“Entrégate a mí, Dios mío, devuélvete a mí. Mira, yo te amo. Si aún esto es poco, haz que te ame más intensamente. No puedo medir a ciencia cierta cuánto me falta de amor para que sea bastante y para que mi vida sea toda tuya, de modo que nadie sea capaz de arrancarla de allí por estar bien escondida en Ti. Sólo sé una cosa: que me va mal lejos de Ti, y no sólo fuera de mí, sino incluso en mí mismo. Y cualquier riqueza que no es mi Dios, es pobreza.”
Confesiones, San Agustín; Libro XIII; Capítulo VIII, 9b
Fuente: https://x.com/unseglar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario, me alegra el alma