurrección e hizo conocer a Dios. En cuanto a la resurrección de los muertos ¿no habéis leído la palabra de Dios que dice: -Yo soy el Dios de Abrahán, de Isaac, de Jacob?- Y añadía: -No es un Dios de muertos sino de vivos, porque todos viven gracias a él.- Con estas palabras se refirió claramente a aquel que habló a Moisés en la zarza ardiendo y que se declaró el Dios de los padres, el Dios de los vivos. ¿Quién es el Dios de los vivos sino el Dios viviente, fuera del cual no hay otro? Este fue anunciado por el profeta Daniel cuando respondió a Ciro, rey de los persas...:-No adoro ídolos hechos por mano de hombres sino al Dios vivo que hizo el cielo y la tierra y que es Señor sobre todo lo que vive.- Y añadió: -Adoraré al Señor Dios mío, porque es el Dios viviente.- (cf Dn 14,5.25).


Dios, a quien adoraron los profetas, el Dios vivo, es el Dios de los vivientes, como su Verbo que habló a Moisés en la zarza ardiendo y quien refutó a los saduceos y ha obrado la resurrección. Él es quien, a partir de la Ley, ha demostrado a los ciegos estas dos cosas: la resurrección y el verdadero Dios. Si él no es el Dios de los muertos sino de los que viven, y si se llama el Dios de los padres que duermen el sueño de la muerte, sin duda alguna están vivos para Dios y no muertos. “Son hijos de la resurrección.” Ahora bien, la resurrección es Nuestro Señor en persona, como lo dice él mismo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn 11,25) Y los padres son sus hijos, como lo dice el profeta: “En lugar de tus padres tendrás hijos...” (Sal 44,17).

 San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208)
obispo, teólogo y mártir
Contra las herejías, IV, 5,2 evangelizo.org

viernes, 18 de noviembre de 2022

 Que el templo interior sea tan bello como el de piedras

    Cuando tres están reunidos en tu nombre (Mt 18,20) forman ya una iglesia. Guarda a los millares aquí congregados: sus corazones ya habían preparado un santuario antes que nuestras manos construyeran éste para gloria de tu nombre. Que el templo interior sea tan bello como el de piedras. Dígnate habitar tanto en el uno como en el otro; tanto nuestros corazones como sus piedras está marcados con tu nombre.

 
    La omnipotencia de Dios se hubiera podido levantar cómodamente, no más que tal como él con un gesto, ha dado existencia al universo. Pero Dios ha construido al hombre a fin de que el hombre construyera unas mansiones para él. ¡Bendita sea su clemencia que tanto nos ha amado! Él es infinito; nosotros somos limitados. Él ha construido para nosotros el mundo; nosotros le construimos una casa.  Es admirable que el hombre pueda construir una morada al Todopoderoso presente en todo, a quien nada se le puede escapar.

 
    Habita en medio de nosotros con ternura; nos atrae con vínculos de amor; se queda entre nosotros y nos llama para que escojamos el camino del cielo para habitar con él. Él dejó su morada y se escogió la Iglesia para que abandonemos nuestra morada y escojamos el paraíso. Dios habita entre los hombres para que los hombres encuentren a Dios.

 Liturgia siríaca
Oración de Balaï (?-460), obispo, para la dedicación de una iglesia evangelizar.org

jueves, 17 de noviembre de 2022

EUCARISTIA

 


San Alfonso María de Ligorio nos recuerda: “Los soberanos de la tierra no siempre, ni fácilmente, conceden audiencias; en cambio, el Rey del Cielo, oculto bajo el velo eucarístico, está pronto a recibir a cada uno”.

Desdichadamente, ésto está escondido a tus ojos 

Es del todo evidente que ninguna ciudad de aquí abajo constituye el término de nuestro peregrinar en el tiempo. Dicho término está escondido en el más allá, en el corazón del misterio de Dios que todavía es invisible para nosotros; porque nuestro caminar es todavía en fe, no en la clara visión, y no se nos ha manifestado todavía lo que seremos. La nueva Jerusalén, de la cual somos ya ciudadanos e hijos, desciende de arriba, de junto a Dios. Todavía no hemos podido contemplar el esplendor de esta única ciudad definitiva, más que como en un espejo, de manera confusa, manteniendo firme la palabra de los profetas. Pero ya desde ahora somos ciudadanos de ella, o estamos invitados a serlo; todo el peregrinar espiritual recibe su sentido interior de este último destino.

