al comenzar este nuevo día elevamos a Ti nuestro corazón
y te damos gracias por el don de la vida,
por tu luz que nos despierta
y por tu misericordia que nos sostiene.
Por amor a tu Nombre, Señor, derrama sobre nosotros tu juicio y tu justicia,
para que sepamos defender al pobre,
acompañar al débil
y gobernar nuestras decisiones con rectitud y amor.
Que todo lo que hoy pensemos, digamos y hagamos
esté conforme a tu Santa Voluntad.
Que florezca en nuestros días la justicia
y que tu paz reine en nuestros hogares,
en nuestra familia, en nuestro trabajo
y en todo lugar donde pongamos nuestros pies.
Extiende, Señor, tu Reino en nuestro corazón
y haznos instrumentos de tu paz.
Tú que libras al débil del poderoso
y amparas al que no tiene quien lo defienda,
míranos con compasión,
sana nuestras heridas, fortalece nuestras caídas
y salva nuestra vida de todo mal.
Que tu Nombre sea bendito por siempre,
que tu amor sea proclamado en toda la tierra
y que nuestra vida entera sea una alabanza para Ti.
Ven, Señor, Rey de justicia y de paz.
Quédate con nosotros hoy y siempre.
Amén.
FE y más FE.
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