Este es el héroe del silencio, que nunca predicó una palabra, porque permitió que el verbo hiciera morada en su corazón de padre.
𝐒𝐀𝐍 𝐉𝐎𝐒É.
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𝐄𝐧𝐬éñ𝐚𝐧𝐨𝐬 San 𝐉𝐨𝐬é Bendito y Glorioso como ser obedientes, prudentes y fieles a tu hijo amado.
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Acuérdate
Oh, Castísimo esposo de la Virgen María y amable protector mío
𝐒𝐚𝐧 𝐉𝐨𝐬é que jamás se ha oído decir que ninguno haya invocado tu protección sin haber sido escuchado.
𝐎𝐡 𝐠𝐥𝐨𝐫𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐒𝐚𝐧 𝐉𝐨𝐬é, ruega por nosotros.
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Cuando Dios quiere elevar un alma a mayores alturas, la une a San José. San Pedro Julián Eymard
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San José, mi padre y señor, escucha mi oración fiel custodio de Jesús y de María
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