 
Esta es la Jerusalén que han celebrado lo salmistas. El mismo Jesús, y María, su madre, en esta tierra, han cantado los cánticos de Sión al subir a Jerusalén: “Belleza perfecta, alegría de toda la tierra”. Pero desde ahora la Jerusalén de arriba recibe todo su atractivo sólo de Cristo, es hacia él que hacemos un camino interior.
(Referencias bíblicas: 1Jn 3,2; Ga 4,26; Ap 21,2; 1Co 13,12; Sl 49,2; Sl 47,3)

 

 San Pablo VI
papa 1963-1978
Exhortación apostólica sobre la alegría cristiana « Gaudete in Domino »evagenlizo.org

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Miércoles de San José

El principal (y gran) mérito de san José fue el ser capaz de interpretar fielmente la partitura divina, siendo instrumento del compositor, siguiendo las indicaciones de la extraordinaria mujer a quien Dios le encomendó: nuestra Madre y Señora, la Santísima Virgen María.

San José no era un hombre rudo, ni tosco. Utilizó su sensibilidad artística y su imaginación creativa para sortear las pruebas y vicisitudes que le tocó afrontar, armonizando su voluntad con la de Dios.
Seamos dóciles y dejémonos guiar por quien nos quiere bien.
 

 

 

 

 

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Háganlas producir

El ambiente natural es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad. […] El creyente reconoce en la naturaleza el maravilloso resultado de la intervención creadora de Dios, que el hombre puede utilizar responsablemente para satisfacer sus legítimas necesidades —materiales e inmateriales— respetando el equilibrio inherente a la creación misma. Si se desvanece esta visión, se acaba por considerar la naturaleza como un tabú intocable o, al contrario, por abusar de ella. Ambas posturas no son conformes con la visión cristiana de la naturaleza, fruto de la creación de Dios.


La naturaleza es expresión de un proyecto de amor y de verdad. Ella nos precede y nos ha sido dada por Dios como ámbito de vida. Nos habla del Creador (cf. Rm 1,20) y de su amor a la humanidad. Está destinada a encontrar la «plenitud» en Cristo al final de los tiempos (cf. Ef 1,9-10;Col 1,19-20). También ella, por tanto, es una «vocación». La naturaleza está a nuestra disposición no como un «montón de desechos esparcidos al azar», sino como un don del Creador que ha diseñado sus estructuras intrínsecas para que el hombre descubra las orientaciones que se deben seguir para «guardarla y cultivarla» (cf. Gn 2,15). […]

 
Es lícito que el hombre gobierne responsablemente la naturaleza para custodiarla, hacerla productiva y cultivarla también con métodos nuevos y tecnologías avanzadas, de modo que pueda acoger y alimentar dignamente a la población que la habita. En nuestra tierra hay lugar para todos: en ella toda la familia humana debe encontrar los recursos necesarios para vivir dignamente […]. Pero debemos considerar un deber muy grave el dejar la tierra a las nuevas generaciones en un estado en el que puedan habitarla dignamente y seguir cultivándola.

  Benedicto XVI
papa 2005-2013
Encíclica “Caritas in veritate”, § 48.50 (trad. © copyright Libreria Editrice Vaticana)evangelizo.org

martes, 15 de noviembre de 2022

Hoy ha llegado la salvación a esta casa

Recibamos a Cristo en la Eucaristía, como lo hizo Zaqueo, el buen publicano...como deseaba ver a Cristo y como era bajo de estatura, se subió a un árbol, y el Señor al ver su devoción lo llamó, le dijo que bajara del árbol y que quería hospedarse en su casa, Zaqueo se apresuró y bajó, y con mucho gusto le recibió en su casa. Pero no sólo se contentó con recibirlo alegremente, fruto de un encuentro superficial..., lo demostró con sus obras virtuosas. Se comprometió a devolver enseguida a todos, sin esperar a mañana, lo que no era suyo, y a dar la mitad de sus bienes a los pobres y si había defraudado a alguno, restituirlo cuatro veces más.

