Hoy celebramos a una de las grandes santas de la Iglesia: Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.
No fundó nada.
No viajó a tierras de misión.
No escribió tratados complicados.
Pero su vida fue dinamita espiritual.
Vamos con un hilo 🧵
1️⃣ Tenía solo 15 años cuando entró en el Carmelo.
Muchos la trataron como una niña.
Pero el alma no se mide en centímetros ni en años.
Teresita tenía una sed inmensa de santidad.
2️⃣ Su gran deseo:
“Ser santa. Muy santa.”
Pero descubrió que no tenía fuerzas para las grandes obras.
Y ahí empezó el “caminito”.
El camino de la pequeñez. De la confianza. De dejarse llevar por el Amor.
3️⃣ No fue escapismo ni pereza espiritual.
Fue heroísmo escondido.
Dios no mide la grandeza por el tamaño de las acciones, sino por el amor con que se hacen.
Y ella lo entendió.
4️⃣ Su vida fue una ofrenda callada:
— limpiar platos con amor
— sonreír cuando no tenía ganas
— ofrecer dolores físicos y pruebas interiores
— rezar por los pecadores
— consolar el Corazón de Cristo
5️⃣ Tuvo tentaciones de desesperación.
Pasó por la “noche de la fe”.
Dios parecía lejano.
Y aún así dijo: “Creo”.
Y ofreció esa oscuridad por los ateos.
6️⃣ Rezó por un asesino condenado a muerte, Pranzini.
Pidió un signo.
Y él, antes de morir, besó el crucifijo.
Ella supo que su oración no había sido en vano.
Y eso la hizo más misionera que mil sermones.
7️⃣ Su vocación no fue ser mística, ni reformadora, ni fundadora.
Fue el Amor en el corazón de la Iglesia.
Y desde ahí, todo lo fue.
8️⃣ Murió con solo 24 años.
Pero dejó escrito esto:
“No me muero, entro en la Vida.”
Y también:
“Pasaré mi cielo haciendo el bien en la tierra.”
9️⃣ Muchos creen que el “caminito” es una espiritualidad ñoña.
Se equivocan.
Fue el camino de la cruz vivida con amor y alegría.
El abandono total en manos de Dios.
Eso no es infantil. Es heroico.
🔟 En una época de ruido y ambición, Teresita nos recuerda:
— que lo pequeño cuenta
— que Dios se esconde en lo ordinario
— que el amor lo puede todo
— que la santidad es para todos
1️⃣1️⃣ Si no sabes por dónde empezar a ser santo, empieza por aquí:
— Confía.
— Ama.
— Ofrécelo todo.
— Y no te olvides de sonreír.
Santa Teresita, doctora del Amor confiado, enséñanos a caminar ligeros y entregados, como tú.
Sin miedo. Sin condiciones. Sin mirar atrás.
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