María, gracias por enseñarme a llevar alegría y a como alivianar el peso del sufrimiento y de las preocupaciones en quienes me rodean. No sólo quiero ayudarlos a llevar sus cargas sino también esmerarme por evitar que derramen lágrimas por mis actitudes y comportamientos, por mis palabras o mis juicios… Ayúdame, Madre Santísima a amar a mi prójimo como a mi mismo, a perdonar al que me ha ofendido, a amar y orar por quienes me han dañado. Ayúdame a ser como tu, María, para llevar a mi prójimo paz y esperanza, hazme comprender que no necesito ser amado, sino amar al prójimo y atenderlo en sus necesidades, consolarlo y comprenderlo. Otórgame la gracia de estar siempre disponible para servir a los demás. Como tú, María, quiero fijar mi mirada en los que sufren, en los que la pasan mal, en los que están enfermos, en los que pasan hambre, en los que necesitan esperanza, en los que buscan consuelo y paz. María, madre de la misericordia, hazme como tú, bálsamo de ternura, préstame tus manos que acogen, tu mirada que enternece y acompáñame en todo momento en mi caminar
PQ IR A MISA
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