 
Con la misma rápidez, espontaneidad, y alegría; la misma alegría espiritual, con la que le recibió este hombre en su casa, que nuestro Señor, nos conceda la gracia de recibir su Santísimo Cuerpo y Sangre, su Alma y su Divinidad todopoderosa tanto, en nuestro cuerpo, como en nuestra alma, y que el fruto de nuestras buenas obras, pueden dar testimonio de que lo recibimos dignamente, con una fe plena, y un propósito estable de vida buena, que se impone a aquellos que comulgan. Entonces Dios,... nos dirá, como le dijo a Zaqueo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa» (Lc 19,9)

  Santo Tomás Moro (1478-1535)
hombre de estado inglés, mártir
Tratado para recibir el Cuerpo de nuestro Señor.evangelizo.org

lunes, 14 de noviembre de 2022

El ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios

Tengo un tesoro tan grande, querida hermana… Quisiera dar gritos de alegría y decirle a toda la creación…, alabad al Señor…, amad al Señor…, es tan bueno, es tan grande…, es Dios. […] El mundo no ve; es ciego y Dios necesita amor, mucho amor. Yo no puedo darle todo, soy pequeño, me vuelvo loco. Quisiera que el mundo le amase, pero el mundo es su enemigo.
Señor, qué suplicio tan grande; yo lo veo y no lo puedo remediar… Yo soy muy pequeño, insignificante, el amor que te tengo me abruma. Quisiera que mis hermanos, mis amigos, todos, te amasen mucho, […].

 
Qué pena da el ver a los hombres que, al ver pasar a la comitiva de Jesús y sus discípulos, permanecen insensibles… Qué alegría tendrían los apóstoles y los amigos de Jesús, cada vez que un alma veía claramente, se desprendía de todo y se unía a ellos y seguía al Nazareno, que lo único que pedía era un poco de amor.

 
¿Vamos nosotros a seguirle, querida hermana?... Él ve nuestra intención y nos mira, se sonríe y nos ayuda… Nada hay que temer. Iremos para ser los últimos de la comitiva que pasa por tierras de Judea, calladitos, pero alimentados con un amor enorme, inmenso a Jesús… Él no necesita ni palabras, ni ponernos a su alcance para que nos vea, ni grandes obras ni nada que llame la atención… Ser los últimos amigos de Jesús, pero los que más le quieren.

  

San Rafael Arnáiz Barón (1911-1938)
monje trapense español
Carta a su tía, 16/11/1935 (Obras completas - Editorial Monte Carmelo, p. 423-424, 426 - §355 y 358).evangelizo.org

domingo, 13 de noviembre de 2022

Tendréis ocasión de dar testimonio

Incansablemente doy gracias a mi Dios, que me conservó fiel el día de la tentación, de modo que hoy con confianza le ofrezco en sacrificio, como hostia viviente, mi alma a Cristo mi Señor, quien me protegió de todas mis angustias. Por eso puedo decir: ¿Quién soy yo, Señor ?... ¿De dónde a mí esta sabiduría, que no estaba en mí, que ni el número de los días sabía, ni conocía a Dios? ¿De dónde me vino luego este don tan grande y tan salvador de conocer a Dios y amarlo, hasta dejar mi patria y a mis parientes… de modo que vine a los gentiles irlandeses a predicar el Evangelio y a sufrir los insultos de los incrédulos… y a sufrir muchas persecuciones hasta las cadenas y a dar mi libertad para utilidad de otros?


y, si llego a ser digno, estoy pronto incluso a dar mi vida, sin vacilación y con agrado, por su nombre; y deseo dedicársela hasta la muerte, si Dios me lo concede.

