Hoy Señor,
cómo en cada día quiero ofrecerte
cada una de mis actividades, de mis
acciones, de mis palabras y
de mis pensamientos.
Por favor ilumíname para que todo
aquello que yo haga contribuya al
bienestar mío y de los demás y
permíteme ser un instrumento de
tu obra. Y si en algún momento se
llegase a presentar una dificultad que
pusiera a prueba mi fe y mi voluntad,
por favor susúrrame al oído que
Tú eres mi Dios y que a todo momento
caminas conmigo, enciende en mi
corazón la luz de la esperanza y dame
la fuerza para salir adelante, porque
detrás de cada prueba, siempre
aguarda una maravillosa bendición.
Amén
Buenos días! Que Dios bendiga cada
paso que des y te guíe siempre con
Amor y Luz en el Camino.
¡FELIZ MARTES FELIZ!
Fuente: Louisa.gcia
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