𝐒𝐞ñ𝐨𝐫 𝐦í𝐨 𝐲 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐦í𝐨,
en esta mañana solo tengo palabras
de agradecimiento porque me
permites despertar una vez más con
vida, con fuerzas y con deseos de salir
adelante. Confío en que Tú me
acompañas y que, cuando las pruebas
se acercan a mi vida, me sostienes
con tu mano.
Hoy quiero creer firmemente que
no me dejas caer, que en medio de mis
debilidades puedo contar contigo.
Gracias, Señor, porque experimento tu
amor y tu poder; porque aunque las
cosas se pongan difíciles,
Tú siempre permaneces fiel.
Permíteme vivir este día con la certeza
de tu compañía. Que sienta en cada
momento tu presencia, que confíe en
que me levantas cuando voy a caer.
Bendito y alabado seas, Señor, porque
eres quien me sostiene en medio
de las pruebas y quien llena
mi vida de tu amor.
𝐀𝐌é𝐍
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