 
Y estoy muy en deuda con Dios, que me dio una gracia tan grande; a saber, que por mí, muchos pueblos renacieran en Dios y luego fueran confirmados; me concedió también que pudiera ordenar por todas partes, ministros para este pueblo que ha recibido recientemente la fe, este pueblo que el Señor adquirió de los extremos de la tierra como antes había prometido por sus profetas: “Vendrán a ti pueblos de los extremos de la tierra…;y de nuevo: te puse como luz entre los pueblos, para que seas salvación hasta el confín de la tierra”.

 
(Referencias Bíblicas : Sal. 94,9; Rm 12,1; 2S 7,18; Mt 13,54; Sal. 38,5; 2Tm 2,9; Lc 1,70; Jr 16,19; Is 49,6; Hch. 13,47)

  San Patricio (c. 385-c. 461)
monje misionero, obispo
Confesión, 34-38 ; SC 249.evangelizo.org

sábado, 12 de noviembre de 2022

Sábados consagrados a María


"Aurora virginal, celeste Aurora de tiernas rosas y de luz vestida, Arca del Sol, Cancel de nuestra vida, ¡apresura, adelanta, que es tu hora! 

Aún es noche en el valle. Aún hay quien llora ciego en las sombras. Pero ya, vencida al filo de tu luna, aplasta, herida la sierpe atroz, tu pie de vencedora. 

¡Levántate, Fanal de la alborada! Vuelve al cristal del agua su alegría, su verdor al almendro y su mirada al alma ciega. Y mientras viene el día, sé Tú nuestra esperanza iluminada, ¡Alba del Sol, purísima María!"

SONETOS A MARÍA INMACULADA, DE GENARO XAVIER VALLEJOS.



LETANÍAS DEL DESCANSO


Cuando esté cansado, que me apoye en ti en lugar de las cosas de este mundo.
Eres la tranquilidad en mares agitados.
Cuando mis manos estén apretadas, que pueda abrirlas y ofrecerte todo aquello a lo que me aferro.
Eres quien porta mi carga.
Cuando me inquiete por el futuro, que mi respiración me recuerda tu cuidado y providencia.
Eres el aliento de vida.
Cuando sienta que nada importo, recuérdame quién y de quién soy.
Eres el Creador del universo, y elegiste crearme.
Señor, recuérdame quién Eres. Y que estás aquí, ahora y siempre.

Orar siempre sin desfallecer


Bienaventurado el hombre que conoce su propia debilidad, porque este conocimiento es en él, el fundamento, la raíz y el principio de toda bondad...

 
Cuando un hombre se ve privado de la ayuda divina, ora con frecuencia. Y cuanto más ora, más humilde se hace su corazón... cuando ha comprendido todo esto, guarda la oración en su alma, como un tesoro. Y es tan grande su alegría, que hace de su oración una acción de gracias... Llevado también por este conocimiento y admirable gracia de Dios, eleva la voz, alaba, glorifica a Dios, y le manifiesta su gratitud.
El que ha llegado de verdad, y no imaginariamente, a tener estos signos y conocer tal experiencia, sabe lo que digo, y que nada puede ir en contra. Por tanto, cese ahora de desear cosas vanas. Que persevere en Dios por la continua oración, con el temor de verse privado de la abundancia de auxilio divino.

 
Todos estos bienes se dan al hombre cuando conoce su debilidad. Por su gran deseo del socorro de Dios, se acerca a Dios permaneciendo en la oración. Y tanto se acerca a Dios por su resolución, que Dios le concede sus dones, y no le quita su gracia, por su gran humildad. Por lo tanto, un hombre es como la viuda, que no cesa de importunar al juez, para que le haga justicia contra su adversario. Dios que es compasivo, retrasa las gracias, ya que esta reserva lleva al hombre a acercarse y a permanecer cerca de Él, de donde mana tanto bien, para que necesite de él.

 Isaac el Sirio (siglo VII)
monje cercano a Mossoul
Discursos ascéticos, 1ª serie, §21
evangelizo.org


 

viernes, 11 de noviembre de 2022

Comían, bebían, compraban y vendían...

