Señor Jesús, luz del mundo que ya se
acerca en esta alegre espera del
Adviento, al comenzar este viernes
te doy gracias por el nuevo día que me
regalas. En el gozo del Gaudete, me
alegro porque Tú vienes a sanar a los
quebrantados de corazón, a liberar a los
cautivos y a consolar a los que lloran.
Te pido, con confianza y esperanza, que
tu presencia sanadora toque hoy mi
cuerpo, mi alma y mi espíritu:
cura mis heridas visibles e invisibles,
disipa las sombras de la enfermedad,
el dolor o la tristeza, y renueva en mí
la fuerza para caminar con alegría
hacia tu Navidad.
Que tu Espíritu Santo inunde mi corazón
de paz y gozo profundo, para que, sanado
por tu amor, pueda ser instrumento
de tu curación para los demás.
María, Madre de la Esperanza,
acompáñame en esta espera gozosa.
Amén
¡Que este viernes sea un día lleno de
la Alegría y la Sanación
que solo Cristo puede dar!
acerca en esta alegre espera del
Adviento, al comenzar este viernes
te doy gracias por el nuevo día que me
regalas. En el gozo del Gaudete, me
alegro porque Tú vienes a sanar a los
quebrantados de corazón, a liberar a los
cautivos y a consolar a los que lloran.
Te pido, con confianza y esperanza, que
tu presencia sanadora toque hoy mi
cuerpo, mi alma y mi espíritu:
cura mis heridas visibles e invisibles,
disipa las sombras de la enfermedad,
el dolor o la tristeza, y renueva en mí
la fuerza para caminar con alegría
hacia tu Navidad.
Que tu Espíritu Santo inunde mi corazón
de paz y gozo profundo, para que, sanado
por tu amor, pueda ser instrumento
de tu curación para los demás.
María, Madre de la Esperanza,
acompáñame en esta espera gozosa.
Amén
¡Que este viernes sea un día lleno de
la Alegría y la Sanación
que solo Cristo puede dar!
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