El Señor hizo a sus discípulos muchas advertencias y recomendaciones para que su espíritu se liberara como del polvo todo lo que es terreno en la naturaleza y se elevara al deseo de las realidades sobrenaturales. Según una de estas advertencias, los que se vuelven hacia la vida de arriba tienen que ser más fuertes que el sueño y estar constantemente en vela...Hablo de aquel sopor suscitado en aquellos que se hunden en la mentira de la vida por los sueños ilusorios, como los honores, las riquezas, el poder, el fasto, la fascinación de los placeres, la ambición, la sed de disfrute, la vanidad de todo lo que la imaginación puede presentar a los hombres superficiales para correr locamente tras ello. Todas estas cosas se desvanecen con el tiempo efímero; son de la naturaleza del aparentar; apenas existen, desaparecen como las olas del mar...


Por esto, nuestro espíritu se desembaraza de estas representaciones e ilusiones gracias al Verbo que nos invita a sacudir de los ojos de nuestras almas este sopor profundo para no apartarnos de las realidades auténticas, apegándonos a lo que no tiene consistencia. Por esto nos propone la vigilancia, diciendo: “Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas.” (Lc 12,35) Porque la luz que ilumina nuestros ojos, aparta el sueño y la cintura ceñida impide al cuerpo caer en el sopor... El que tiene ceñida la cintura por la temperancia vive en la luz de una conciencia pura. La confianza filial ilumina su vida como una lámpara... Si vivimos de este modo entraremos en una vida semejante a la de los ángeles.

 

San Gregorio de Nisa (c. 335-395)
monje, obispo
Homilía sobre le Cantar de los Cantares.evangelizo.org

 

jueves, 10 de noviembre de 2022

En medio de vosotros y dentro de vosotros

“El Reino de Dios está en medio de vosotros” (Lc 17,21), dice el Señor. ¡Conviértete de todo corazón a Dios, olvida el mundo y tu alma encontrará el reposo! ¡Aprende, ante todo, a recogerte en tu interior y verás que el reino de Dios viene a ti! Porque el reino de Dios es “paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Rm 14,17)

Esta alegría no se da a los hombres sin fe. Cristo viene a ti y te hará experimentar su consuelo si le has preparado dentro de ti una morada digna de él. “Ya entra la princesa, bellísima...” (Sal 44,14) Le gusta habitar en el interior. Al hombre interior, Dios le concede frecuentes visitas, conversaciones y consuelos, una gran paz y una familiaridad que confunde. Ea, pues, ¡prepárate para que se digne habitar en tu interior! Porque “el que me ama, se mantendrá fiel a mis palabras. Mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y haremos morada en él.” (Jn 14,23)

 Imitación de Cristo
tratado espiritual del siglo XV
II, capítulo 1, 1-2 evangelizo.org

 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Miércoles de San José

 "El Justo.
Esposo de la Madre de Dios.
Padre adoptivo del Redentor.
Lugarteniente de Dios Padre.
Patrono de la Iglesia Universal.
Abogado de una Buena Muerte.
Defensor de todos los Obreros.
Modelo de todos los Padres de familia, 
y al mismo tiempo el Santo de quien menos se 
sabe, el más humilde y escondido, como una 
estrella que hay en el cielo tan al lado del Sol que 
nadie ha visto."

Leonardo Castellani, Revista Gladius 52 – Año 2001.
 
 

 

El templo de Dios es santo, y ese templo sois vosotros

 (1Cor 3,17)
Muchas veces hemos oído decir que Moisés, después de haber sacado a Israel de Egipto, construyó en el desierto un tabernáculo, una tienda del santuario, gracias a los dones de los hijos de Jacob... Démonos cuenta de que el apóstol Pablo dice que todo esto fue un símbolo. (cf 1Cor 3,17)... Vosotros, hermanos, sois ahora el templo, el tabernáculo de Dios, como lo explica el apóstol: “El templo de Dios sois vosotros.” Templo donde Dios reinará eternamente, sois su tienda porque él os acompaña en el camino. Tiene sed de vosotros, tiene hambre de vosotros (Mt 25,35) Esta tienda, hermanos, sois vosotros mismos en el desierto de esta vida, hasta que lleguéis a la tierra prometida. Entonces tendrá lugar la verdadera dedicación, entonces será edificada la auténtica Jerusalén, no ya bajo la forma de una tienda sino de una ciudad.

 
Pero ahora, si somos verdaderos hijos de Israel según el Espíritu, si hemos salido de Egipto en espíritu, ofrezcamos nuestros bienes para la construcción del tabernáculo: “A cada cual se le concede la manifestación del Espíritu para el bien de todos...” (cf 1Cor 12,4ss). Que todo sea común para todos. Que nadie considere como bien propio el carisma que haya recibido de Dios. Que nadie tenga envidia de un carisma otorgado a otro hermano, sino que esté convencido de que el suyo sirve para bien de todos y no dude que el bien de su hermano es también su propio bien. Dios actúa de manera que cada uno necesite del otro. Lo que uno no tiene, lo puede encontrar en el hermano... “así nosotros siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros” (Rm 12,5). 

 

  San Elredo de Rieval (1110-1167)
monje cisterciense
Sermón 8, para la fiesta de San Benito.evangelizo.org

martes, 8 de noviembre de 2022

"El humilde servicio"

Antes de la venida del Señor, los hombres buscaban la gloria en sí mismos. Ha venido como hombre para reducir la gloria terrena y aumentar la gloria de Dios. Ha venido sin pecado y nos ha encontrado a todos hundidos en el pecado. Si el Señor ha venido para perdonar los pecados, quiere poner de manifiesto que Dios es magnánimo; toca pues al hombre reconocer esta magnanimidad. Porque la humildad del hombre consiste en su gratitud y la grandeza de Dios se manifiesta en su misericordia.

 
Si, pues, ha venido para perdonar al hombre sus pecados, toca al hombre reconocer su pequeñez y darse cuenta de la misericordia de Dios. “Él tiene que crecer y yo tengo que menguar” (Jn 3,30) Es decir: Que él me dé y yo reciba. Es justo que la gloria sea del Señor y yo la reconozca en él; que el hombre reconozca dónde está su lugar, reconozca a Dios y comprenda lo que dice el apóstol al hombre soberbio y orgulloso que pretende ensalzarse: “¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido ¿por qué presumes como si no lo hubieras recibido?” (1Cor 4,7) El hombre que considera suyo lo que no le pertenece, comprenda, pues, que lo ha recibido y que se humille, porque le conviene que Dios sea glorificado en él. Que el hombre se considere cada vez menos importante para que Dios sea glorificado en él...

 

  San Agustín (354-430)
obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón sobre el evangelio de Juan, 14,5; CCL 36, 143-144.evangelizo.org

lunes, 7 de noviembre de 2022

Pedir perdón y perdonar a los demás

“Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos” (Sl 24,10). Eso que dice el salmo sobre el amor y la verdad es de suma importancia…Habla del amor porque Dios, para perdonar nuestros pecados y prometernos la vida eterna, no se fija en nuestros méritos sino en su bondad. Habla también de la verdad porque Dios mantiene siempre sus promesas. Reconozcamos a este modelo divino e imitemos a Dios que nos manifiesta su amor y su verdad… Hagamos como él, llevando a cabo en este mundo obras llenas de amor y de verdad. Seamos buenos para con los débiles, los pobres e incluso con nuestros enemigos.

 
Vivamos en la verdad evitando de hacer el mal. No multipliquemos los pecados, porque el que peca y presume de la bondad de Dios, corre el riesgo de hacer creer que Dios es injusto. Se imagina que, a pesar de obstinarse en el pecado y no querer arrepentirse, Dios vendrá igualmente y le dará un lugar entre sus fieles servidores. Pero ¿sería justo que Dios te coloque en el mismo lugar que los que han renunciado a sus pecados siendo así que tú has querido perseverar en los tuyos?... ¿Por qué, pues, quieres forzarlo a que haga tu voluntad?... Mejor que tú te sometas a la suya.

 
El salmista dice, precisamente, a propósito de esto: “¿Quién buscará la misericordia y la verdad del Señor junto a él?” (Sl 60,8 Vlg)… ¿Por qué decir “junto a él”? Son muchos los que buscan en los Libros santos conocer el amor del Señor y su verdad. Pero una vez lo han conseguido viven para ellos, no para él. Buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo. Predican el amor y la verdad pero no los practican. Siendo así que aquel que ama Dios y a Cristo, cuando predica la verdad y el amor divinos, los busca por Dios, no por su propio interés. No predica para sacar de ello ventajas materiales, sino por el bien de los miembros de Cristo, es decir, de sus fieles. Les da lo que ha aprendido en espíritu de verdad, “de manera que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos (2 C 5,15) “¿Quién buscará la misericordia y la verdad el Señor?”

 

  San Agustín (354-430)
obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Disertación sobre los salmos, Sl 60,9; PL 39,771.evangelizo.org

 

domingo, 6 de noviembre de 2022

La paloma.

Tengo en el patio de mi casa una planta de rosa china y a las palomas les encanta hacer sus nidos en ella. Pero la última vez sucedió que un gato se percató del asunto y, descendiendo por la planta, se devoró los pichoncitos. Desde entonces trato de que las palomas ya no hagan nidos allí. Ellas se empecinan en querer hacer sus nidos, y yo porfío a espantarlas para que no los hagan. Es por su bien, porque yo sé que el gato anda merodeando por ahí. Pero seguramente las palomas se sentirán molestas que las espanto.

 
Y yo pensaba que algo similar nos suele ocurrir a veces a nosotros, cuando le pedimos a Dios alguna cosa, o queremos emprender un camino y no se nos da, Dios no nos lo concede. Y nosotros insistimos, pensando que eso es lo mejor. Pero Dios insiste en negárnoslo. Y pensamos que Dios es cruel, o el destino no nos ayuda. Pero en realidad es un bien, porque el Señor ve también el futuro, y sabe que concediéndonos aquello que le pedimos, o dejándonos hacer aquello que deseamos, nos traería consecuencias funestas en el futuro, a nosotros o a otros.
Demos gracias a Dios que no nos deja librados a nuestro capricho, porque es señal de que nos ama. Si a Él no les importáramos, nos dejaría que salgamos con la nuestra y después andaríamos llorando y lamentándonos por nuestras desgracias.
Dios nos ama y por eso a veces no nos concede lo que le pedimos.
Demos gracias a Dios que sabe, y nos protege de males tremendos que nos podrían sobrevenir si hiciéramos nuestra voluntad.

 
Ya llegará el tiempo en que reconoceremos cuánto nos cuidó Dios. Tiempo que, si no es en la tierra, será en el más allá, donde veremos con admiración y gratitud los cuidados y providencia con que el Señor nos condujo por la vida.

 https://www.santisimavirgen.com.ar/


 

Son hijos de Dios, y herederos de la resurrección

En el último día la muerte será vencida. La resurrección de Cristo, después del suplicio de la cruz, contiene misteriosamente la resurrección de todo el Cuerpo de Cristo. Así como el cuerpo visible de Cristo fue crucificado, sepultado y seguidamente resucitó, así también el Cuerpo entero de los santos de Cristo está crucificado con él y no vive ya en sí mismo...


Pero cuando vendrá la resurrección del verdadero cuerpo de Cristo, su Cuerpo total, entonces, los miembros de Cristo que hoy son semejantes a huesos secos, se juntarán unos con otros (Ez 37,1s), encontrando cada uno su lugar y “todos juntos lleguemos al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud (Ef 4,13). Entonces la multitud de los miembros formarán un cuerpo, porque todos pertenecen al mismo cuerpo (Rm 12,4).

 Orígenes (c. 185-253)
presbítero y teólogo
Comentario al evangelio de Juan, 10,20; PG 14, 371-374.evangelizo.org

 

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